Los mecanismos sutiles de catalanofobia con Jordi Pujol

2 min
Regala este articulo

Tomar todo por la parte siempre comporta un punto, o cuatro, de caricatura. Y las relaciones Catalunya-Madrid van injertadas de este síndrome. Pongamos Madrid como sujeto de una frase y es obvio que nos estamos refiriendo al conjunto de resortes de poder que se acumulan en la capital del Estado y que hacen sentir su puño de hierro, sea con guante de terciopelo o ni tan siquiera sólo eso. Con Cataluña el reduccionismo va por otra parte, y es de carácter moral. Miremos este titular de portada delAbc: "Catalunya busca cómo rehabilitar a Pujol meses antes de ser juzgado por corrupción". ¿Quién es Cataluña? ¿Las instituciones? ¿La gente que sube la persiana? ¿La que no tiene persiana para subir ni puede pagar la calefacción? El subtítulo da una pista sobre lo que entiende el diario que es Catalunya. Habla de "exconvergentes" y "empresarios" y viene a decir que a Salvador Illa ya le va bien recuperar la política de pactos porque eso ayuda a dejar atrás el Proceso.

El expresidente Jordi Pujol junto a su hijo Oriol Pujol en una imagen de hace un año.

A mí me parece que, una vez más, el diario trastea con el peligroso juguete de la catalanofobia. Porque convierte una operación estrictamente política de algunos en una tara moral de todos. Rehabilitar un corrupto, nada menos, según su relato. Me atrevería a decir que un número sustancial de catalanes encuentra una decepción los hechos confesados ​​de Pujol y, al mismo tiempo, es suficientemente maduro para entender que 23 años de obra de Govern no quedan anulados por una deja. Esto puede venderse como rehabilitación, como ponderación ante una figura compleja e, incluso, como gesto de generosidad ante alguien en su último tramo vital. Si el caso afectase a cualquier otra comunidad, hablarían de tal o cual otro partido, de aquella institución concreta o del empresario X, pero con nombre y apellidos. Pero elAbc le basta con escribir Cataluña como sujeto para que su lector, instintivamente, arrupe la nariz.

stats