Los nuevos derechos de la NBA apuntan a un cambio radical en el tablero mediático
Disney evalúa si vender acciones de su canal ESPN en la liga americana de baloncesto
Nueva YorkLa temporada regular de la NBA empezó la semana pasada, con estrellas como LeBron James o Nikola Jokic iniciando la larga campaña para conseguir un título. Pero la jugada que tendrá consecuencias a más largo plazo para la liga, y para el panorama mediático, se está disputando fuera de la pista.
Las empresas que poseen los derechos de los partidos –Disney, propietaria de ESPN y ABC, y Warner Bros Discovery, la compañía madre del canal TNT– pagan entre ambas 24.000 millones de dólares por disfrutar durante nueve años del privilegio de ofrecer los partidos. Pero sus contratos expiran después de la próxima temporada y la NBA tiene la esperanza de doblar con creces el dinero a recibir. No será fácil. Tras décadas en las que las ligas deportivas han amasado cifras récord por sus derechos, existen síntomas de que las compañías mediáticas y tecnológicas están bajo una presión creciente para que justifiquen las cantidades desorbitadas que se gastan. Los tipos de interés se mantienen elevados y Wall Street exige beneficios por encima del crecimiento, en un marco en el questreaming ha reconfigurado la industria del entretenimiento.
“Creo que, en esta era que se está acabando, éste será el último de los grandes acuerdos”, declaró John Kosner, asesor de medios deportivos y start-ups tecnológicas, después de dos décadas de carrera como ejecutivo en el canal deportivo ESPN. La liga de fútbol americano (NFL) es la más cara del mundo y no logró doblar el importe de sus derechos cuando firmó nuevos acuerdos en el 2021. Y esto era antes de que la bolsa entrase en declive, los intereses crecieran y se declararan guerras en Europa y Oriente Próximo.
Disney ha sufrido recortes extremos y oleadas de despidos este año, y su ejecutivo jefe, Robert A. Iger, ha declarado que la compañía está considerando “opciones estratégicas” que implicarían vender acciones de ESPN. Asimismo, Warner Bros Discovery también ha recortado gastos y confesaba en agosto tener una carga de deuda cercana a los 50.000 millones de dólares, después de haber consumado la fusión entre ambas compañías.
El escenario más plausible, de acuerdo con fuentes conocedoras de las negociaciones, es que ambas empresas firmen acuerdos con la NBA, pero para retransmitir un menor número de partidos. Entre ambas, cada temporada ofrecen hasta 160 partidos de la liga regular, aparte de playoffs y finales. La mayoría se ven a través del cable (en ESPN y TNT), menos unos cuantos que se dan gratis en televisión en abierto ABC.
Para ambas empresas, los derechos de la NBA todavía representan una potente herramienta de negociación con sus principales clientes: las compañías de cable y satélite. Estas distribuidoras pagan miles de millones de dólares a Disney y Warner Bros Discovery por poder integrar sus canales, contando que retransmitirán los partidos de baloncesto. Comprar en la liga un paquete de partidos, además, ayudaría a ambos grupos a hacer la mutación hacia elstreaming. Warner Bros Discovery ha añadido recientemente un paquete de deportes en directo a su plataforma a demanda, Max, mientras que ESPN ha anunciado que también se plantea trasladar ESPN al ámbito digital.
Otros mercados
Pero hay muchos números que ambas empresas no sean las únicas en emitir partidos de la NBA. Si finalmente compran menos partidos, la liga podría crear un tercer paquete, o incluso un cuarto, con las citas descartadas. Y los compradores más probables serían Amazon y la NBC, de nuevo según fuentes conocedoras de las negociaciones. Por el contrario, altos directivos de Fox, CBS y YouTube han declarado que es difícil que acaben acudiendo a esta subasta con ofertas serias. Las intenciones de Netflix y Apple son menos claras, y Netflix ha explicado más de una vez que no está interesada en pagar los precios que pide la NBA. En el caso de Apple, su estrategia implica comprar todos los derechos, internos e internacionales, de las ligas que compra (como la de fútbol en Estados Unidos), algo que no es posible hacer en el caso de la NBA, pero la fragmentación de paquetes.
En cambio, Amazon y la NBC son partners atractivos para la NBA por razones muy distintas. Para toda una generación, la mayoría de partidos de la liga de baloncesto sólo han estado disponibles si contratabas un paquete de televisión por cable. Pero esa línea de negocio está en declive. Si hace una década había en EEUU 100 millones de hogares con algún servicio de cable, hoy ya sólo rondan los 70 millones. Esto ha provocado que las televisiones tradicionales –por ondas– sean todavía las que tienen mayor distribución y, en consecuencia, hayan ganado atractivo. Dado que la CBS y la Fox no se animan, la NBA podría querer que al menos en la NBC se emitan varios partidos, para asegurar la cobertura más generalizada.
En cuanto a Amazon, se ve improbable que la NBA –con fama de ser pionera y amante de los avances tecnológicos– firme sólo acuerdos de derechos con medios tradicionales. Y el gigante dirigido por Jeff Bezos ha expresado más de una vez interés en la NBA. También le juegan a favor las buenas críticas por cómo ha gestionado los partidos de la NFL de los jueves.
La liga tiene otros activos con los que negociar. Hay muchos partidos de la NBA que no se emiten en el conjunto de Estados Unidos, sino que lo hacen sólo en los respectivos mercados locales de los equipos implicados, puesto que hay clubes que controlan sus derechos individualmente. Tradicionalmente los han vendido a redes regionales de deportes, pero éste es un sector en declive, por lo que los clubs buscan alternativas.
Si finalmente cierra la gestora de derechos Diamond Sports –que se ha declarado en quiebra–, la NBA podría recuperar de repente el control de casi la mitad de los equipos. Si esto ocurre, podría revender algunos de estos derechos a un socio nacional. Pero esto le obligaría a navegar en medio de una red de 30 acuerdos locales y dejaría fuera, además, a algunos de los equipos de perfil alto, como los New York Knicks o Los Ángeles Lakers, que tienen acuerdos locales a largo plazo.
La NBA también puede vender algunos derechos internacionales. Y en países en los que hay fiebre del baloncesto, como China, esto podría ser extremadamente valioso, especialmente para las compañías americanas que buscan abrir nuevos mercados. Pero la liga, la única de EEUU que vende sus derechos internacionales directamente, en vez de trabajar con terceras partes se inclina más por subastar estos derechos país por país, buscando la opción más provechosa en cada territorio.
Pero la jugada más revolucionaria, si la NBA quiere hacer algo que abra camino, podría pasar por su veterano socio ESPN. Disney ha negociado en los últimos meses vender parte de las acciones a fondos de inversión, empresas tecnológicas, compañías de telecomunicaciones y ligas deportivas. Y ha concluido que si debe ceder parte de su propiedad, una liga o más serían las candidatas ideales, como parte de una relación a largo plazo, según detallan dos personas que están en el caso de los planes de ESPN. El valor del canal se mueve entre 25.000 y 50.000 millones. Disney, en este sentido, no buscaría tanto dinero como contenidos exclusivos. A cambio, el canal está dispuesto a integrar las operaciones en las redes sociales de la NBA en su plataforma o elaborar contenidos sobre el deporte en cuestión.
@The New York Times