Las criticamos pero las miramos: la audiencia de las galas de premios remonta
Las retransmisiones de ceremonias como Gaudí, Goya o Oscar están recuperando espectadores
BarcelonaEs una tradición televisiva que muchos espectadores siguen, básicamente, por criticar. Hasta hace poco parecía que las galas de premios, fueran Oscar, Goya o Gaudí, no daban réditos televisivos y estaban de capa caída, pero en los últimos años los datos de audiencia indican lo contrario: la sangría de espectadores se ha detenido y, en algunos casos, incluso se ha detectado un repunte del. El ejemplo más claro y cercano son las ceremonias de Gaudí y Goya de este año, ya que ambas han mejorado su cuota de pantalla.
La noche en que El 47 se convirtió en la gran ganadora del cine catalán fue seguida por 263.000 espectadores y obtuvo un share del 18,4%, la mejor de los últimos nueve años. Son también unas cifras superiores a las de la edición de 2024, cuando la gala, que se emite por TV3, la vieron 210.000 personas y el share fue del 14,8%. Aunque no alcanza los máximos que obtuvo la décima edición de los Gaudí –el año del triunfo de Carla Simón con Verano 1993, la gala tuvo 377.000 espectadores y uno share de 17,4%–, sí puede considerarse un indicador de que las galas ya no generan el desinterés o el rechazo del pasado.
El caso de los premios Goya, que se emiten a través de La 1, es aún más evidente. Tras el mínimo que registraron en el 2021, cuando se quedaron en un triste 15,6% de cuota de pantalla, las audiencias experimentaron un claro y progresivo ascenso. La ceremonia presentada por Leonor Watling y Maribel Verdú registró un share del 24,4%, el mejor de los últimos cinco años, aunque está lejos del máximo obtenido en 2019, que fue del 26,2%.
Una tendencia también internacional
El aumento de las audiencias detectado en España también tiene un reflejo internacional. La última gala de los Oscar, que se emitió por televisión a través del canal ABC y por primera vez también por estríming a través de la plataforma Hulu, ha experimentado un repunte que se suma al crecimiento progresivo de los últimos cuatro años. Según la consultora Nielsen, la audiencia total de la ceremonia sumando las distintas ventanas fue de 19,69 millones de espectadores, 200.000 espectadores más que en 2024, cuando 19,49 millones de espectadores siguieron la entrega de premios. Cabe señalar que las cifras de este año son las mejores de los últimos cinco años: en 2020, la última gala antes de la pandemia, 23,64 millones de espectadores vieron la victoria histórica de la película surcoreana Parásitos. La audiencia bajó radicalmente con la pandemia: en el 2021, el año de la primera ceremonia desde el inicio de la cóvid, vivió su mínimo histórico con 10,4 millones de espectadores. Superado ese mal momento, las audiencias se han ido recuperando progresivamente.
También ha experimentado una mejora la celebración de los Emmy, que cada año premian las series más destacadas. En la última edición, que tuvo lugar en septiembre de 2024, 7 millones de espectadores vieron cómo Shogun ganaba el premio a mejor serie dramática. Esta cifra significa un aumento del 55% respecto al año anterior, cuando los premios vivieron el mayor bache de su historia y se quedaron con 4,46 millones de espectadores. Otra gala que puede presumir de una buena recuperación es la de los Globos de Oro, que en 2025 ha tenido una audiencia de 10,1 millones de espectadores, un 7% más que la de la anterior edición, que registró 9,4 millones de seguidores. En el caso de los Globos de Oro, el repunte de audiencia no es sólo importante televisivamente sino que también indica una pequeña recuperación de prestigio después de los escándalos protagonizados por la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, que era la encargada de organizar los premios hasta entonces.
Aunque las cifras de seguimiento de las galas estén mejorando, cada vez es más habitual que algunas de estas ceremonias, normalmente las menos populares, se ofrezcan a través de plataformas de estríming. Uno de los casos recientes es la celebración de los Premios del Sindicato de Actores, que este año se pudo ver exclusivamente a través de Netflix con Kristen Bell como maestra de ceremonias. En las últimas semanas, los medios norteamericanos apuntaban la posibilidad de que sea esta misma plataforma la que emita la gala de los Oscar después del desacuerdo económico entre la Academia del Cine de Estados Unidos y Disney, grupo propietario de ABC, que ofrece la gala de premios desde la década de los 70. El actual acuerdo entre la Academia y el grupo0. Disney no está dispuesto a pagar más por la ceremonia, mientras que Hollywood busca aumentar sus ingresos. Con 300 millones de suscripciones en todo el mundo, Netflix parece ser la única plataforma con capacidad para responder a las demandas económicas de los Oscar.
