¿Dónde están los 20 céntimos de la gasolina?

BarcelonaUn año atrás, la medida estrella contra la inflación fue una subvención de 20 céntimos por litro a la gasolina. Criticada por muchos por fomentar el coche, se vendía como una forma de reducir los costes de empresas y familias. Sin duda, gustaba que el surtidor marcara 50 euros de combustible y sólo pagaras 45 euros.

Pero, un año después, el combustible ha llegado a unos valores similares y esta vez, ni está ni se espera cualquier acción al respecto. Oh, sorpresa, ¿por qué es distinto este 2023?

En primer lugar, permítanme que piense mal: ya no vienen elecciones (o sí, quién sabe). Desde el punto de vista económico, la subvención al combustible efectivamente redujo los costes de las empresas de transporte (y, por tanto, del comercio en general). También permitió que las familias pagaran menos. Ahora bien, esta subvención "la hemos pagado entre todos" y ha terminado igualmente en las empresas distribuidoras. Es decir, en lugar de pagar sólo aquél que necesita el combustible, lo pagamos todos.

En consecuencia, realmente lo que tiene sentido económico es no volver a aplicarla: aquellas familias que necesitan el combustible lo pagan. Actualmente, además, tenemos unos precios muy elevados que rondan el 1,70 € el litro (precio bastante más bajo que en el resto de Europa, por cierto). Casualmente, cuando el petróleo aumenta con las tensiones geopolíticas que estamos viviendo, el combustible también lo hace rápidamente. Por el contrario, cuando desciende, le cuesta más al precio reducirse.

Seguramente nos dirán que el precio del combustible depende del mercado del petróleo y no podemos hacer nada. ¡La realidad es que el 60% del importe son impuestos! Por tanto, quien más gana con el combustible por las nubes es el Estado. Cuanto mayor sea el precio, más impuestos ingresa. Planteémonos si le interesa que el precio baje.