Alves dice que ha mentido hasta ahora por su mujer y acepta una penetración consentida

BarcelonaEl futbolista Dani Alves ha llegado este lunes a la Ciutat de la Justícia para volver a declarar 84 días después de que lo hiciera por primera vez como presunto autor de una violación. Se ha sentado en una sala ante la jueza y las partes de la causa y ha dicho que quería tomar la palabra. Rápidamente, según fuentes consultadas, ha asegurado que hasta ahora había mentido y era ahora, casi cuatro meses después de que los Mossos d'Esquadra empezaran a investigarlo, cuando diría la verdad. Una mujer de 23 años lo denunció a principios de año por haberla violado en el baño de un reservado de la discoteca Sutton de Barcelona el 30 de diciembre. El exblaugrana siempre había negado cualquier tipo de penetración, pero, acorralado por las pruebas (como su semen encontrado en la vagina de la víctima), este lunes ha rectificado: el futbolista brasileño ha aceptado una relación sexual consentida. Era, de hecho, la versión que se esperaba, puesto que su abogado, Cristóbal Martell, ya la avanzó hace un mes en una vista para determinar si Alves tenía que continuar en la prisión. ¿Por qué el brasileño no había dicho esto hasta ahora? Ha argumentado que estaba "obsesionado" con no confesar una infidelidad a su mujer.

La declaración del futbolista ha durado poco, unos 30 minutos, y no ha sido tan caótica como la anterior, cuando llegó a dar tres versiones diferentes de los hechos: primero, que no conocía a la víctima; después, que solo se cruzó con ella en el baño, y, por último, que fue ella la que le practicó una felación sin su consentimiento, dando a entender que él era la víctima de la agresión. Eran tres versiones que ni los testigos ni las pruebas avalan, y que confrontaba con un relato de la víctima que siempre se ha mantenido sin fisuras. Este lunes, en cambio, Alves se ha ceñido al guion. Su estrategia de defensa es intentar justificar que la relación fue consentida y esto es lo que ha intentado el futbolista: ha declarado que el acercamiento con la víctima en el reservado fue "mutuo" y que hubo atracción sexual desde el inicio. También que ella "bailaba muy cerca", obviando que las cámaras de seguridad mostrarían cómo el futbolista toca partes íntimas a la víctima y sus amigas y ellas le quitan constantemente la mano.

Hay dos escenas clave que pueden tener mucho recorrido en la causa: la entrada al baño y la salida de la discoteca. Este lunes Alves ha asegurado que como vio "química entre ellos" le ofreció ir a un lugar más privado, mencionando el baño, y ella aceptó. La víctima, sin embargo, afirma que simplemente el futbolista se quedó parado ante una puerta y le dijo que fuera. Después de hablarlo con una amiga suya, decidió ir con la intención de despedirse, puesto que estaban incómodas por los tocamientos. De hecho, declara que ella no sabía que era un baño (no hay ninguna rotulación en la puerta que lo indique). Adentro del baño, Alves describe que todo lo que pasó fue un acto "libre y voluntario", que primero ella le practicó una felación y que después se giró y se bajó los pantalones para mantener relaciones sexuales. Según el futbolista, en ningún momento la chica dijo que parara.

En cambio, la víctima ha mantenido en todo momento que el futbolista la obligó a hacerle la felación, la penetró sin su consentimiento y, además, la golpeó con fuerza en varias ocasiones. Los dos coinciden en un punto: que salieron por separado del baño. De hecho, el futbolista ha explicado a la jueza que cree que la víctima se pudo sentir ofendida porque le pidiera hacerlo así y le rogara discreción.

También es clave la escena de los accesos de la discoteca. Las cámaras graban cómo la víctima está en el suelo llorando por la agresión sexual que acaba de sufrir y Alves pasa por su lado, casi tocándola, y no se interesa por su estado. ¿Qué dice el exblaugrana? Que no la vio.

Contradicciones

La nueva versión de Alves no habría dado respuesta a algunas de las pruebas recabadas durante la investigación, como por ejemplo las heridas en las rodillas que presentaba la víctima y que son compatibles con una agresión sexual. Según fuentes cercanas al caso, la fiscal le ha preguntado al futbolista explícitamente por estas lesiones y él se ha limitado a decir que solo se las podía haber hecho durante la felación supuestamente consentida, siempre según su versión.

A pesar de todo, fuentes de la defensa insisten en que la declaración de Alves ha sido lineal y sin fisuras. La idea del jugador es presentar un recurso durante los próximos días al juzgado pidiendo su excarcelación. La última vez que Alves hizo esta petición, tanto la jueza del caso como la Audiencia de Barcelona rechazaron su salida en libertad. El tribunal provincial insistía en los "abundantes" indicios recogidos por los investigadores contra el futbolista y el "elevado riesgo de fuga" si quedaba en libertad, teniendo en cuenta que puede llegar a enfrentarse a una condena de entre 4 y 12 años de prisión por agresión sexual.