Nostálgicos y herederos de Franco contra el dictador Sánchez

Vender una promesa de negociación como hecho consumado es la primera jugada que los medios de derecha (y más allá) han implementado en sus ediciones digitales, como primera estrategia de urgencia. No importa que el PSOE tenga una lista de incumplimientos que haría acomplejar a Nacho Vidal: España vuelve a doler. Y eso significa endurecer la dialéctica guerracivilista, que pasa en primer término por señalar a Sánchez ya no como un golpista, sino directamente como un dictador. Ayuso y Abascal han ido a buscar latas de gasolina con una comparación nada inocente y los digitales se han complacido en colocar estos exabruptos antidemocráticos en lo alto de sus portadas. Que los dos abanderados contra las presuntas dictaduras sean dos personajes con escoliosis de tanta curva para evitar condenar el franquismo es la enésima demostración de que el sistema actual de medios permite mantener realidades alternativas e incongruentes. "Eso acaba con el dictador en el banquillo de los acusados o con los que nos oponemos a la cárcel", soltaba el de Vox. Puro discurso del victimismo que explica las patéticas imágenes de manifestantes en Ferraz, incapaces de comprender por qué la policía –¡que soy de los vosotros, macho!– carga contra ellos.

Algunos titulares en la misma línea: “Sánchez el traidor entrega a España al independentismo por siete votos” (Alerta Digital), “Eduardo Inda: «Manifiestarse en Ferraz es justo y necesario, usar la violencia es hacer un favorcito a Sánchez»” (OK Diario, lanzando el cóctel Molotov y escondiendo la mano) o bien “Sánchez consuma el golpe y entrega el Estado a cambio del gobierno” (También OK Diario). Entre esto y quienes cogen el último tuit publicado de Alejo Vidal-Quadras para trazar causalidad con el ataque sufrido, la temperatura sube hasta niveles peligrosos en España. Y no es el cambio climático.