Juntos ante el silencio en las portadas
En su intento de no ser avanzado por el carril de la (ultra)derecha por Aliança Catalana, Junts da un golpe de efecto y rompe con Sánchez. Potencialmente, está en juego liquidar la legislatura e ir a unas elecciones en las que la derecha más dura se apunta como victoriosa, al menos según los sondeos de prensa. No sorprende, por tanto, que los cuatro diarios de Madrid abran portada con este asunto. Vale, El País lo intenta minimizar diciendo que es una "amenaza", pero el resto ven el trigo en el saco, atado, religado y convertido en palomitas de felicidad listas para ser atrapadas cuando Sánchez tenga que hacer las maletas. Por eso es curioso que ni La Vanguardia ni El Periódico les dediquen una sola línea en primera página. ¿No lo han considerado lo suficientemente relevante? ¿La relación entre estos medios y la formación de Puigdemont es tan tensa que no quieren concederles esta recompensa mediática, el único rédito que tal vez podrán obtener los puigdemontistas con esa gesticulación de ruptura? Son dos medios cuya línea editorial ha apoyado tradicionalmente al pez al cuerno, así que el silencio portádico puede interpretarse como una amonestación por haber salido del recto camino de la negociación con España.
El gran ganador de este movimiento no aparece consignado en las portadas, pero no es otro que Aliança Catalana, que está haciendo bailar Junts al son de su música. Mala cosa. Se habla mucho de la incapacidad de la izquierda para tener un relato válido en estos tiempos. Pero a los partidos que tienen sangría directa de votos hacia la ultraderecha también les aprieta mucho el cuello de la camisa y, para detener la fuga, corren el riesgo de ser percibidos como una tímida copia así que, por tanto, mejor votar el original. Es un dilema nada menor, el que tienen por delante. Y será interesante ver el impacto en el puñado de medios que hasta ahora les amaban (o toleraban) por ser garantes del bloque de investidura.