Una orquesta ucraniana, un 'tiktoker' inglés y un dúo italiano que enamora, favoritos para ganar Eurovisión

Las apuestas también sitúan a España como una de las principales candidatas de la edición de este año

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La Kalush Orchestra, favorita por Eurovisión

BarcelonaDespués de años repitiendo el mantra de que Eurovisión es un concurso estrictamente musical, la edición de este año promete ser la confirmación de que la política, de una manera u otra, siempre se cuela entre canción y canción. Las casas de apuestas aseguran que ahora mismo la gran favorita para llevarse el micrófono de cristal es Ucrania, una victoria que no solo estaría vinculada a la calidad de su propuesta, sino, sobre todo, a la guerra que sufren los ucranianos desde que en febrero Rusia lanzó una invasión de gran escala en el país. ¿Se convertirá Eurovisión en un clamor unitario de Europa contra Vladímir Putin? La respuesta se sabrá este sábado, una vez hayan actuado en el escenario del estadio Pala Alpitour de Turín los 25 finalistas del concurso.

La participación de Ucrania en la 66.ª edición de Eurovisión ya estuvo accidentada antes de que empezara la guerra. Inicialmente, la representante en el festival tenía que ser Alina Pash, una cantante de 28 años surgida de un talent show que convenció a la audiencia con una propuesta que reivindicaba el orgullo del pueblo ucraniano. Shadows of forgotten ancestors era, en palabras de Pash, "un himno de unidad en un mundo sin guerra, una canción patriótica sobre Ucrania, los ucranianos y la grandeza del país, progresista y lleno de talento". A pesar de que un tema de estas características parece perfecto para representar a Ucrania en el momento actual, esta no será finalmente la canción que irá al festival. Después de que se hiciera público que Pash había viajado a Crimea en 2015 –un viaje prohibido si no se tenía un permiso especial–, la televisión pública ucraniana decidió cambiar de representante y eligió a la Kalush Orchestra, que competirá con el tema Stefania. La canción, que el líder de la banda, Oleh Psiuk, escribió como homenaje a su madre, se ha convertido casi en un himno de resistencia para todos los ucranianos.

En los días previos a Eurovisión, Oleh Psiuk ha reconocido que con el estallido de la guerra la canción, que mezcla folk, hip hop y electrónica, ha adquirido una nueva dimensión. De este modo, los ucranianos consideran que Stefania es, por un lado, una metáfora de Ucrania como la madre de todos los ciudadanos del país y, por el otro, un canto a "todas aquellas personas que echan de menos a sus madres y más en estos momentos de guerra, en los que quizás no están presentes". La Kalush Orchestra, que según las apuestas recogidas por Eurovision World tiene un 49% de posibilidades de ganar el concurso, cantará ante Europa sin la presencia de Rusia en el festival, puesto que se la decidió expulsar después de la invasión en Ucrania.

España, ¿este año sí?

Después de años sin salir del pozo de los últimos lugares de la clasificación, las casas de apuestas dan a España la esperanza de hacer un papel decente en esta edición de Eurovisión. La espectacularidad del número de Chanel y el tema SloMo hace que los eurofans españoles estén convencidos de que este año no tendrán que pasar vergüenza cuando empiece el reparto de votos, siempre que los juegos de geopolítica no decidan hacer la zancadilla a España, que actuará en décima posición en la gala.

Según Eurovision World, Chanel es la quinta favorita para llevarse el micrófono de cristal y tiene un 4% de posibilidades de ganar Eurovisión. Un buen resultado en el festival sería una recompensa gratificante para la candidata de España, que se tuvo que enfrentar a todo tipo de críticas y comentarios racistas cuando fue elegida contra pronóstico y en detrimento de otras propuestas más populares, como la de Rigoberta Bandini o Tanxugueiras. La confianza de los eurofans es tan grande que en un deje de optimismo el primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha postulado la ciudad como posible sede de Eurovisión en el caso hipotético de que España ganara. En una entrevista con La 2 y Ràdio 4, ha asegurado que Barcelona tiene experiencia en grandes eventos musicales y que el Palau Sant Jordi podría ser un buen lugar para acoger el festival. Además, ha recordado el vínculo de Chanel con Catalunya, puesto que la cantante se crio en Olesa de Montserrat. Si la victoria cae finalmente del lado de España, Barcelona tendría que competir con Valencia, que también quiere ser ciudad eurovisiva, como explicó su alcalde, Joan Ribó, hace unos días.

Una de las que podrían estropear las buenas expectativas en España es Grecia, que los últimos días le ha disputado la quinta posición en el ranking de las casas de apuestas. La cantante greconoruega Amanda Georgiadis Tenfjord competirá con la balada Die together, un tema que habla sobre el final de una relación y que ha escrito ella misma con Bjørn Helge Gammelsæter. Georgiadis nació en la ciudad griega de Ioánina, pero a los tres años se trasladó con su familia a Tennfjord, una localidad noruega.

Dejando de lado la competencia de Grecia, las casas de apuestas sitúan por delante de Chanel a dos países que, como España, también forman parte de los big five, es decir del grupo de participantes que tienen garantizado su paso a la final. Sorprendentemente, Reino Unido, que en la edición pasada fue duramente castigada y quedó última, aparece como la segunda mejor posicionada para ganar. El hombre que podría conseguir el milagro es Sam Ryder, un cantante que se hizo popular por sus versiones en TikTok y que tiene seguidores de renombre como Alicia Keys, Sia y Justin Bieber. Ryder, que cita a Elton John como una de sus influencias, escribió Space man, la canción con que competirá, durante la pandemia.

La otra gran favorita de Eurovisión es Italia, anfitriona de la edición de este año, que con el dúo de Mahmood y Blanco tienen casi garantizado un buen resultado en el certamen. La balada Brividi, un tema de amor cantado por dos hombres, tendrá una puesta minimalista, según han explicado los dos cantantes. Después del triunfo del año pasado con Maneskin, Italia ha confiado en una pareja formada por un veterano de Eurovisión –Mahmood ya participó en 2019 con Solde y quedó segundo– y un rapero que empezó su carrera publicando un EP en SoundCloud.

El ranking de los cinco países con más opciones de ganar el festival se completa con Suecia, que participa con Hold me closer, de Cornelia Jakobs. La propuesta sueca es una balada con subidas épicas y, si ganara, permitiría que Suecia empatara con Irlanda, que este año no ha llegado a la final, como el país que más veces ha conquistado el micrófono de cristal. La actuación de Jakobs dejó muy buenas sensaciones en la segunda semifinal del concurso, en la que también actuó otra de las sorpresas de esta edición, la República Checa. We Are Domi convirtieron el escenario en una fiesta electrónica con la canción Lights off y serán los encargados de dar el pistoletazo de salida en la final de este sábado.

Sea quien sea el ganador de esta edición, Eurovisión continúa siendo uno de los grandes acontecimientos audiovisuales del año. El furor de los eurofans españoles alrededor de Chanel podría provocar una subida de la audiencia de la retransmisión que La 1 hace del festival. El récord de audiencia todavía lo tiene la edición de Rosa López y Europe's living a celebration, que logró una cuota del 80,4% y más de 12 millones de espectadores. Parece improbable que en 2022 una retransmisión televisiva pueda registrar unos datos tan espectaculares, pero ¿podrá emular la cubanocatalana la séptima posición conseguida por la extriunfita?

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