La sede de la Comisión  Europea en Bruselas.
02/01/2022
2 min

BarcelonaEl primer año de la Gran Bretaña fuera de la Unión Europea ha estado marcado, como en el resto del planeta, por la pandemia. El impacto del coronavirus hace difícil discernir qué parte de la crisis económica se debe de al covid-19 en sí y cuál a los efectos del Brexit, pero ya empieza a haber indicadores de que la salida de la UE no está siendo un buen negocio para los británicos, al menos en una primera fase. Se suman problemas de abastecimiento , de falta de mano de obra y el encarecimiento de las exportaciones de productos europeos, que ahora necesitan certificados y trámites que antes eran innecesarios.

Esta burocracia añadida hace que lo que antes se hacía de manera automática ahora tarde dos o tres días, afectando especialmente los productos frescos. Un ejemplo claro de sector perjudicado por el Brexit es el de la flor, que viene mayoritariamente de los Países Bajos, tal como explicamos hoy en un extenso reportaje de nuestro corresponsal Quim Aranda. Pero es que incluso las flores que se cultivan en el Reino Unido, en especial los narcisos, corren peligro por carencia de trabajadores que las recolecten, puesto que antes era un trabajo que hacían inmigrantes de Europa del Este, básicamente. Este es, sin embargo, solo un ejemplo, puesto que proyecciones de think tanks e incluso la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria atribuyen más impacto al Brexit que a la pandemia en los números de la economía. E incluso se habría registrado una mengua del comercio de mercancías que contradiría los argumentos de los brexiters. El mismo gobierno de Boris Johnson ha admitido que habría dificultados en una primera fase, algo que nunca mencionaron en la campaña del referéndum.

Las dificultades británicas coinciden con el vigésimo aniversario del euro, una moneda que estuvo en el ojo del huracán durante la crisis del 2008 y que tiene evidentes desventajas respecto a otras divisas como el dólar o la libra esterlina, como por ejemplo la carencia de una política fiscal comuna , pero que ha conseguido consolidarse y ofrecer un marco monetario estable para la UE. El giro de Alemania con la pandemia y la puesta en marcha de un ambicioso plan de reconstrucción económica, el ejercicio de solidaridad europea más importante de la historia, han insuflado optimismo a la Unión Europea. También hay que remarcar el éxito del plan de compras de vacunas europeo, que si bien en un principio fue criticado por su lentitud, en comparación por ejemplo con el de la Gran Bretaña, a la larga ha sido un éxito que ha reforzado la imagen de la UE al mundo.

Es evidente que todavía no sabemos qué efectos tendrá el Brexit a largo plazo ni si la UE conseguirá superar la crisis del covid con su plan de reconstrucción, pero a inicios del 2022 no hay duda que hay motivos para pensar que sí, que el proyecto que iniciaron los padres fundadores (De Gasperi, Adenauer, Schuman y Monnet) después de la Segunda Guerra Mundial acabará resultando exitoso y configurando el principal polo de prosperidad, equidad y democracia del planeta.

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