La reconciliación con Enrique, el último servicio del príncipe Felipe

John Major espera que los funerales del duque de Edimburgo sirvan para recuperar la armonía en la familia real

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Malgrat la demanda del palacio de Buckingham, de no dejar flores como recuerdo al duque de Edimburgo, muchos londinenses se han acercado este domingo para hacerlo

LondresToda una vida de servicio. Y también servicio a la Corona en el momento del traspaso. Poco más o menos, es lo que ha venido a decir este domingo el ex primero ministro británico John Major, cuando en una entrevista a la BBC ha afirmado que el dolor compartido por la muerte del duque de Edimburgo puede ser una "oportunidad ideal" para apaciguar cualquier diferencia entre los miembros de la familia real. Una referencia nada sutil al alejamiento que el príncipe Enrique, nieto del finado, y su mujer, Meghan Markle, protagonizaron a raíz de la renuncia, el año pasado, a seguir representando a la Firma, como la prensa británica denomina coloquialmente a los Windsor. Un alejamiento todavía más acentuado a raíz de la entrevista de Enric y Meghan con Oprah Winfrey, emitida a principios del pasado mes de marzo, en la que la exactriz acusó implícitamente de racistas a alguno o algunos miembros de la familia real cuando al anunciar su primer embarazo se interesaron por "el aspecto que tendrían los niños", sobre sí serían blancos o no.

Major, que veló por la educación de Enrique y el príncipe Guillermo, el segundo en la línea de sucesión al trono, cuando murió su madre, Lady Di, en el accidente del túnel del puente del Alma en París, en 1997, ha afirmado también que esperaba que pusiera fin a cualquier "fricción" entre los hermanos. Quizás ayuda el hecho de que, en principio, Enrique asistirá el próximo sábado al funeral sin Meghan, que por consejo de los médicos se quedará en California, donde reside la pareja, dado su avanzado segundo embarazo.

Repartir el peso de la Firma

La muerte del duque de Edimburgo y el impacto en la familia real, sobre todo en la reina, que el 21 de abril cumplirá 95 años, ha seguido centrando este domingo la atención de los medios de comunicación británicos, que en general no han perdido la oportunidad de repetir hasta el agotamiento –y la queja de muchos, en especial los espectadores de la BBC– todo tipo de elogios sobre las calidades humanas, intelectuales y políticas –en cuanto que ha secundado la reina a lo largo de los 73 años de matrimonio y casi 70 como príncipe consorte de la monarca– de Felipe.

El heredero al trono, Carlos de Inglaterra, lo resumió así en una breve declaración el sábado a última hora: "Mi padre, durante los últimos 70 años, ha dado el servicio más notable y dedicado a la reina, a mi familia y al país y también a toda la Commonwealth".

Por esta razón, por el papel clave de sostener la corona encima la cabeza de la reina, la desaparición del príncipe ha abierto todo tipo de especulaciones sobre qué supondrá para Isabel II, y su papel como cabeza de la casa real, la pérdida de su marido, su apoyo más fundamental a lo largo del reinado, según la hagiográfica visión que se está ofreciendo desde que el viernes se anunció la muerte del duque de Edimburgo.

Los especialistas en la institución consideran que a partir de ahora el peso de la representación de la monarquía se repartirá más entre Carlos de Inglaterra y su primer hijo, Guillermo, para dejar que la reina tenga una vida sin la exigencia de una agenda llena de actos. Una dinámica que ya hace unos años que había empezado y que ahora, aseguran, se acentuará.

El príncepe Andrés, saliendo de la capilla real de All Saints, en Windsor, este domingo

De acuerdo con las palabras del príncipe Andrés, el tercer hijo del matrimonio, según ha expresado al salir de un servicio religioso celebrado el domingo a mediodía en la capilla real de All Saints, de Windsor, la reina experimenta en estos momentos "un vacío enorme en su vida". Andrés ha dicho también que la muerte de su padre había sido una "pérdida terrible" y que la familia "se ha reunido" para ayudar a la reina. "Hemos perdido al abuelo de la nación", ha concluido.

La de Andrés ha sido prácticamente la primera aparición pública desde que se retiró hace más de un año de la vida activa como representante de los royal a raíz de los diferentes escándalos que lo vinculaban al pederasta y violador convicto Jeffrey Epstein, y que también le supusieron una denuncia por violación de una menor a finales del 2019.

Desde este punto de vista, aunque John Major no se ha referido a ello en la entrevista con la BBC, la muerte del duque de Edimburgo también ha servido para blanquear parcialmente la figura de Andrés, en cuanto que hijo lleno de dolor por la muerte del padre.

Este lunes Inglaterra vuelve a una cierta normalidad porque empieza la desescalada después de tres largos meses de confinamiento y cierre de tiendas no esenciales. Pero la vida política no. Hasta después del entierro del duque, el 17 de abril, toda la actividad se ha paralizado. Los Comunes, con todo, celebrarán una tradicional sesión destinada, únicamente y exclusiva, a cantar las excelencias del muerto. La pirotecnia real seguirá todavía unos cuantos días.

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