Rusia bombardea una escuela de teatro en Mariúpol con 400 refugiados dentro
Ucrania denuncia que miles de personas han sido "secuestradas y trasladadas a Rusia" desde esta ciudad costera
BarcelonaContinúa el ensañamiento ruso contra Mariúpol. La resistencia numantina de esta ciudad portuaria está dejando cada vez más víctimas civiles, con un ejército ruso decidido a todo para tomar el control de la localidad, un bastión clave para controlar todo el acceso al Mar de Azov y completar todo un corredor ruso que una el sur con el Donbás. Incapaz de dominar militarmente aún la ciudad, Moscú ha pasado a una estrategia de desgaste que parece buscar la rendición de la ciudad a base de bombas y más bombas sobre objetivos civiles. Este domingo ha sido el turno de una escuela de arte donde se refugiaban 400 personas, incluidos niños. El bombardeo ruso ha destruido el edificio y se desconocen todavía el número de víctimas.
Se desconoce también todavía cuántas personas murieron en un bombardeo similar, el pasado miércoles, que destruyó un teatro de Mariúpol donde se refugiaba un millar de personas. Ni siquiera la inscripción "Niños" pintada en letras grandes en tierra para alertar a los aviones de combate paró las bombas rusas. Los intensos combates de los últimos días, sin embargo, no permitían todavía saber el balance de víctimas de este ataque, pero se decía que podría haber supervivientes en el sótano del edificio.
Mientras tanto, las autoridades ucranianas denunciaban este domingo también que miles de ciudadanos de Mariúpol "han sido secuestrados por las tropas rusas y trasladados a Rusia", donde habrían sido enviados en tren desde la ciudad costera ucraniana. Algunos habrían sido enviados a la ciudad rusa de Taganrog, situada a unos 100 kilómetros de Mariúpol, y después de pasar por "campos de filtro" habrían sido trasladados a "diversas ciudades económicamente deprimidas de Rusia", según aseguraba Liudmila Denisova, comisaria de Derechos Humanos del Gobierno ucraniano.
"Les han dado unos papeles que les requieren estar en cierta ciudad rusa y dicen que no tienen derecho a salir de allí al menos en dos años, con la obligación de trabajar en un puesto de trabajo específico", afirmaba Denisova sobre algunos de estos ucranianos trasladados a Rusia. Otros simplemente decía que "se desconoce cuál ha sido su destino". En cambio, las agencias de noticias estatales rusas aseguraban que se trataba de centenares de "refugiados" que provenían de Mariúpol y que habían sido acogidos en Rusia.
La responsable ucraniana de Derechos Humanos también denunció que el ejército ruso había "atacado a propósito y cínicamente una residencia de gente mayor" y había matado hasta a 56 residentes en la ciudad de Kreminna en Lugansk, en la zona del este controlada por Rusia. Una quincena de supervivientes de este ataque habían sido "secuestrados por los ocupantes" también, según Denisova.
Segundo misil hipersónico
Según datos de la ONU, hasta 10 millones de personas (de un total de 44 millones que tiene la población ucraniana) se han visto forzadas a abandonar su casa debido a la guerra y la mayoría se encuentran todavía como desplazadas internas, dentro del propio país, a pesar de que más de 3 millones ya han atravesado la frontera buscando refugio fuera de Ucrania.
El adelanto de las tropas rusas, sin embargo, continúa estancado desde hace días. De hecho, el ensañamiento en Mariúpol demuestra la impaciencia por controlar una ciudad que lleva más de tres semanas asediada y rodeada por las tropas rusas. Ante este estancamiento, Moscú ha empezado a usar armamento de nueva generación y este domingo ha lanzado su segundo misil hipersónico, esta vez contra un almacén de combustible en la ciudad de Mykolaiv, al sur. Esta ciudad también hace días que resiste a los embates rusos, que pretendían capturarla como paso previo para ir hacia Odesa, ciudad costera al mar Negro. Precisamente desde sus barcos de guerra ubicados en el mar Negro es desde donde Moscú ha estado lanzando misiles de crucero hacia todo el territorio ucraniano, a pesar de que los misiles hipersónicos se han lanzado desde Crimea, según informa el ministerio ruso de Defensa.
