La comedia de situación clásica ha sido desterrada de las plataformas durante años. Aún así, todavía hay gente que se atreve con el género y obtiene buenos resultados. Clásicos modernos , una producción de Ryan Murphy que llega este viernes a Disney+, es un ejemplo de que la sitcom clásica bien hecha aún puede funcionar. Creada por los responsables de Will & Grace , una de las últimas comedias de situación que triunfaron de forma generalizada, la serie ha sido definida como Las chicas de oro gay, ya que los protagonistas son tres amigos homosexuales entre los 40 y los 60 que deciden vivir juntos cuando un cuarto miembro del grupo muere. El grupo se instala en la casa de Palm Springs de la madre de uno de ellos, con la que convivirán. Nathan Lane es el actor principal de un reparto que también cuenta con Matt Bomer ( Fellow travelers ), Nathan Lee Graham, Pamela Adlon y Linda Lavin.
La comedia amable y acogedora que te salvará las vacaciones de Semana Santa
Netflix ha estrenado 'Al norte del norte', una serie ambientada en un pequeño pueblo del Ártico canadiense


BarcelonaLos zombies de The last of us, la angustia capitalista de Severance o el terror tecnológico de Black Mirror no invitan precisamente a relajarse. La ficción televisiva actual no permite ser optimista con el rumbo del mundo, pero de vez en cuando aparece alguna chispa de luz que hace mirar la vida con algo más de alegría, aunque sus aspiraciones artísticas sean menores. Es el caso deEn el norte del norte (Netflix), ambientada en el Ártico canadiense y protagonizada por una joven inuit. La serie, pensada para los espectadores que busquen una ficción acogedora, es relativamente corta –una temporada de ocho episodios de media hora–, lo que hace que sea perfecta para verla durante las fugaces vacaciones de Semana Santa.
Siaja (Anna Lambe) tiene 26 años, pero lleva mucho tiempo viviendo una vida adulta: se casó nada más acabar el instituto con su primer y único novio, Ting, y tiene una hija de 7 años, Bun. Su infancia y adolescencia tampoco fueron fáciles porque es hija de madre soltera con problemas de alcoholismo, ahora ya superados. Con este panorama, y ante la constatación de que su marido es un narcisista de manual, Siaja toma la determinación de cambiar su vida de arriba abajo separándose y consiguiendo trabajo en el centro comunitario del pueblo. El único inconveniente es que en el pequeño pueblo de Ice Cove todo el mundo sabe la vida de todos y tiene su opinión al respecto. En el norte del norte se mueve dentro del territorio de las series que alaban las relaciones humanas y la vida de pueblo y, además, permite echar un vistazo a la vida de la comunidad inuit, diseminada por Canadá, Alaska y Groenlandia y muy poco representada en la ficción televisiva.
En el norte del norte es una coproducción de la televisión pública canadiense, la CBC, y Netflix, que es quien distribuye la serie más allá de las fronteras canadienses. Cinco días después de su estreno, la serie ya está en la cuarta posición de las ficciones más vistas en la plataforma en España.
Buscando la autenticidad
Uno de los objetivos de las responsables de la serie, Stacey Aglok MacDonald y Alethea Arnaquq-Baril, era buscar la autenticidad en cuanto a la representación de la comunidad inuit actual, de la que forman parte. El rodaje tuvo lugar en Iqaluit, la capital del territorio del Ártico canadiense de Nunavut, el más poblado. En vez de centrarse en un pueblo real, ambas guionistas decidieron crear uno ficticio, Ice Cove, para "capturar mejor la diversidad de la vida inuit en toda la región", explican desde Netflix. "Queríamos hacer una serie que fuera verosímil y real tanto para nosotros dos como para los inuits de todas partes. Queremos que los inuits de todas partes se sientan vistos y representados", dice Arnaquq-Baril. De hecho, la serie es la primera de esa magnitud que se rueda en el Ártico.
Teniendo en cuenta la dificultad de rodar en un territorio marcado por la nieve y el hielo, la producción construyó en Iqaluit dos de los escenarios interiores que más aparecen en la serie, el centro comunitario y la tienda que regenta la madre de Siaja, Neevee. El resto de escenarios interiores se construyeron en Toronto, se desmontaron por piezas y se enviaron a Iqaluit, donde se montaron de nuevo.