Siguiendo los pasos de Carlos Mazón
El domingo por la noche, después del 30 minutos Salir del barro, se emitía otro reportaje que tenía por título la pregunta que más se ha repetido en los medios de comunicación en el último año: ¿Dónde estaba Mazón? En resumen, resumía el objetivo del programa: tomar todas las piezas disponibles sobre los movimientos de Mazón aquel fatídico día de la dana del 29 de octubre, recopilar todas las declaraciones al respecto e intentar encajar el rompecabezas para sacar conclusiones. Un trabajo de investigación deEldiario.es que comienza con uno de los periodistas copiando en una pizarra todas las horas en las que el propio Mazón explicó lo que había hecho. Después van completando el cronograma con otros datos, pruebas y versiones. Entre el rato de la famosa comida en El Ventorro y su reaparición en el Cecopio, hay una misteriosa franja en blanco. Al margen de intentar seguir los pasos del presidente de la Generalitat Valenciana, el reportaje permite revisar el desarrollo de la catástrofe. La jefa de meteorología de À Punt explica que cinco días antes, según las previsiones, advirtió del temporal a sus compañeros de la televisión para planificar la forma en que informarían.
El reportaje utiliza unas transiciones narrativas devastadoras: una lista interminable de las llamadas que iba recibiendo el servicio de emergencias va atravesando la pantalla a toda velocidad, indicando la hora y la denuncia de los ciudadanos. Es un recurso visual muy potente que corrobora el caos y el alcance de la tragedia desde temprano.
El reportaje entrevista a los expertos de diferentes ámbitos para que den su versión de los hechos, confrontando las declaraciones con las de Carlos Mazón, la vicepresidenta Susana Camarero y la consejera Salomé Pradas. También revisa con detalle las imágenes de archivo: recupera una escena del centro de coordinación donde Pradas toma nota de la emergencia en el barranco del Poio a las doce y media del mediodía. Hacen un zoom sobre el papel en el que escribe. Más allá de no escribir correctamente el nombre del sitio, se confirma el conocimiento que tenían de la situación.
Sobre la misteriosa franja en la que nadie sabe qué hacía Mazón, este mismo lunes los medios se hacían eco de una nueva versión que podría complementar la del reportaje. ¿Dónde estaba Mazón? insinúa que el presidente se fue a casa a hacer una gacha. Y ahora se ha publicado que acompañó a la periodista Maribel Vilaplana en el parking. En este punto, más que la cronología y los detalles de los hechos, el escándalo que debe trascender es la desaparición de imágenes de cámaras de seguridad y de informes de llamadas con las que se ha topado el trabajo periodístico. También la prohibición del acceso a documentos oficiales que deberían ser de consulta pública y el hecho de que la televisión pública valenciana haya negado el uso de sus imágenes para que el reportaje no pueda utilizarlas. Una flagrante vulneración del derecho a la información que debería convertirse en una nueva investigación y otra denuncia televisiva.
