Una presunta nazi de 96 años se escapa en taxi de la justicia

Se la acusa de complicidad en la muerte de más de 11.000 personas en el campo de Stutthof

Mar Sala
2 min
Un oficial judicial mira el reloj antes de un juicio contra la acusada secretaría del comandante SS del campo de concentración de Stutthof, a Itzehoe

BarcelonaIrmgard Furchner, una mujer de 96 años que fue secretaria en un campo de concentración nazi, estaba citada para ser juzgada a las diez de la mañana en el tribunal de Itzehoe, en el norte de Alemania, acusada de complicidad en la muerte de más de 11.000 personas. Pero a primera hora la nonagenaria ha cogido un taxi desde la residencia de ancianos en donde vive, y se ha dirigido a la estación de tren más próxima, desde donde ha empezado su fuga. Poco después de que el tribunal informara de su desaparición y de haber emitido una orden de captura, la mujer ha sido pillada por la policía en Norderstedt, en las afueras de Hamburgo. Finalmente, el juicio se celebrará el 19 de octubre.

Este no es el único caso abierto contra personas que colaboraron con el régimen nazi y que ahora se encuentran en el final de sus días. De hecho, hay una decena de investigaciones en marcha. Pero el caso de Furchner es peculiar por dos motivos. En primer lugar, porque es una mujer. Y en segundo, porque será juzgada ante un tribunal de menores, puesto que ella era una adolescente en el momento de los presuntos delitos.

Y es que Furchner fue acusada en febrero después de una larga y compleja investigación de cinco años sobre su trabajo como taquígrafa y mecanógrafa en la oficina del comandante del campo de concentración de Stutthof, cerca de la actual ciudad polaca de Gdansk –llamada Danzig en aquel momento–, entre junio de 1943 y abril de 1945. Se calcula que murieron cerca de 65.000 presos de los más de 100.000 que estuvieron internados desde 1939.

El episodio ha provocado indignación entre familiares de víctimas del Holocausto, que no entienden cómo una presunta criminal ha podido escaparse con cierta facilidad. "Este hecho muestra un increíble desprecio por el estado de derecho y por los supervivientes", ha expresado el vicepresidente ejecutivo del Comité Internacional de Auschwitz, Christoph Heubner.

Cómplices del Holocausto

Hasta hace una década era improbable llevar ante la justicia a los cómplices del Holocausto, personas en puestos civiles o de segundo rango a las que no se les podía atribuir una participación directa en ningún crimen concreto. Pero este requerimiento fue eliminado en 2011 con la condena de John Demjanjuk, un ex guardia de las SS. Desde entonces, la Oficina Estatal para la Investigación de los Crímenes Nacionalsocialistas, que lleva años rastreando archivos y tomando declaraciones a testigos y supervivientes, encabeza una carrera a contrarreloj para juzgar a aquellos que colaboraron en las atrocidades del régimen nazi, especialmente en los campos de exterminio.

A pesar de esto, solo tres de los casos investigados por los fiscales han llevado a una condena, y la edad avanzada de los acusados ha hecho que algunos de ellos hayan muerto durante el proceso. En 2016, con 95 años, Reinhold Hanning fue declarado culpable de haber colaborado en el asesinato de 170.000 personas durante el tiempo que sirvió como guardia de la SS en Auschwitz. Murió un año después. Y el caso más reciente ha sido la condena de dos años de libertad condicionada para Bruno D., un antiguo guardia del campo de Stutthof, de 93 años, sentenciado en julio del año pasado por el tribunal regional de Hamburgo.

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