Putin envía tropas a las repúblicas del Donbás después de reconocer su independencia

El presidente asegura en un discurso televisado que el este de Ucrania es parte integral de la historia rusa

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El presidente ruso, Vladímir Putin, a la reunión extraordinaria del Consejo  de Seguridad de Rusia.

MoscúVladímir Putin ha tensado la cuerda todavía más, prácticamente hasta romperla. El presidente ruso ha anunciado en un discurso televisado esta noche que Rusia reconoce la independencia de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, al este de Ucrania. Seguidamente, ha ordenado al ministerio de Defensa el despliegue de tropas rusas en las dos repúblicas con el objetivo de "mantener la paz". Según los documentos, los militares rusos "garantizarán la paz" en estos territorios hasta la firma de acuerdos sobre la amistad, la cooperación y la ayuda mutua entre las dos entidades y Moscú. La decisión y los acontecimientos protagonizados por Moscú en las últimas horas son, para muchos analistas, el paso definitivo hacia la guerra.

El anuncio se ha tomado formalmente después de la reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad que ha tenido lugar este lunes en el Kremlin. A la vez, a la práctica, acaba con los esfuerzos en torno al proceso internacional de paz que, sin mucho éxito, tenía lugar acerca del conflicto, y con el cual hace solo unos días Putin se había vuelto a comprometer de nuevo. Si llegara a ir más allá de las zonas controladas por los rebeldes prorrusos, supondría, prácticamente, una declaración formal de guerra contra Ucrania.

El presidente ruso ha hecho oficial el anuncio del reconocimiento de Donetsk y Lugansk en un discurso de casi una hora, dirigiéndose a toda la población rusa y, de rebote, a buena parte del mundo. El tono del mandatario ha sido desafiante, y ha hecho un repaso histórico sobre su visión de lo que es Ucrania, un país "creado por Rusia" que ahora se ha convertido en un "estado títere" al servicio de los intereses de Occidente, especialmente de los Estados Unidos. Según el líder del Kremlin, el país vecino es un “estado fallido" que podría tener armas nucleares “antes que Corea del Norte o Irán”. Putin, que ha puesto en marcha la oleada represiva más grande de la historia moderna contra cualquier disidencia, ha cargado contra Kiev por “reprimir la oposición”, lo ha acusado de ser un “régimen nazi” que está cometiendo crímenes humanitarios contra los ciudadanos rusohablantes del Donbás y de iniciar una ofensiva militar para retomar el control de las zonas secesionistas, que Kiev perdió en 2014, cuando empezó la guerra alimentada por Moscú. "A los que se aferran al poder de Kiev les exigimos que cesen inmediatamente las acciones militares", ha dicho Putin en referencia a las hostilidades en el Donbás. "En caso contrario, la responsabilidad total por la posibilidad que continúe el derramamiento de sangre recaerá totalmente y completamente en la conciencia del régimen que gobierna el territorio de Ucrania", ha añadido. Kiev “aprenderá qué es la decomunización”, ha recalcado Putin, una sutil amenaza hacia el país presidido por Volodímir Zelenski.

El reconocimiento de las repúblicas, que el Kremlin ya había notificado previamente a Francia y a Alemania, supone una nueva fase de la crisis en Ucrania, puesto que eleva, todavía más, el riesgo de un conflicto militar entre Rusia y Ucrania. Los líderes separatistas prorrusos del Donbás, de hecho, reclaman toda la región –ahora controlan solo un tercio– y este reconocimiento de Moscú les podría dar fuerza para ir más allá. Además, este cambio de actitud del Kremlin respecto a estos territorios del este supone el entierro para los acuerdos de Minsk y de la vía diplomática. Ahora bien, de momento parece poco viable una futura anexión del Donbás, puesto que solo el 25% de los rusos apoyaría esta medida, la misma proporción que lo defendía en 2016.

"Ucrania no quiere los territorios"

Putin ha justificado su decisión diciendo que "Ucrania no quiere los territorios de Lugansk y Donetsk y las autoridades ucranianas no ayudan [a mejorar la situación]". Los líderes de ambos territorios habían pedido públicamente al presidente ruso que los reconozca como estados. Sobre la mesa de los temas de este lunes también estaba el aumento de la tensión y la situación de la población de esta zona prorrusa. Han vuelto a escucharse expresiones como "genocidio", "crisis humanitaria" y "refugiados". Civiles del Donbás, principalmente niños, mujeres y ancianos, han atravesado ya la frontera rusa y se han oído bombardeos en algunos lugares. Moscú ha otorgado la ciudadanía a 800.000 habitantes de la región, por lo que se siente legitimada a intervenir para proteger a sus ciudadanos. La mayor parte de los 68.000 evacuados, según datos del gobierno ruso, se encuentran en la región de Rostov, fronteriza con el Donbás. Las autoridades rusas han enviado algunos a otras lados de Rusia para facilitar su llegada, mientras que los que se encuentran en esta parte del sur del país son acogidos en pabellones y otras instalaciones preparadas para la ocasión.

Por otro lado, y a lo largo de los últimos días, se han incrementado las violaciones del alto el fuego en ambos bandos. Desde Donetsk, se acusa a Kiev de haber matado a dos civiles, haber bombardeado dos escuelas y haber destruido con un proyectil un control fronterizo ruso. Mientras, Ucrania niega las acusaciones de Moscú, que, por su parte, asegura haber matado a cinco militares ucranianos en territorio ruso. Dmytro Kuleba, ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, ha insistido en que desde Kiev no se está atacando al Donbás, que no se han enviado saboteadores y que no se han lanzado proyectiles contra territorio del Kremlin.

Clamor a la ONU

Poco antes de que se informara del anuncio del Kremlin sobre el reconocimiento de la independencia de Donetsk y Lugansk, Dmytro Kuleba, ministro de Exteriores de Ucrania, había pedido, a iniciativa del presidente del país, Volodímir Zelenski, una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU. De hecho, Kuleba también había advertido que cualquier medida para dar un estatus oficial a ambos territorios representaría una escalada peligrosa. "No solo Ucrania, el mundo entero sigue de cerca las acciones de Rusia en cuanto al reconocimiento del Donbás. Todo el mundo se da cuenta de las consecuencias. Hay muchas emociones, pero es precisamente ahora cuando todos deberíamos centrarnos con calma en los esfuerzos de desescalada. No hay otra manera." El Parlamento ruso había pedido la semana pasada a Putin el reconocimiento del Donbás.

Lo que muchos leen como una provocación más de Moscú probablemente abre el escenario para llevar a cabo la citada reunión del Consejo de Seguridad de la ONU donde Ucrania podría presentar su caso en el mundo. Cualquiera de los miembros actuales puede solicitar una reunión urgente, que debe celebrarse dentro de las 24 horas siguientes a la presentación de la demanda formal. Por ahora, Rusia ejerce la presidencia y, por tanto, puede controlar si la reunión es cerrada o abierta.

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