Sociedad

El Área Metropolitana multará a quien malgaste agua y reducirá la presión en algunos grifos

Los ayuntamientos se ponen de acuerdo para intentar bajar el consumo ante la inminente declaración de emergencia

ARA
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Imagen de un grifo con un chorrito de agua.

BarcelonaLos ciudadanos del área metropolitana de Barcelona gastaron de media unos 165 litros por persona y día en diciembre, según los últimos datos del Área Metropolitana de Barcelona. Un consumo muy por debajo de los 200 litros por habitante y día que marca la primera fase del decreto de emergencia por la sequía que, si nada cambia, entrará en vigor a principios de febrero, teniendo en cuenta los 38 meses sin apenas lluvias que acumula el país. Ahora bien, existen municipios, y especialmente urbanizaciones, que sobrepasan de largo esta media. Todos los ayuntamientos se han puesto de acuerdo este jueves por la tarde en una reunión para reducir sus consumos. Y la fórmula será bajar la presión de los grifos quirúrgicamente en las zonas de los municipios con un mayor consumo y multar a los ciudadanos que malgasten agua rellenando la piscina, regando el césped del jardín o limpiando el coche en la calle.

"Es una medida que ya se preveía en el reglamento metropolitano aprobado por la anterior sequía de 2008", apunta Martín Gullón, director del Área del Ciclo del Agua del AMB. De momento, los cinco municipios donde se han detectado consumos más elevados son Cervelló, Palma de Cervelló, Corbera de Llobregat, Sant Vicenç dels Horts y Begues, según ha avanzado La Vanguardia. Ahora bien, Gullón detalla que la bajada de la presión no se hará igual en todos los grifos de estos municipios; se priorizarán los puntos en los que se detecten consumos más elevados.

Pese a que estas son las cinco ciudades con un mayor consumo, con los datos de noviembre en la mano, hay 96 de los 202 municipios de Barcelona y Girona que entrarán en situación de emergencia que están por encima del tope de 200 litros por persona y día que marca el decreto de la Generalidad. Según Gullón, el objetivo es ahora alcanzar los 160 litros por habitante y día de media en toda el área metropolitana, el tope de consumo que marca el decreto de emergencia en el peor de los escenarios (la fase 3).

De entrada, el límite de consumo en los 202 municipios que se abastecen del sistema Ter-Llobregat se situará en 200 litros por persona y día y, en la segunda fase, en 180. Gullón ha descartado que en Barcelona ciudad se llegue a reducir la presión en los grifos, teniendo en cuenta que el consumo por habitante y día en la capital catalana (173 litros) está muy por debajo del tope de la primera y segunda fase de la emergencia.

Sanciones de hasta 3.000 euros

El AMB tendrá preparado durante el próximo mes el reglamento que regulará eventuales sanciones para los vecinos que malgasten agua con "usos incívicos" en plena emergencia por la sequía. Lavar el coche en la calle se penalizará con 30 euros, regar el césped se multará con 50 euros y rellenar la piscina, con 200. Sin embargo, se prevén sanciones más elevadas de hasta 3.000 euros en función de la gravedad de la acción. "Esperamos que no sea necesario", decía Gullón.

El responsable del Área del Ciclo del Agua del AMB ha recordado que, si bien la situación actual es peor que la sequía que sufrió el país en 2008, se ha llegado en mejores condiciones, gracias "a la entrada en funcionamiento de la desaladora de El Prat y las medidas de regeneración de agua". Un 30% y un 25% (respectivamente) del agua de los grifos de los hogares del área metropolitana provienen ya de estas dos fuentes.

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