El análisis de Antoni Bassas: 'El rey en Cataluña por tierra, mar y aire'

El rey bajando de un helicóptero en un portaaviones para venir a ver la Copa América es desproporcionado, ajeno a los problemas de la gente. Y que le acompañe el presidente de la Generalitat forma parte de una puesta en escena que se acerca a la comedia

14/10/2024
2 min

La crónica política del día les dirá que el PP presenta hoy en el juzgado una querella contra el PSOE por financiación ilegal, cohecho y tráfico de influencias. Es lo que les decíamos el viernes: el caso Ábalos salpica a Pedro Sánchez. El PP no es que pueda hablar mucho de corrupción, pero ahora tiene la tanda y no la dejará pasar.

La crónica política del día incluye una conferencia de Marta Rovira, esta tarde, inicialmente pensada para hacer balance de sus trece años como secretaria general de Esquerra. En la actual situación de enfrentamiento abierto con Oriol Junqueras y cuando aún falta un mes y medio para el congreso donde Rovira va a plegar, veremos hasta dónde mide sus palabras.

Pero la crónica del día también se hace de imágenes que desean transmitir mensajes. Como ésta:

El Rey Felipe y el presidente Isla en un portaaviones, en aguas de Barcelona. Salvador Illa fue a buscarlo al aeropuerto de El Prat, allí tomaron un helicóptero hasta el barco (que, por cierto, era el portaaeronaves 'Juan Carlos I') y tras saludar a jefes, oficiales y consejeros del Govern se sentaron a ver la Copa América por unas pantallas. Porque el viaje era para ver la Copa América.

La idea es ésta: el rey ya puede venir a Catalunya con normalidad, que el presidente de Catalunya le pone la alfombra roja. Se habrán saludado el sábado, domingo y mañana, martes, cuando el rey Felipe vendrá a la entrega del premio Planeta. Ésta es la imagen de la normalidad que se quiere imponer. La de ayer lo tiene todo: despliegue de medios carísimos que pagamos entre todos, recinto militar y Copa América, que no ha enganchado nada aquí, que no ha salido bien desde el punto de vista de la participación local. He dicho y he escrito más de una vez que a una ciudad como Barcelona le es propio organizar grandes eventos internacionales, pero hoy todo lo que no mejore la vida de los ciudadanos no tiene justificación social. De los Juegos del 92 salieron las rondas y la recuperación de la fachada marítima de la ciudad, pero hoy la ciudad expulsa a barceloneses. En Madrid acaba de haber una manifestación contra el aumento inasumible de los alquileres. Y ayer, domingo, ¿qué dirían que volvió a fallar? Exacto, Cercanías. A primera hora de la mañana fallaron segmentos de la R1, la R4 y la R8.

En estas condiciones, el rey bajando de un helicóptero en un portaaviones para venir a ver la Copa América es desproporcionado, ajeno a los problemas de la gente. Y que le acompañe el presidente de la Generalitat forma parte de una puesta en escena que se acerca a la comedia.

Buenos días.

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