Las críticas al negacionismo de Trump centran sus discursos políticos en la COP30

Barcelona"Esa será la COP de la verdad, donde veremos si nos creemos las advertencias de la ciencia y las convertimos en un cambio". Así es como ha definido la COP30, la cumbre climática de la ONU que arrancará el próximo lunes en Belém, en plena Amazonia brasileña, el presidente de Brasil y anfitrión del encuentro, Luiz Inácio Lula da Silva. Esta vez, los discursos de los líderes políticos se han avanzado unos días al inicio de la cumbre, por la dificultad logística de acoger a tantas delegaciones gubernamentales en una pequeña población amazónica. Y en estos discursos, tanto Lula como el secretario general de la ONU, António Guterres, han remarcado que esta cumbre –que llega justo cuando hace diez años del Acuerdo de París– debe dar, por fin, el pistoletazo de salida a la "implementación" de ese acuerdo, después de una década de negociar el reglamento y la letra pequeña de ese pacto.

Lula admitió que la lucha contra la crisis climática se ve actualmente amenazada por "un escenario internacional en el que prevalece la desconfianza mutua y los intereses particulares prevalecen por encima del bien común del mundo". Un escenario, ha dicho, en el que "fuerzas extremistas fabrican noticias falsas para ganancia política". El presidente brasileño no mencionó por su nombre a Donald Trump, pero quedaba claro a quién se refería. El siguiente en hablar, el presidente de Chile, Gabriel Boric, ha sido más claro y ha denunciado directamente las "mentiras" de Donald Trump cuando dice que la crisis climática es una invención, como hizo en la Asamblea de la ONU de septiembre.

En la misma línea ha ido la intervención del presidente de Colombia, Gustavo Petro, que ha sido el más duro con el presidente estadounidense. De hecho, Petro ha utilizado su discurso climático para denunciar tambiénactuación del gobierno de Trump en el Caribe y en el Pacífico "con ejecuciones extrajudiciales" contra supuestos narcotraficantes. "Donald Trump está en contra de la humanidad, y que no esté hoy aquí es una muestra de ello", ha dicho. El presidente colombiano ha destacado que el mundo está al borde del "colapso climático" y que una parte de responsabilidad de ello es "la conducta de Trump", con su "negación de la ciencia, que lleva a su sociedad con los ojos encerrados en el abismo y, con ella, la humanidad entera".

Poco después, el primer ministro británico, Keir Starmer, ha hecho como Lula y ha evitado mencionar a ningún otro líder político por su nombre, pero sí ha admitido que "el consenso [que forjó el Acuerdo de París hace diez años] ha terminado y ahora hay quien defiende que no es tiempo de actuar". Ante esto, ha dicho, Reino Unido "redoblará sus esfuerzos contra la crisis climática".

"No hay lugar que muestre más el coste de la crisis climática que este mismo, la Amazonia", ha dicho Lula, quien ha subrayado que los pueblos indígenas de ese ecosistema, que luchan cada día por mantenerlo vivo, "se preguntan hoy qué está haciendo el resto del mundo para ayudarles". Lula ha pedido a los líderes reunidos en Brasil este jueves que impulsen la acción real para "entregar el mundo de los combustibles fósiles y detener la deforestación". "Luchar contra el cambio climático debería estar en el corazón de todas las decisiones de cada país y de cada persona en el mundo", ha dicho Lula, pero ha admitido la gran separación que existe actualmente entre "el contexto geopolítico global" y la urgencia climática.

"Implementar, 'baby', implementar"

También António Guterres reclamó a los líderes mundiales que aceleren la lucha contra la emergencia climática y advirtió de que todavía hay "demasiados líderes" políticos del mundo que son "rehenes" de la industria de los combustibles fósiles. "Demasiadas corporaciones están obteniendo beneficios récord de la devastación climática. Demasiados líderes siguen siendo rehenes de los intereses de los combustibles fósiles", ha dicho.

"Hemos fracasado a la hora de asegurar que nos mantenemos por debajo de los 1,5 ºC" como pedía el Acuerdo de París, admitió Guterres, y recordó que se prevé que este umbral se sobrepase "a lo sumo a principios de la década de 2030". Pero, aun así, pidió a los líderes del mundo que "no den por perdido" este objetivo, ya que los científicos dicen que todavía es posible que después de superar los 1,5 ºC los termómetros globales vuelvan a bajar si se toman las medidas correctas. Y por eso Guterres ha insistido también en reclamar a los gobiernos reunidos que pongan manos a la obra con la "implementación, implementación e implementación" del Acuerdo de París. No hacerlo, ha dicho, sería "un fracaso moral y una negligencia mortal".

Quien fue ministro de Exteriores francés durante la COP21 que aprobó el Acuerdo de París en el 2015, Laurent Fabius, también ha hablado al inicio de la cumbre. Fabius ha traído a Belém el martillo con forma de hoja verde que utilizó hace diez años para sellar ese pacto en la capital francesa. Fabius ha remarcado que la COP30 debe ser "la cumbre de la implementación", cuando por fin se ponen en marcha medidas para aplicar ese acuerdo. Los últimos diez años han servido para negociar el reglamento y la letra pequeña del Acuerdo de París, y ahora llega el momento de "implementar, baby, implementar", ha dicho Fabius, utilizando la expresión a la que recurre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para hablar de volver a perforar en busca de gas y petróleo (drill, baby, drill).