'Gamers', 'youtubers' y 'tiktokers'. ¿Profesiones de futuro o moda pasajera?

Los nuevos perfiles profesionales que llegan a través de las pantallas

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Molts adolescentes ven factible la opción de vivir de la tecnología o de la presencia en el ámbito digital.

“Creer que esto es una moda es vivir en el año 2005”. Tras esta afirmación categórica está Pol Mallafré, más conocido como Mockudramas, autor del canal de YouTube del mismo nombre. Su arranque sale de “la pasión por la edición de vídeos, que viene de lejos”: “La idea de cortar y montar me flipa desde el primer momento que cogí una cámara”, asegura. De hecho, algunos de sus vídeos más populares ironizan sobre la faceta de un realizador (ver Realizando a la familia real y Realizando a la Guardia Civil), pero también tiene algunos de temas relacionados con la crianza, en Mockufamily (ver Lactancia y El colecho). Mallafré fue el autor, también, de un cortometraje-documental dentro de una serie de reportajes de la BBC Reel sobre los efectos del coronavirus en todo el mundo. The reality of confinement with a four-year-old (La realidad del confinamiento con una niña de cuatro años) enseñaba la convivencia de su familia, que comparte con la actriz y maestra Àngela Monge y su hija, Vera. 

La paternidad explicada de manera humorística es una constante en su producción. Y es uno de los motores de su irrupción como youtuber : “Contra toda vergüenza, siguiendo la ecuación siguiente: voluntad de exposición, más todo el tiempo muerto de la paternidad, más una cámara chula que me había comprado y que cogía polvo sin que hiciera uso de ella. Siempre a la espera del Gran Proyecto. Cosa que no venía nunca”. Así que se decidió a grabar cualquier cosa y publicarlo, y dejar –literalmente, afirma– “de esperar la gran obra que te definirá como artista ante el mundo”. 

Profesión de presente

Lo cierto es que ser tiktoker, gamer o youtuber ya son hoy profesiones para todos los que han hecho de ello una forma de vivir. En solo diez años la digitalización lo ha cambiado todo, sobre todo la manera de consumir audiovisual y de relacionarnos, y el mundo laboral no ha quedado precisamente al margen. Hoy a la pregunta dirigida a los niños de qué te gustaría ser cuando seas mayor ya hay incorporadas en el imaginario profesiones plenamente contemporáneas, como influencer y gamer . Según la XV Encuesta Adecco ¿Qué quieres ser de mayor?, publicada en mayo de este año, sobre una muestra de 1.800 niños y niñas de todo el Estado entre 4 y 16 años, la profesión preferida es la de futbolista (25% de los niños), seguida de la de policía (15,6%), la de maestro (7,7%) y la de youtuber (6%). Las niñas se inclinan por ser profesoras (20%), médicos (16,7%), veterinarias (10,5%) y futbolistas (7%), pero las relacionadas con las plataformas digitales no aparecen en el top 10

Si a esto le añadimos el alto incremento de uso de las redes sociales, no es extraño que para niños y jóvenes los nuevos referentes se encuentren en plataformas como TikTok, Twitch, Instagram y YouTube. Según el informe Aplicaciones y menores: un año atrapados detrás de las pantallas, editado por Qustodio –una plataforma de seguridad y bienestar para las familias–, el tiempo dedicado a las redes ha crecido en 2020 un 76% respecto al año anterior. 

Una excepcionalidad

Roc Massaguer –creador de los canales @outconsumer– es periodista y retransmite contenidos relacionados con videojuegos y reflexiones relacionadas con las redes en los clips que llama outreflexiones. Además, Massaguer había trabajado en la ACB (patronal de los clubes de baloncesto) y es un comentarista profesional del deporte de la canasta, una especialización que también se ve reflejada en YouTube, por ejemplo. Es un veterano –empezó en 2010– y un pionero: “Comentaba los videojuegos porque me gustaba jugar y no tenía amigos ni familia con quien compartir las partidas”. Era un fenómeno que ya se daba en los Estados Unidos. “Lo intenté, y salió bien”, dice. 

A la pregunta de qué te gustaría ser cuando seas mayor ya hay incorporadas profesiones plenamente contemporáneas cómo ser 'influencer ' o 'gamer'.

Però Roc Massaguer dice que “es complicado ganarse la vida de este modo”. La viabilidad de esta profesión “es una posibilidad”, pero tan posible “como ser futbolista y que esto sea tu forma de vida: muy pocos lo consiguen”. Para él hay que distinguir entre “los atletas de deportes electrónicos, que son los mejores en su competición y ganan dinero por premios y están a sueldo de unos clubes”, y los influencers, que “reciben ingresos a través de su presencia en las redes”. Pero, como todo en el mercado, “a medida que hay más gente que se dedica a ello, el pastel se tiene que repartir más, a pesar de que, a la vez, se desarrolla un negocio que va creciendo, y también la audiencia, y esto da más posibilidades a nuevos creadores”. 

“Tiendo a pensar que no se puede vivir de esto, sobre todo si te dedicas al humor, porque a las marcas les da más miedo acercarse”, dice Mallafré. Esto es porque el dinero no proviene de las mismas plataformas, sino de las marcas, que pagan a los influencers para aparecer en sus publicaciones.

Exposición y perfil propio

Tant Mallafré como Massaguer provienen de la formación audiovisual y tienen hijos pequeños. Cómo se trae esta exposición? “Con cautela –dice Mallafré–, y sabiendo que las plataformas son la economía de la atención, capaces de crear monstruos que tenemos constantemente a los bolsillos”. Un golpe hecha la pedagogía de los peligros a las redes, ironiza: “Hemos venido a jugar”. Y sigue: "La mía idea es enseñar todos los peligros que yo pueda reconocer (adicciones, pérdida de privacitat, pérdida de la capacidad de concentración y vulnerabilidades diversas) y recordar que hay que tener una personalidad al mundo real. Algo para sumar. No hay nada más triste en la red que la falta de ideas”. 

Massaguer tiene un hijo y una hija, de 8 y 5 años, y les explica que su trabajo consiste “en hacer vídeos y directos y, a veces, salir en la tele; es lo que hacen los periodistas, explicar cosas a la gente que se interesa por saberlas”. Pero a los jóvenes que querrían dedicarse profesionalmente a ser creadores para las plataformas les sugeriría que no corran en exceso: “Si tienes 14 años no te metas todavía”, porque no recomienda la exposición “hasta que no seas capaz de gestionarla”. “Si a los adultos ya nos cuesta, se tiene que tener cuidado”. Pero el secreto también pasa –como apunta Mallafré– “por crear algo que sea único, que tú puedas hacer, con personalidad”. Es la única vía para hacer “un camino sostenible”. Y sobre todo hace falta que los que se lancen "sean constantes y no lo hagan con la idea de hacer dinero, porque lo más normal es que no lo consigan, y menos a corto plazo”. 

Profesión de futuro

Según los datos aportados por el informe Influencer Marketing Hub, el negocio de la publicidad en las redes sociales creció en 2020 en cerca de 8.200 millones de euros, y se calcula que en el conjunto de España hay 7.500 profesionales dedicados exclusivamente a la creación de contenidos para redes. “La idea de tener un trabajo que te dure 50 años ya ha desaparecido”, dice Mallafré. “Quizás para el mundo esto es un problema, pero para mí es una liberación. Siempre me ha parecido terrible la idea de estar toda la vida en el mismo puesto de trabajo”. Y recomienda: “Hay que aceptar estas nuevas formas de vivir. Si te da dinero, pues ya es una forma de vivir”.

“Para mí –dice Massaguer– la motivación siempre es la misma: ganas de compartir cosas que me pasan, me gustan o se me acuden. Es mi trabajo, pero también es un momento de felicidad poder compartir ideas con otra gente, crear una comunidad, aprender y conocer gente nueva”. Parece claro, pues, y copiando una reflexión de Mallafré, que “mientras haya internet en el mundo, esto será una profesión”. No es el futuro. Es el presente, constante y en riguroso streaming

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