Algunas zonas de la Amazonia ya han pasado de absorber gases de efecto invernadero a emitirlos

Un informe de la Organización Meteorológica Mundial advierte de que los niveles de CO₂ en la atmósfera no paran de subir

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Pol.lució en el Japón

La emisión de gases de efecto invernadero siguió aumentando durante 2020 a pesar de las restricciones provocadas por la pandemia del covid-19. Lo dice el informe anual sobre gases de efecto invernadero que ha hecho público este lunes la Organización Meteorológica Mundial (OMM), según el cual la tasa de incremento de CO₂ de 2020 fue incluso superior a la media de la última década.

Durante los últimos diez años el incremento medio anual había sido de 2,4 partes por millón, mientras que en 2020 llegó a ser de 2,5. Eso sí, el incremento entre 2019 y 2020 no fue más elevado que el que hubo entre 2018 y 2019. El mismo boletín estima que las restricciones debido a la pandemia provocaron una disminución del 5,6% de las emisiones procedentes de la quema de combustibles fósiles.

Si se mantiene el actual ritmo de la concentración de gases de efecto invernadero el incremento de la temperatura a finales de siglo superará de largo el objetivo establecido en el Acuerdo de París, bien sea el de limitar el aumento de temperatura en 1,5 grados o en 2. “Estamos muy lejos del camino marcado”, afirma el secretario general del OMM, Petteri Taalas.

Se estima que casi la mitad de todas las emisiones de gases de efecto invernadero emitidas por los humanos llegan a la atmósfera, mientras que la otra mitad es absorbida por los océanos y ecosistemas terrestres. Sobre esto el boletín aporta algunas informaciones preocupantes en el sentido que la capacidad de absorción de algunos de estos ecosistemas está disminuyendo. El OMM habla en concreto del caso de Amazonia, algunas partes de la cual en los últimos años han pasado de ser zonas que tenían un balance de absorción positivo a ser zonas que contribuyen al aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera. El motivo principal de estos cambios podría ser el aumento de los incendios forestales y de las sequías. También se espera que los océanos pierdan capacidad de absorción durante las décadas próximas debido al aumento de la temperatura del agua.

El CO₂ sigue siendo el gas de efecto invernadero más abundante en la atmósfera y se estima que contribuye a un 66% del calentamiento global. El dióxido de carbono se genera básicamente gracias a la quema de combustibles fósiles y a la producción de cemento. Otro de los gases importantes en el efecto invernadero es el metano, que aporta un 16% de este calentamiento. El aumento del metano entre 2019 y 2020 fue superior a la subida de 2018 a 2019. Un 60% del metano que llega a la atmósfera proviene de fuentes antropogénicas como la ganadería vacuna y ovina, el cultivo del arroz, los vertederos o la quema de biomasa.

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