El análisis de Antoni Bassas: «Lesmes justifica el '¡A por ellos!'»

Lo que Lesmes nos quiere hacer creer es que los jueces abrieron el Código Penal y aplicaron a los hechos el delito que les correspondía. Por favor. Los jueces procesaron a los presos políticos por rebelión, cuando no hubo ningún levantamiento armado

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Al presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, no le gustó que Pedro Sánchez justificara los indultos de los presos políticos con el argumento de que “los valores constitucionales eran la concordia y la mutua comprensión y no la venganza o la revancha”. Esto lo dijo el presidente español hace tres meses y medio. Y como a Lesmes no le gustó, se lo guardó, y ayer, ante el rey, le contestó: “Sirva de ejemplo lo ocurrido recientemente con ocasión del ejercicio de la prerrogativa de gracia de la que se están beneficiando determinados dirigentes políticos condenados por este TS. Cuando se ha llegado a contraponer para explicar la indulgencia la concordia ante el resentimiento, como si la acción de la justicia al aplicar la ley que a todos nos debemos fuera un obstáculo para la convivencia u obedeciera a razones diferentes previstas por las normas. Nada más alejado de la realidad. La función de los jueces y magistrados juzgando y haciendo ejecutar lo que es juzgado no se corresponde de ninguna forma con la idea de revancha o con el sentimiento de rencor”.

Lesmes se agarra a la teórica imparcialidad de la justicia para defender la sentencia del Supremo contra los líderes independentistas catalanes. Lo que Lesmes nos quiere hacer creer es que los jueces del Supremo vieron unos hechos, abrieron el Código Penal y aplicaron a los hechos el delito que les correspondía con la frialdad de los ojos vendados de la justicia que sostiene unas balanzas. Por favor. Los jueces procesaron a los presos políticos por rebelión, cuando no hubo ningún levantamiento armado. Los acusaron de sedición, cuando más de un centenar de catedráticos y profesores universitarios españoles firmaron un documento en el que argumentaban que aquello no era sedición. Los hicieron ir y venir de la prisión cada día, les negaron derechos penitenciarios, no quisieron ver los vídeos hasta el final, se negaron a la traducción simultánea del catalán, dieron por buenos los atestados de la Guardia Civil, vieron cómo por los mismos hechos el mayor Trapero era absuelto en la Audiencia Nacional... Está claro que vistieron de juicio justo lo que no era más que el cumplimiento de una orden real, “¡A por ellos!” Los jueces del Supremo se sintieron muy cómodos a caballo de la efervescencia nacionalista española que desató el Procés. Por eso, Lesmes dice: ¿cómo pueden ser los jueces del Supremo los artífices de ninguna venganza si la mayoría de los españoles vieron en nosotros a los serenos salvadores de la patria? Lesmes dice que ellos no eran un obstáculo para la convivencia. La justicia es un obstáculo para la convivencia cuando no es justicia.

Y aquí lo tienen en esta magnífica fotografía de Europa Press: el presidente del CGPJ con el brazo en la cadera, hablando con la ministra de Justicia. Queda claro qué poder emana.

Pero es que, además, Lesmes lamenta que el PP y el PSOE no renueven un Consejo que hace tres años que está caducado, con él al frente.

Hoy Ernesto Ekaizer recuerda que hace tres años el PP y el PSOE se pusieron de acuerdo, y que si al final no cerraron el pacto no fue por diferencias en el sistema de elección, sino porque el PP demostró que lo que le importaba era el control partidista del Supremo; que el portavoz del PP en el Senado inmortalizó con aquellos whatsapps a su grupo parlamentario: "Obtenemos lo mismo numéricamente pero ponemos a un presidente excepcional (Manuel Marchena), que fue vetado por Rubalcaba en 2013. Un gran jurista con autoridad para que las votaciones sean próximas al 21-O. Y, además, controlando la sala segunda desde detrás". "Ha sido una jugada estupenda que he vivido desde primera línea. Nos jugábamos las renovaciones futuras de dos tercios del Supremo y centenares de nombramientos en el poder judicial, vitales para el PP y para el futuro de España".

¿De qué independencia del poder judicial español habla el presidente del Tribunal Supremo?

Un recuerdo para los exiliados y para los represaliados. Y que tengamos un buen día.

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