
Dicen que la lotería es el impuesto que tasa la ignorancia en matemáticas. Es decir, que si uno es capaz de visualizar las exiguas probabilidades de llevarse un pico millonario, lo más sensato que puede hacer es invertir aquellos euritos en una horchata bien fresca. La frase es cierta y efectista, pero no cuenta lo imponderable de la ilusión, por vana que sea, que es lo que se paga en realidad. Y, desde un punto de vista estrictamente contable, el mecanismo es que esa pequeña contribución semanal no te hará más pobre y una eventual campanada te cambiaría del todo la situación. En cualquier caso, algunos medios explotan esta ignorancia matemática y seducen con las malas artes de los pescaclicos a los lectores haciéndoles creer que hay una estrategia posible en este juego enteramente de azar.
Miremos este titular deEl Español: "Estos son los números que debe jugar en la Primitiva para tener más opciones de ser millonario, según la estadística". Dejamos diez segundos de respeto para oír el sonido de miles de estadísticos tirándose por la ventana después de arrancarse los ojos al leer tal aberración. Esta disciplina matemática analiza lo ocurrido, pero si el fenómeno en cuestión es azaroso, toda la historia previa no nos da ni una sola pista para saber qué va a pasar a continuación. La moneda puede haber salido cara 5.438 veces seguidas. Pero al próximo intento la cruz tiene todavía el mismo 50% de probabilidades (si es un lanzamiento verdaderamente aleatorio, sin factores que ayuden a uno u otro resultado, se entiende). Hace unos días recibí el correo de una casa de apuestas vendiéndome el tema de tan chapucera manera. Me dio pereza contestar lo que me parecía un insulto a la inteligencia. Pero hay quien asume insultar a las meninges de sus lectores, en nombre de un puñado de clics.