Abierta la veda para denigrar al papa Francisco

Tres artículos de portada, tres, dedica El Mundo a intentar embadurnar el legado del papa Francisco. Nada mal, teniendo en cuenta que el protagonista todavía lo tenemos de cuerpo presente en la basílica de San Pedro. "Las finanzas del Vaticano: ruina y opacidad, el gran fracaso de Francisco", dice uno de los titulares. "La idolatría por Bergoglio como revolucionario resulta hipócrita y ridícula", dice otro, a partir de una entrevista al furioso antiperonista Loris Zanatta. En la pieza, el historiador se despacha a gusto contra el finado, al que acusa de ser un populista contrario a la ilustración y, sobre todo, tremendamente soberbio por una humildad en las formas que acusa de ser solo fachada. Para rematar ese retrato de un impostor, un tercer artículo, ahora del ex primer ministro italiano Enrico Letta, revela una anécdota curiosa: la foto del Papa subiendo al avión cargando él mismo a un maletín –que se hizo icónica– estaba preparada. Es decir, el personal había embarcado ya el adminículo y Francisco insistió a pie de escalera en que él no se movería hasta que se lo llevaran. El articulista sólo tiene palabras buenas para él, y asegura que detrás de ese control de la propia imagen había sustancia, pero el conjunto de todo ello dibuja un Bergoglio entre vanidoso y falsario.

Está bien que El Mundo denuncie la hipocresía que a menudo hay tras los discursos de los poderosos sobre la pobreza, claro que sí. En otro orden de cosas, en la misma portada, una fotografía muestra a Álvaro Pombo acompañado de los reyes de España. Felipe y Leticia parecen escuchar con una genuinísima y sentida atención.