El análisis de Antoni Bassas: 'Elecciones con aire de prórroga y penales'

La urgencia de las relaciones Cataluña-España ha desaparecido del debate. Digo la urgencia, no la importancia, porque el factor Catalunya-España decidirá muchos votos

El debate más importante de la campaña es el de TV3, por número de espectadores, muchos de los cuales serán votantes el domingo. En vano salir una noticia y la dio Salvador Illa: su consejera de Interior sería Núria Parlon, la alcaldesa de Santa Coloma, y ​​el director general de los Mossos sería el mayor Josep Lluís Trapero. Normalmente, el cargo de director general es para un político, no para un uniformado, y con este anuncio, Isla pesca uno de los símbolos del Proceso: el mayor Trapero y su gestión de las manifestaciones, los atentados y el 1 d Octubre, por lo que Trapero, absuelto en la Audiencia Nacional, vuelve a la escena política, de momento, de palabra, pero ahora de la mano de un decidido partidario de la más estricta obediencia constitucional. Es un pequeño golpe de efecto.

Por lo demás, el debate. Consistió en Aragonés y Rull buscando el cuerpo a cuerpo con Isla. Esquerra y Junts no se hurgaron mucho entre ellos.

Y miren, a la campaña le quedan dos días y ya está todo dicho, los partidos se hacen fuertes en sus posiciones y los tres más grandes, PSC, Esquerra y Junts, saben que si quieren gobernar tendrán que negociar en terrenos que ahora mismo están negando que quieran negociar. O sea que Esquerra debería entenderse con los socialistas y los comunes para hacer un tripartito, o Junts y Esquerra deberían entenderse después de una desunión que incluso llevó a Junts a abandonar el Govern hace un año y medio.

La urgencia de las relaciones Cataluña-España ha desaparecido del debate. Digo la urgencia, no la importancia, porque el factor Catalunya-España decidirá muchos votos. Junts vive, sobre todo, de la idea de regreso y restitución de Puigdemont, quien ayer admitió que, según cómo, los jueces pueden ordenar su encarcelamiento durante unos días, que ya lo tiene descontado. No es que esto sea un final de etapa, más bien es una continuación del tiempo que hemos vivido, pero con desapasionamiento, exceptuando la carga emocional de un regreso de Puigdemont y ya no digamos si volviera a la presidencia. Como dice hoy Ferran Sáez, parece que estas elecciones sean una suerte de prórroga y penaltis de la situación en la que hemos vivido hasta ahora. Los candidatos comienzan a poner cara de hacer de la necesidad virtud a partir del lunes por la mañana.

Mientras, y con esto acabamos, el Gobierno anunció ayer que suavizaba las restricciones de agua gracias a las lluvias de las últimas semanas, por lo que salimos de la emergencia. En contra de lo que dice el desacertadísimo eslogan que han utilizado estos meses, el agua sí cae de cielo.

Buenos días.

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