Solana alerta del riesgo de que Ucrania se convierta en el escenario de una "guerra entre EE.UU. y Rusia"

El exembajador de EE.UU. en la Unión Europea critica la "falta de liderazgo" de Merkel después de la anexión de Crimea en 2014

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L'exministre Josep Piqué, el exrepresentant de Política Exterior de la UE, Javier Solana, y la exembaixador de los EE.UU. a la UE, Anthony Gardner, al Círculo de Economía .

BarcelonaEl exjefe de la diplomacia europea y actual presidente de Esade-GEO, Javier Solana, ha admitido que su "gran temor" es que el conflicto de Ucrania se convierta en "una proxy war", es decir, "deje de ser una guerra entre Ucrania y Rusia para convertirse en una guerra entre Estados Unidos y Rusia en territorio de Ucrania". "Que Putin empiece a pensar esto" es "el riesgo más grave" que ve quien fue el representante de la política exterior europea durante muchos años, el cual ha puesto como ejemplo las elevadas cifras de gasto que está aprobando el gobierno de Joe Biden para ayudar a Ucrania. "Putin no saldrá perdedor de esta batalla, así que hay que pensar cómo lo hacemos para que sea así. Hay que negociar, negociar y negociar", ha concluido.

Con todo, se ha felicitado por "la unidad y la contundencia" con que ha respondido esta vez la Unión Europea ante la invasión rusa de Ucrania, un punto en que han estado de acuerdo también el exembajador de EE.UU. ante la UE Anthony Gardner y el exministro de exteriores español Josep Piqué, que participaban también en esta sesión de las jornadas del Cercle d'Economia en Barcelona en que se debatía "el momento de Europa".

"La unión Europea es un superpoder", ha afirmado contundente Gardner, que hoy es asesor del Brunskwink Group pero que representó a EE.UU. en Bruselas entre el 2014 y el 2017. Tanto Gardner como Solana y Piqué han destacado la "sorpresa" que ha supuesto, para todo el mundo y para el mismo líder ruso, Vladímir Putin, la unidad europea y también transatlántica demostrada ante el conflicto de Ucrania, sobre todo con las sanciones, a pesar de que algo menos en el tema energético.

"El conflicto en Ucrania es un recordatorio de la gran relevancia de la Unión Europea como actor principal de la seguridad internacional y un recordatorio del estrecho vínculo entre Estados Unidos y Europa", ha dicho Gardner. Un vínculo, sin embargo, que "no actuó suficientemente deprisa ni contundentemente en 2014" cuando Putin se anexionó Crimea. En aquel momento el actual secretario de Estado norteamericano , Antony Blinken, formaba parte de la administración Obama-Biden y participó en las negociaciones, en que "acabó muy frustrado porque él quería que se hiciera algo más, pero se priorizaron medidas graduales que salvaran la cara a Rusia", según ha explicado el exembajador norteamericano a la Unión Europea.

"En 2014 había que hacer más y ya sabíamos qué nos jugábamos", ha insistido. En este sentido, ha criticado duramente la "falta de liderazgo" de la entonces cancillera alemana, Angela Merkel, que no inició la desconexión del gas ruso, sino el contrario, siguió apostando por la construcción del gasoducto Nord Stream 2 para traer más gas de Rusia a su país: "Éramos adictos al gas ruso, como drogadictos, y ahora estamos pagando el precio", ha dicho, a la vez que ha criticado duramente también la decisión de Merkel de impulsar un apagón de las centrales nucleares alemanas que se ha materializado este año –finalizará por completo el próximo 31 de diciembre.

"Occidente está unido, pero se ha quedado solo"

Piqué se ha sumado a las críticas a Merkel y ha afirmado que él nunca se apuntó a la "Merkelmania", a pesar de que en aquel momento "no era políticamente correcto" criticar la cancillera. También le ha reprochado su apuesta por el gas ruso y el apagón nuclear alemán, que ha calificado de "catastrófico", pero ha remarcado que en el actual conflicto el nuevo gobierno alemán "ha hecho un giro histórico" y por primera vez ha aprobado enviar armamento a otro país, rompiendo su política de hace muchos años, y que está dispuesto a elevar hasta el 2% del PIB su presupuesto de Defensa, a la vez que mira de desengancharse de los hidrocarburos rusos.

"Occidente ha actuado de manera compacta, pero se ha quedado solo", ha dicho también Piqué, que ha destacado la posición ambigua que han adoptado muchísimos países como la China o la India, un caso especialmente "sorprendente", pero también países africanos y latinoamericanos. En este sentido, Solana ha avisado del riesgo que el mundo vaya "no hacia una globalización, sino hacia dos globalizaciones", en caso de que China y Rusia avancen en su unión en contra de Occidente y se cree "un mundo desacoplado".

Según Gardner, China ha aprendido dos cosas de este conflicto con Ucrania: "Que si quiere actuar en Taiwán lo tiene que hacer deprisa, y no alargarse como le ha pasado a Rusia en Ucrania", donde está tardando más de lo que se pensaban en lograr objetivos militares, y que se arriesga a pagar un precio como el que ha pagado Rusia con las sanciones occidentales que "han congelado la mitad de sus reservas" en el sistema financiero Swift. Según el exembajador norteamericano, es por eso que China está intentando construir un sistema financiero propio alternativo para protegerse de eventuales castigos como estos. "China quiere crear el efecto Bruselas, que es el de proyectar los valores y estándares europeos en todo el mundo a través del comercio; Pekín quiere tener en el mundo un efecto China como este".

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