"Los problemas de la gente" y la monarquía

En los años centrales del Proceso, una de las invectivas más habituales que recibía el movimiento independentista era la de acusarle de no hablar "de las cosas que interesan a la gente" y centrarse en bagajes como la identidad, la lengua o la supervivencia de la cultura propia. Bien, este domingo tres diarios de Madrid –sí,El Mundo,La Razóny elAbc– consideraban que la foto de portada debía ser el primer día de instrucción naval de la futura (o futurible) reina Leonor. No me hace falta realizar una encuesta entre la sociedad española para asegurar que el nivel de preocupación de la parroquia por los conocimientos marinos de la heredera debe estar en posición 34.216 o similar. He mirado a los periódicos de los últimos diez días. En siete ocasiones, siete, algún tema sobre el rey o su familia ocupaba un espacio de la primera página de alguno de estos diarios (o de los tres). Es un 70% de los días. Hay patos destinados a ceder por favor su hígado en forma defoiea quienes no hacen tragar tanto pienso. La inmensa mayoría de los temas, por no decir todos, no tienen ninguna afectación en el gobierno del Estado, sino que pertenecen a la esfera simbólica. Y, evidentemente, están pensados ​​para reforzar la idea de que la Corona es una institución de una utilidad inapelable, a pesar de que cueste percibirlo más allá de las portadas de papel prensa.

Que Leonor sepa manejar una fragata de guerra es irrelevante: será la última persona en toda la piel de toro que se verá en la tesitura de pilotar una nave del ejército, que manda sólo nominalmente. Pero los titulares lame de este domingo buscan –como el grano que se desliza impávido por el tubo metálico hasta el cuello de la oca– engordar el hígado del lector hasta hipertrofiarlo. No sea que, más que preocuparse por si sabe distinguir entre la botavara y el bauprés, se empiece a cuestionar si en pleno 2025 tiene sentido una institución así.