El dilema diabólico de 'El País' para salvar al fiscal general

Hoy El País y El Mundo se lanzaban la artillería por la cabeza. El diario de Prisa acusaba al juez Ángel Hurtado –el magistrado que investiga si el fiscal general filtró un correo sobre la pareja de Isabel Díaz Ayuso– de obviar el testigo de un subdirector deEl Mundo. Según su relato, Esteban Urreiztieta admitió que conoció la propuesta de conformidad del novio antes de que la reclamara el fiscal y eso, a su entender, desmontaría la causa abierta. Sin embargo, el diario rival lo narra de manera muy diferente: "El País se aferra ahora a la información deEl Mundo para intentar salvar al fiscal general". Ellos afirman que su subdirector negó ante el juez que conociera el correo electrónico secreto que ahora se investiga y acusa al diario de contar de forma manipulada lo que han ido publicando ellos sobre el caso. Ambas piezas son café para los muy cafeteros, porque a menos que el lector haya seguido los minuciosos detalles que han ido apareciendo sobre quién ha filtrado qué, ambos artículos acaban siendo una maraña indescifrable.

Pero la gracia es que El País ha estado acusando El Mundo de publicar una noticia falsa y ahora, en cambio, necesita avalar al periodista que la escribió porque eso le permitiría salvar al fiscal general, a considerar de su bando. Los demás, claro, se rabean en eso. Pero es cierto que la pieza en cuestión era, como mínimo, equívoca: el titular de portada daba a entender que Fiscalía había ofrecido a iniciativa propia un pacto al novio de Ayuso, cuando lo cierto es que aceptaban la propuesta de que el comisionista había puesto primero sobre la mesa. Ninguno de los dos medios actúa de forma virginal e inocente. Y, por el camino, temo que queden miles de lectores, cada vez más cansados ​​de esta lluvia constante de reproches mutuos maniqueos que alejan la política (y el periodismo) de la gente.