Piruetas y escoliosis con los datos del independentismo

A veces las manipulaciones son tan sutiles como eficientes, y se esconden en el significado de los verbos, que son tan laxas como decida el periodista con ánimos de retorcer la realidad hasta que se adapte a su conveniencia. Titula en portada laAbc: “El independentismo fracasa en las grandes ciudades y sólo resiste en el campo”. Hablemos de este fracasa y hablemos de este resiste.

Empecemos por el fracasa. En Barcelona, ​​el independentismo ha sumado el 40% de los votos. En Badalona, ​​con una composición demográfica muy marcada por las oleadas migratorias españolas de los años 60, supera el 30%. En Terrassa, el 37%. De acuerdo, el independentismo no llega al 50%, pero no son malos resultados, ni es una opción residual. Y qué decir de resiste? En muchos municipios pequeños y medianos es una opción que arrasa, con más del 75%. Esto por no hablar de cómo el diario contrapone “las grandes ciudades” y “el campo”, una denominación esta última equívoca –a partir de cuántos habitantes quieren decir?– y que está pensada para retratar al votante independentista como alguien con azada y barretina , alguien perteneciente al pasado y, en su visión catalanófoba, no muy educado. En un puñado de ciudades medias, entre 20.000 y 50.000 habitantes, el independentismo es hegemónico: pienso en Banyoles (77%), Vic (70%) u Olot (72%). Otra trampa delAbc para poder escribir que el independentismo obtiene en Barcelona "su peor resultado histórico" es contar la CiU de Pujol en los años 80, 90 y 2000. Han olvidado, intencionadamente, que uno de los precios del pescado al empollo era precisamente hacer de tapón al sentimiento independentista, ser un muro de contención. La combinación entre verbos connotados, datos escogidos como quien cosecha sólo los higos más dulces del árbol y sumas muy arbitrarias pinta un cuadro como mis dibujos de primaria: incomprensible. Y no informa al lector.