Alemania ve más probable un ataque de falsa bandera o un golpe de estado que una invasión de Ucrania

Washington y Berlín muestran sintonía en la advertencia a Moscú en la Conferencia de Seguridad de Berlín

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El secretario de Estado  de los EE.UU., Antony Blinken, y la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock.

Dortmund (Alemania)Hablar sobre Rusia, pero sin Rusia. Esta es la delicada y extraordinaria coyuntura de la Conferencia de Seguridad que desde este viernes y hasta el domingo está teniendo lugar en Munich. Cada año esta cita en la capital bávara se erige en el encuentro informal sobre política de seguridad más importante del mundo. Pero la actual edición viene marcada por cómo Occidente se ocupa de la crisis en la frontera entre Ucrania y Rusia.

Por primera vez en más de 30 años, no existe ninguna delegación oficial rusa que haya viajado a la Conferencia de Seguridad de Munich. “Debemos constatar y lamentar que esta Conferencia se ha ido transformando en los últimos años en un foro transatlántico”, razonó la portavoz del ministerio ruso de Exteriores, Maria Zajarova. Por el contrario, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris; el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski; el canciller alemán, Olaf Scholz, y un centenar de prominentes conferenciantes han confirmado su asistencia.

Las señales de distensión que Scholz captó el pasado martes en su visita a Moscú parecen haberse esfumado. La inquietud por un inminente ataque ruso a territorio ucraniano vuelve a crecer. Así lo ha corroborado este viernes desde Munich el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, cuando ha expresado su "profunda preocupación" porque, si bien su gobierno y el de sus aliados hacen todo lo posible por encontrar una solución diplomática al conflicto, "este no es el camino que elige Rusia". Todo lo que observa actualmente, ha dicho Blinken, es "parte de un escenario que ya está en marcha: crear falsas provocaciones para, después, tener que reaccionar con ellas y, finalmente, perpetrar una nueva agresión contra Ucrania". Por la noche, un comunicado conjunto de los ministerios de Exteriores de Francia y Alemania alertaba también de que Rusia podría intentar construir un pretexto para justificar una escalada militar.

Blinken ha compartido escenario con la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock. Tras el choque que supuso el paso de Donald Trump por la Casa Blanca, la relación entre Estados Unidos y Alemania ha recuperado la armonía. "Baerbock ha hablado con una tremenda claridad moral sobre lo que ocurre en Ucrania y esto es esencial", ha remarcado Blinken. Lo cierto es que Baerbock, en el cargo desde hace dos meses, es quien se expresa con más firmeza al respecto desde el gobierno de Berlín. “Con su concentración de tropas, Rusia expresa una amenaza absolutamente inaceptable. Para Ucrania, pero también para nuestra arquitectura de paz en Europa”, remarcó. "Por eso, esta crisis no es una crisis de Ucrania sino de Rusia", ha precisado. La ministra alemana consideró que, en caso de ataque, el escenario más probable no es el de una invasión a gran escala, sino una "operación de falsa bandera o un golpe de estado". "El escenario de una invasión completa podría ser posible, pero no estoy segura de que sea realmente el escenario más probable", ha afirmado.

Baerbock ha lamentado la retirada de las misiones de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en la zona del Donbass justamente en un momento en el que crecen las tensiones y ha considerado que habría que reforzar las tareas de monitorización y no paso desmantelarlas. "Son los únicos que nos dan información", ha dicho.

Dispuestos a hacer renuncias

La ministra ha insistido en que Alemania está dispuesta a pagar un precio muy alto si Rusia ataca a Ucrania. "Para nosotros, todas las opciones están sobre la mesa, también el Nord Stream 2", ha indicado, insinuando que Berlín podría plantearse la renuncia temporal al gasoducto -aún por estrenar- que une Rusia y Alemania a través del mar Báltico sin pasar por territorio ucraniano.

“Un ataque de Rusia a Ucrania tendría consecuencias financieras, económicas y políticas masivas. Y tenemos otro mensaje importante para Moscú: no queremos en absoluto estas consecuencias. Queremos un diálogo serio sobre seguridad y paz en nuestra Europa común. Queremos minimizar el riesgo de escalada. Justamente por eso hemos elaborado diversas propuestas sustanciales que ahora están sobre la mesa de Moscú. Cada minuto, ahora, hoy, ayer, mañana, queremos hablar de esto. Pero lo que no queremos y lo que no podemos es poner en entredicho la arquitectura de seguridad que entre todos nos hemos dado”, ha razonado.

Entre el público de la conferencia ha comparecido el alcalde de Kiev y ex campeón mundial de boxeo, Vitali Klitschko. "Gracias por los 5.000 cascos militares, pero necesitamos armas de defensa", le ha dirigido a Baerbock. La ministra alemana ha insistido, sin embargo, en que Berlín no enviará este tipo de armamento a la zona de conflicto.

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