El economista elegido por Putin para enderezar el ministerio de Defensa de Rusia
Andrei Beloúsov toma la dirección del ministerio de Defensa para dar una imagen de renovación ante el empantanamiento en Ucrania
BarcelonaEl presidente ruso, Vladimir Putin, ha estrenado su quinto mandato con un nombramiento sorprendente: Andrei Beloúsov, un economista sin experiencia militar y que no formaba parte del círculo de poder en el Kremlin, para dirigir el ministerio de Defensa. Sustituye a Serguei Xoigú, el militar que había comandado el ministerio desde el 2012 y que había dirigido la invasión de Ucrania.
La invasión a gran escala de Ucrania en febrero del 2022 debía ser un paseo militar, pero se convirtió en una guerra empantanada y dos años después el Kremlin aún no ha logrado sus objetivos políticos. Desde entonces, han corrido rumores sobre la sustitución de Xoigú, que estuvo en la cuerda floja el verano del año pasado, cuando el líder de la empresa de mercenarios Wagner, Evgeni Prigojin, se rebeló contra él. Prigojin bramó contra la cúpula militar acusándola de inepta, corrupta y responsable de muchos fallecidos, y llegó a amenazar a Moscú con sus tropas. Recibió el perdón de Putin, pero dos meses después del motín él y sus hombres más fieles murieron en un misterioso accidente aéreo.
Evitar una imagen de debilidad
Carmen Claudín, analista del espacio postsoviético de Cidob, ya pronosticó la caída de Xoigú tras el motín de Wagner. “Prigojin no se rebeló contra Putin, sino que lo que pretendía era ocupar el puesto de Xoigú. Y su crítica a la gestión de la guerra de Ucrania le hizo muy popular, porque tenía razón”, recuerda. Putin no podía ceder ante el motín y debía eliminar a Prigojin, como ocurrió, pero debía dejar pasar un tiempo para relevar a Xoigú. "Ahora, con el cambio de mandato y el avance de las tropas rusas en Ucrania, ha encontrado el momento propicio para dar una imagen de renovación del gobierno", explica Claudín. Putin ha dejado pasar unos meses para realizar el relevo sin evidenciar todas las carencias de la estrategia militar rusa en Ucrania y ha puesto el pretexto de la modernización del ejército. A Xoigú le ha dado un cargo destacado en el Consejo de Seguridad, que hasta ahora ocupaba su aliado más cercano, Nikolai Patrushev, exjefe de los servicios secretos del FSB y que ahora vuelve a la sombra. Un relieve sin trauma y que evita una imagen de debilidad.
El nombramiento de Beloussov, de 65 años, un hombre poco conocido en la cúpula del Kremlin, está avalado por su buena reputación como economista y también por el hecho de que es un putinista declarado que defiende la retórica nacionalista rusa sobre la “desucrainización” de 'Ucrania y la necesidad de intervenir para “desnazificarla”.
Lo que no queda claro son sus capacidades militares. Sin embargo, en el estado mayor no ha habido cambios. Como apunta el politólogo ruso Kirill Shamiev, del European Council of Foreign Relations, "los militares no han reaccionado al nombramiento del nuevo ministro: esperan que responda a los compromisos de mejorar los suministros militares y en general la eficacia del ejército. Para ellos no es importante el nombre del ministro. Si no mejoran las cosas, simplemente dirán "Otro ministro que no sabe qué hacer"".
La elección de un economista tiene mucho que ver con la importancia creciente de la economía de guerra en la economía rusa y con la reconstrucción del complejo militar industrial al estilo soviético: queda claro que toda la economía rusa está subordinada al esfuerzo de la guerra. Que esto fuera una de las cosas que contribuyó al derrumbe económico de la antigua URSS no parece entrar en los cálculos de Putin.
Antes del relevo de Xoigú, uno de sus doce viceministros, Timur Ivanov, fue encarcelado acusado de aceptar sobornos. Según el medio independiente ruso Meduza, un factor clave en el relevo de Xoigú fue su enfrentamiento con Sergei Chemezov, jefe de Rostec, uno de los principales proveedores del ejército ruso, al que el exministro reprochaba constantes retrasos en el suministro de armas en la frente. Su mensaje era que si no había más avances en el frente ucraniano era porque la industria militar rusa no era capaz de funcionar a bastante buen ritmo. Chemezov replicó en público hace unas semanas que servían todo el material que pedía el ministerio.
Gasto militar desorbitado
El motivo oficial del nombramiento de Beloussov, según el Kremlin, es que el gasto militar ruso ya tiene un peso similar al de los años 80. El presupuesto del 2024 destina más de 13 billones de rublos a las partidas de "defensa nacional" y "seguridad" nacional", es decir, casi el 40% del gasto público y aproximadamente el 7,6% del PIB. Y de lo que se trata es de hacer este esfuerzo más eficiente, aprovechando la experiencia de Beloussov en el ministerio de Desarrollo Económico (aunque sólo lo dirigió durante un año, entre 2011 y 2012).
La elección de Beloúsov da pistas sobre cómo encara el Kremlin el futuro de la guerra en Ucrania, explica en Foreign Policy el experto en servicios de seguridad rusos Mark Galeotti. “Hay claramente la sensación de que la Rusia de Putin se está atrincherando. Será un conflicto de desgaste, por eso deben concentrarse los recursos nacionales". Como primer viceprimer ministro, Beloúsov supervisó los esfuerzos para aumentar la producción nacional de drones no tripulados de Rusia, que han afectado a las fuerzas ucranianas en el campo de batalla. En tiempos de guerra –dice Galeotti–, el papel del ministro de Defensa es asegurarse de que los generales tienen todo lo que necesitan: “Un papel a medio camino entre controlador y defensor político, y eso son roles que Beloúsov puede. hacer bien”.
Beloúsov es una extraña combinación de la modernización con la ideología más tradicional grande-rusa. que pueda modernizar el ejército ruso y ponerlo a la altura de ganar una guerra que lleva dos años encallada.