No ficción

TV3 entra en las aulas con 'Històries de l'escola', un retrato desgarrador de la educación en el país

"Es la serie más compleja que he dirigido", explica Pol Izquierdo

Un fotograma de 'Historias de escuela'
12/03/2025
4 min

BarcelonaHay pocos espacios tan delicados como las escuelas, unos microuniversos preñados de retos, milagros, miserias, perseverancia y también conflicto en el que los más inocentes y vulnerables –los niños– están en el centro de la ecuación. TV3 ha querido hacer una radiografía y este miércoles (22.00 h) estreno Historias de la escuela, una docuserie de seis episodios que se emite en prime time para tomar el relevo de Juego de cartas. La obra llega con la firma de Pol Izquierdo como director, veterano de la casa y autor de series de no ficción que hicieron fortuna como Aeropuerto, Emergencias o la más reciente Historias de la primaria.

Cada uno de los capítulos se adentra en un centro escolar concreto –de primaria, secundaria o FP– para mostrarnos su realidad: el resultado es un caleidoscopio de particularidades, porque aparecen desde una escuela rural hasta un centro de alta complejidad con más de un millar de alumnos. De hecho, una de las ideas centrales de la serie es que existe una diversidad de experiencias descomunal para los alumnos catalanes y que, en el mundo educativo, el desequilibrio territorial se hace mucho más patente, por ejemplo, que en el sistema de salud. Los centros protagonistas son el Instituto Rocagrossa de Lloret de Mar, la Escuela Samuntada de Sabadell, la Mercè Rodoreda del barrio de la Trinidad de Barcelona, ​​la Llobera en el Solsonès, la Santa Coloma de Ger de Cerdanya y la Escuela Pía de Mataró. El equipo ha filmado durante diez días en cada centro.

"De todas las series que he dirigido, ésta es de largo la más compleja. Y en la que he notado más mi deber de responsabilidad, honestidad e integridad", explicaba en conversación con el ARA Pol Izquierdo. Historias de la escuela es heredera obvia deHistorias de la primariapero en este caso se ha depurado más la forma y se ha prescindido del todo de las voces en off o de las entrevistas: todo el metraje se basa en las filmaciones espontáneas de momentos y conversaciones entre los distintos miembros de la comunidad educativa, desde alumnos hasta profesores, pasando por el personal de dirección o las familias.

Pol Izquierdo, director de 'Historias de la escuela'.

"Queríamos que la interpretación de la serie fuera un poco más libre y ofrecer un disfrute más similar al que se experimenta cuando se mira una película cinematográfica –dice Izquierdo–. Por ejemplo, durante muchos capítulos el plan que domina es el corto, no el general. Y eso es así porque el plan corto aumenta la sensación de estar dentro del aula. Queremos que sea. La principal dificultad de esta metodología es que entonces las sensaciones –de soledad, de agotamiento...– deben sugerirse con los recursos del lenguaje audiovisual, sin la muleta de la declaración directa. En una de las secuencias vemos el primer día de una chica recién llegada de Senegal, a medio curso. Todos sus compañeros entran en el aula y se sientan donde les corresponde, pero ella se queda clavada en el umbral de la puerta y la imagen se convierte en un símbolo de la dificultad de los recién llegados para integrarse en las dinámicas ya en marcha en el aula.

La serie tiene momentos luminosos, pero también otros de gran dureza. Izquierdo admite que puede llegar a ser "claustrofóbica" a ratos, y agradece a los responsables de la televisión que les hayan permitido adoptar este formato, directamente inspirado en la película francesa La clase. Un ejemplo paradigmático de esta forma de hacer es la conversación de cuatro chicas, que mientras se maquillan en el vestuario hablan con total franqueza sobre el machismo que sufren cotidianamente, con comentarios despectivos sobre su cuerpo o sobre si son promiscuas.

Un retrato de cerca

A pesar del valor testimonial, la serie no aspira a realizar un diagnóstico como tal del sistema educativo y tampoco está rodada en clave de manifiesto. "Nosotros no hacemos ningún juicio de valor –defiende Izquierdo–. Lo que hemos hecho es retratar de manera honesta y silenciosa lo que ocurre en las escuelas. Es como si lleváramos la capa de invisibilidad. Ahora, dicho esto, todos los del equipo coincidimos en que nunca habíamos sufrido tanto y el retrato de los adolescentes angustia mucho, porque angustia mucho," El momento histórico es además doblemente complicado. Según relata una de las profesoras que aparecen, la ultraderecha ha entrado en el instituto y ha empezado a colar su argumentario entre parte de los alumnos chicos, en lo que se refiere a consideración de la mujer.

Otra de las diferencias que el director de la serie ha observado respecto a Historias de la primaria es el estatus de los profesores. "Estamos en un momento muy follado –opina–. Venimos de años de desinversión en ámbitos como la salud o la educación. Pero yo, que series de médicos he hecho unas cuantas, puedo decir que la proyección social de los médicos siempre es buena. En cambio, la de los maestros es siempre mala, y los cuestionamos constantemente. Hay profesores".

En este sentido, Izquierdo lamenta "las situaciones de abandono, de miseria y de desgaste profesional, que no pueden permitirse en la base más importante a la hora de construir un país". Y concluye: "La realidad del país que tenemos no es lo que imaginamos. Es lo que se ve en las escuelas. Y debemos cuidar a esta gente". En este sentido, el guionista y director recuerda una entrevista de Pasqual Maragall en Catalunya Ràdio en la que le pidieron cuáles serían sus tres prioridades como presidente. La respuesta fue inequívoca: "Educación, educación y educación".

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