El PP y 'El Mundo', pillados in fraganti

Silvia Intxaurrondo gana definitivamente la batalla judicial que mantenía contra El Mundo, en cuanto el diario deberá rectificar una noticia falsa que vinculaba su renovación a RTVE con la entrevista dura que le practicó por esas fechas al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. El rotativo presentó recurso, pero se ha inadmitido, por lo que la sentencia del Supremo se vuelve firme. Más allá de la mala praxis evidente, hay dos detalles que explican muy bien cómo funciona la prensa española atrincherada y trinchera. Resulta que el PP entró una pregunta parlamentaria en el Congreso para pedir explicaciones sobre el escándalo que publicaba El Mundo. El registro indica que se cursó esta petición el 1 de marzo del 2024. Pero, ay, la noticia a la que hacía referencia y que tanto les había escandalizado en realidad no apareció hasta tres días más tarde. Por tanto, o sus señorías del PP tienen unas dotes adivinatorias que harían palidecer a Aramis Fuster, o bien había una conexión directísima entre partido y medio de comunicación, pero el diario se olvidó de avisar de que retrasaría la publicación de aquella bola. Dime poco sensible a las energías cósmicas y la influencia de los astros, pero yo me inclino más por esta segunda opción.

La otra cuestión es el silencio clamoroso que, sobre este caso, ha mantenido la Asociación de la Prensa de Madrid, una entidad muy locuaz cuando se trata de denunciar la presunta persecución de periodistas de la derecha. Todo ello evidencia un sistema perverso, en el que el PP tira de medios de comunicación que considera propios y con los que realiza campañas coordinadas, como ha quedado patente ya la vista. Y, como guinda, si conviene lo judicializan de la mano de alguno de esos sindicatos ultras que también son instrumentos suyos de poder. Todo muy higiénico y edificante.