Netanyahu amenaza con asumir "indefinidamente" el control militar de Gaza después de la guerra
Varios analistas descartan una prolongada ocupación de la Franja, pero auguran que Israel seguirá realizando operaciones armadas en el futuro
JerusalénEra un secreto a dominio público. Hacía semanas que varias fuentes militares lo anunciaban de forma anónima y ahora el primer ministro Benjamin Netanyahu lo ha corroborado: Israel tendrá la "responsabilidad general de la seguridad" en la franja de Gaza por "un período indefinido", una vez acabe la guerra. Lo ha dicho en una entrevista en la cadena estadounidense ABC: "Cuando no tenemos esa responsabilidad de seguridad, lo que tenemos es la erupción del terror de Hamás a una escala que no podríamos imaginar". Sin embargo, después de un mes de guerra y con las tropas israelíes habiendo rodeado la ciudad de Gaza y partido la Franja en dos, los planes para el día después de Israel para el enclave siguen siendo un misterio.
En declaraciones al ARA, el analista del Moshe Dayan Center de la Universidad de Tel Aviv, Harel Chorev, descarta que Israel tenga ningún interés en mantener un empleo prolongado en el tiempo en la franja de Gaza. Pero augura más intervenciones armadas del ejército. "No veo a ningún gobierno israelí evitando que las Fuerzas de Defensa de Israel puedan entrar en el futuro en Gaza. Israel no quiere quedarse la Franja, pero necesita saber que puede mantener un control de seguridad sobre Gaza. Debe mantener su capacidad militar en caso de problemas, tanto en Gaza como en Cisjordania", opina el experto. Chorev considera que la estrategia, "que fue idea de Netanyahu", de mantener a Hamás en la Franja y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Cisjordania fue "un desastre", y cree que la única esperanza de futuro ocurre necesariamente por la destrucción del grupo islamista.
Un Hamás 2.0
El ejército israelí ha repetido hasta la saciedad que el objetivo principal de la guerra es liquidar a Hamás, eliminar a sus líderes y destruir toda su infraestructura militar, tanto en la superficie como enterrada en la Franja. Pero el esfuerzo bélico por eliminar al grupo, que gobierna en Gaza desde el año 2007, dejaría un vacío de poder que nadie sabe a ciencia cierta cómo se llenará. Además de un territorio devastado y miles de fallecidos y desplazados. "Si dejamos un vacío, ese vacío se llenará. Estoy seguro de que habrá un Hamás 2.0 intentando resurgir, pero si los prives de sus habilidades, se mantendrán contenidos y pequeños. Quizá molestarán, pero no serán la gran amenaza que son hoy . Soy optimista y creo que Hamás se quedará en una idea, como los nazis o el Estado Islámico, pero permanecerá anulada como organización", opina Chorev. "En cualquier situación, habrá un Hamás 2.0. La clave, pues, será que nadie pueda suponer una amenaza para Israel nunca más", coincide Uzi Rabi, director del Moshe Dayan Center.
Pero si, como apuntan los analistas, Israel no ocupará a Gaza y el Hamás del futuro sólo será una idea o un grupo insignificante, la incógnita sobre quién gobernará la Franja se mantiene. En este sentido, las opciones no están claras, aunque hay muchas y variadas: desde un control de la Franja por parte de la ANP a una administración dirigida por una coalición internacional, pasando por la posibilidad – que nunca se puede descartar– que Israel acabe desplazando a la mayoría de la población de Gaza al desierto del Sinaí o en otras partes de Oriente Próximo y el enclave se convierta en un "aparcamiento", en palabras del congresista estadounidense Max Miller. "Israel no quiere destruir a Hamás, sino a la infraestructura civil de Gaza. Los líderes de Hamás están en Qatar. El objetivo real de Israel es ocupar la Franja", afirma Jafar Farah, director del Mossawa Center, una organización que defiende los derechos de los ciudadanos árabes en Israel.
Las opciones sobre la mesa de Netanyahu
De todas las opciones planteadas, Uzi Rabi apuesta por la coalición internacional: "Espero que Israel sea lo suficientemente sabio para coger sólo una pequeña parte del territorio para crear una zona de exclusión y evitar que se repita lo ocurrido, y que una coalición internacional dirigida por Estados Unidos y países árabes ricos ofrezcan un futuro diferente, junto con Egipto, para los gazianos". Harel Chorev, por su parte, ve en la cesión del territorio a la ANP la opción más probable, cuando llegue el momento. Pero opina que esto, en todo caso, deberá llegar en condiciones de seguridad para Israel y una vez que los palestinos renuncien "a quedarse todo el territorio" y la ANP "no incite al odio contra Israel". Entonces, y sólo entonces, añade Chorev, Israel tendrá que dar una "esperanza real" a los palestinos. Y ésta, dice, debería tener la forma de un estado palestino.
"Es necesaria una promesa real de Israel. Es necesario que, a pesar de la sangre y el trauma, una vez que Hamás no exista y los palestinos escojan la paz, les demostramos que esta es la elección correcta. Y que tendrán un estado, no fallido" , sino un estado que prospere". En este sentido, Chorev piensa que habrá que reconstruir Gaza, abrir un puerto y un aeropuerto, facilitar que la gente viaje, que prospere económicamente y que viva en paz. ¿Y en Cisjordania? "Habrá que afrontar la situación de los asentamientos. Muchos creo que se pueden solucionar: Israel mantendrá a los mayores, que en la práctica no se pueden eliminar, y parará el proyecto de hacer más", dice Chorev. Pero para Jafar Farah, esta idea es imposible: "No creo que el actual gobierno israelí quiera acabar con los asentamientos en Cisjordania. Este ejecutivo es el más cercano a la idea de un solo estado desde el río hasta el mar y partidario del uso de la violencia para oprimir a los palestinos", se lamenta. "Si la comunidad internacional quiere paz, es necesario que se ponga fin a la ocupación ya la violencia de Israel", añade el activista.