El pasado mes de marzo Telecinco estrenó una presentador virtual para el programa Supervivientes. La modelo femenina creada con IA y llamada Alba Renai provocó cierto malestar en los presentadores de la cadena, quienes se sintieron amenazados ante la aparición de estas estrategias comerciales. El propio Joaquín Prat admitió que a él, en cambio, no estaba preocupado porque la nueva presentadora era una mujer, como si la competencia profesional solo existiera por cuestiones de género.
Este lunes, otra presentadora virtual debutaba en televisión, esta vez en La Sexta, en el programa matinal Aruser@s. Humorísticamente lo justificaron como un intercambio cultural entre los principales programas matutinos del mundo, probablemente por la fonética latinoamericana elegida para la recreación. Alfons Arús dio la bienvenida a la nueva colaboradora del programa, Taylor, y le pidió que se presentara. Ella explicaba que quería aportar su granito de arena: "Soy muy buena en actualidad, economía, deportes, tiempo, corazón y sucesos". Añadió: "No vengo a quitarle el sitio a nadie, pero nunca se sabe". El equipo del programa bromeaba sobre la nueva incorporación. Algunas de las editoras fingieron estar preocupadas por el fichaje, mientras que, entre los colaboradores masculinos, se creó la sospecha de que alguien ya había intentado ligar con la compañera virtual. Esporádicamente, Alfons Arús le hacía preguntas tontas a Taylor para que participara, a modo de juego para ponerla a prueba como si fuera humana, y ella respondía con diligencia robótica. Se potenciaba esa diferencia de registro. La apariencia hiperrealista de la chica contrastaba con una expresión monótona, insulsa y desalmada. Curiosamente, una de las colaboradoras de carne y hueso señaló tras una de sus intervenciones: “¿No había otra más feíca?”. Esta pregunta pone de relieve, una vez más, los estereotipos asociados a la IA. La feminización de la inteligencia artificial según los patrones de la belleza más hegemónica y los ideales femeninos que se intentan perpetuar con estos personajes. Taylor mantiene una actitud muy apocada. Cuando habla se expresa con una vocalización sensual, con la boca siempre entreabierta y muestra extrema docilidad. Aunque tiene un discurso ambicioso sobre su potencial, parece frágil y vulnerable. Es muy significativo que estas construcciones lúdicas de pretensiones futuristas representen, por otra parte, modelos de feminidad muy anticuados, no solo en el ámbito mediático sino, sobre todo, desde el punto de vista social. Alba Renai de Telecinco y Taylor de La Sexta serían perfectamente intercambiables, podrían ser exactamente la misma persona. Cada vez que la televisión construye un nuevo modelo de presentadora virtual, construye el mismo prototipo de mujer, vacía y fútil. Un perfil que evidencia los límites de la IA pero, a su vez, los ideales del medio.
