Una nueva tregua en Gaza: las condiciones que hay sobre la mesa
Miembros de Hamás viajan a El Cairo para debatir un acuerdo de alto el fuego, pero todavía hay demasiadas divergencias
JerusalénLas versiones que se plantean del acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás, que según medios nacionales e internacionales podría estar a la vuelta de la esquina, divergen profundamente según quien las presente. Por un lado, Hamás ha confirmado que está estudiando una propuesta de tregua que permitiría detener los combates e intercambiar un número indeterminado de prisioneros palestinos por todos los rehenes israelíes, según fuentes egipcias. Pero también ha dicho públicamente que el plan debe pasar necesariamente por la "retirada total de las fuerzas de ocupación de la franja de Gaza". Este miércoles, una delegación del grupo islamista se reúne en El Cairo con el jefe de inteligencia egipcia, Abbas Kamel, para debatir el plan, que se llevaría a cabo en tres fases: primero liberando a los civiles, después a los soldados y, finalmente , los cuerpos de los secuestrados muertos.
Por otro lado, el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, dijo este martes que su país no retirará el ejército de Gaza y que no liberará "miles de terroristas". "Nada pasará. ¿Qué pasará? ¡La victoria absoluta!", aseguró. Con todo, múltiples medios de comunicación informaron de que Israel aceptó, durante una reunión en París el pasado domingo, un alto el fuego que incluiría el regreso de los rehenes por fases y que permitiría la liberación de un "gran número de prisioneros palestinos" , según recoge el diario Times of Israel.
La televisión israelí Channel 12 ha informado de que la oferta israelí supondría una pausa de 45 días en los combates, a cambio de 35 a 40 rehenes en la primera etapa, y entre 100 y 250 prisioneros palestinos serían liberados por cada rehén. Por su parte, el Washington Post ha dicho que la pausa sería de seis semanas y supondría la liberación de un secuestrado por cada tres prisioneros palestinos.
"Hemos oído ratios de tres prisioneros por cada secuestrado, o de cinco prisioneros por cada rehén, pero no es razonable hablar de cifras ahora mismo. Ya hemos visto acuerdos de todo tipo. Incluso un intercambio de todos por todos, el año 1949, con Egipto. El precio del acuerdo es cuestión de negociación", apunta el exjefe de la inteligencia israelí Ephraim Lapid.
En conversación con el ARA, el ex general de brigada se muestra "optimista" con la posibilidad de un alto el fuego "en los próximos días o semanas" pero advierte que, en estos momentos, es necesario diferenciar entre los posicionamientos públicos de los líderes políticos de ambos bandos y las conversaciones reales que se están llevando en secreto. "Es todo una obra de teatro, muy influida también por las redes sociales, los medios y las fake news", asegura el experto, que ejerce de profesor en la Universidad Bar-Illan.
Lapid indica, por ejemplo, que la desaparición total de Hamás, uno de los objetivos finales de Israel, "es imposible". "No conocíamos el alcance total de la red de túneles de Hamás y su capacidad para resistir y gobernar desde el subsuelo. De modo que el objetivo que se definió en el ámbito político ahora ya se ha transformado en un esfuerzo por debilitar al máximo a Hamás, al menos en el jefe de los estamentos militares", añade.
Lapid también considera "pasos estúpidos" las propuestas y exigencias de la extrema derecha israelí, que forma parte del gobierno de Netanyahu, por mantener un control militar prolongado sobre la franja de Gaza, por forzar a los gazatinos a emigrar y por construir colonias judías en el enclave. "La declaración formal del gobierno es que no va a gobernar en la zona ni se van a construir asentamientos", recuerda el experto, que se inclina por una solución en la que la Autoridad Nacional Palestina controle una Franja donde Hamás habrá quedado muy debilitada.
Diferencia de opiniones
Pero no todos los expertos coinciden con esa predicción. El analista Harel Chorev, de Moshe Dayan Center, de la Universidad de Tel Aviv, opina que "las probabilidades de un acuerdo no son muy altas". "Las diferencias son demasiado grandes", indica Chorev, quien advierte de que Netanyahu no puede permitirse según qué acuerdo, por dos razones: "La mayoría de israelíes, según las encuestas, están a favor de continuar la guerra" y "si acepta uno trato de que elimine la posibilidad de acabar con Hamás, sus socios de extrema derecha se marcharán del gobierno y su ejecutivo colapsará". "Además, incluso si hay un acuerdo, creo que se va a romper, y no va a sobrevivir para siempre", añade Chorev, que considera que Israel no puede aceptar la supervivencia de Hamás, aunque no descarta un trato que mantenga las tropas en la Franja y al mismo tiempo facilite el regreso de rehenes, sin liberar a los "terroristas más duros".
Chorev también difiere de Lapid respecto a la capacidad de Hamás de resistir a los embates del ejército israelí. "Sólo llevamos cuatro meses de guerra y ya hemos visto reducida en un 50% la capacidad de combate de Hamás", dice el analista, quien indica que la organización está muy tocada, ya que buena parte de sus infraestructuras bélicas están destruidas, el número de cohetes que lanza cada vez es menor, hay cientos de milicianos muertos o heridos y el ejército israelí ocupa el norte de Gaza y la ciudad de Khan Yunis. "Hamas podría colapsar en cuestión de días", asegura. "Hamas ha sufrido mucho", corrobora Lapid, "pero no está destruido, y todavía tiene cohetes y capacidad para resistir". En cualquier caso, el fin de la guerra está aún lejos.