El apagón masivo puso a prueba a los generadores de energía autónomos de las distintas televisiones del país. Y, dicho sea de todo, dieron unos resultados excelentes, porque a pesar de las enormes dificultades que estaban experimentando las redes de comunicación, mantuvieron una capacidad informativa digna y sostenida.
La noticia del corte eléctrico cogió de lleno a Helena Garcia Melero con el Todo se mueve, aunque les pilló en una pausa publicitaria. "No sabemos si nuestra audiencia nos está viendo", decía muy acertadamente la periodista Sara Loscos. Intentaron salir adelante con los contenidos previstos hasta que reaccionaron a la dimensión del incidente. La incertidumbre del momento, mezclada con el deber informativo, les llevó a dibujar un mapa de Europa con las afectaciones sobredimensionadas. Francisco Mauri especulaba con otro corte eléctrico en Colombia. El Telediario mediodía sirvió para reubicar el panorama, con prudencia a pesar de la poca información de la que se disponía. Sorprendía la agilidad de las conexiones con los redactores desperdigados por el territorio cuando todo el país interactuaba infructuosamente con su teléfono. Cuando pusieron dos taburetes para que Raquel Sans y Xavi Coral pudieran sentarse confirmamos que la cosa iría por largo. El contenido fue adecuado y sin alarmismos. Pocas veces habrá pasado que se cierre la edición del mediodía dando paso al Telediario noche: "Aquí termina el Telediario mediodía, algo que ya demuestra que hoy no ha sido un día normal. Buenas noches", se despedía Coral.
En La 1, Mañaneros, el nuevo magacín matinal de sucesos y testigos, sufrió un puntual fundido a negro. Sostieron las reacciones iniciales con los redactores y colaboradores, pero el Telediario con Igor Gómez y Marta Carazo no tardó. Marc Sala y Alejandra Herranz tomaron el relevo a media tarde hablando de las dificultades que habían tenido para llegar a la televisión. Por la noche, Carazo reapareció y Xavier Fortes y Herranz hicieron la especial de la noche.
A Susanna Griso el apagón lo pilló con la pausa de publicidad y tuvo que comentar el incidente con los tertulianos del corazón. Sandra Golpe tomó el relevo informativo con las noticias. Conectaban en directo con Matías Prats. El periodista había quedado atrapado en un tren e iba enviando crónicas y entrevistas a los pasajeros desde el móvil. Sonsoles Ónega ofreció la dosis de sensacionalismo. "Europa en chaque: ¿ciberataque?", titulaban con letras mayúsculas. Ante las dificultades de desplazamiento de invitados y expertos hubo reaprovechamiento de colaboradores de la mañana. Fue el rato de los testigos dramáticos: una señora que no podía contactar con sus padres, un hombre que dependía de un respirador eléctrico... Vicente Vallés ponía orden informativo El hormiguero. Pablo Motos entrevistó a Juan y Medio. Un día muy oportuno. Luego, Motos estimuló su tertulia habitual de pensamiento único. No podía desperdiciar la ocasión ideal para cargar contra el gobierno socialista como es habitual. En Telecinco, en Vamos a ver, añadían dramatismo a la noticia: "Caos por el apagón generalizado en la Europa". A Tardear mantenían la intensidad narrativa y especulaban con todo tipo de hipótesis: "Caos en España", "España a oscuras: ¿qué hay tras el apagón?", "¿Posible ciberataque?Entre los tertulianos contaban con Cristina Tàrrega, que ya sirve de alerta sobre el nivel de rigor. Carlos Franganillo intentó enderezar el alarmismo informativo, pero el especial nocturno de después le dejaron en manos de Nacho Abad, el presentador más amarillo del país. supuestos expertos en ciberataque con nombres de robot hablaban de posibles atentados provenientes de Marruecos y países del Este. Por la noche, para desengrasar, dejaban a la audiencia en manos de los mejores momentos de Supervivientes, para ver que siempre hay algo peor. En La Sexta, Antonio García Ferreras tuvo la inmensa fortuna de vivir el apagón en directo y poder pronunciar la frase que más le gusta: "¡Atención! ¡Fíjense en esta imagen!" Y continuaba: "¡Sí, esto es 'Al rojo vivo' de La Sexta y no en la versió de lujo". Por la noche, Ferreras volvió a la carga con su especial El gran apagón.
Por cierto, por segunda vez, La 1 tuvo que cancelar el gran estreno del día, con desfile incluido, de La familia de la tele, el nuevo Sálvame de la televisión pública. El horror se hace esperar. Fue el único gran beneficio del apagón general.