El catalán es lengua oficial de más europeos que el inglés
El catalán tiene tantos hablantes nativos como el inglés en la Unión Europea y es la mayor de las lenguas consideradas "regionales o minoritarias"
BarcelonaMás de 40 millones de ciudadanos europeos hablan en su vida cotidiana una de las sesenta lenguas no oficiales de la Unión Europea. La mayor de estas lenguas es el catalán y, junto con el vasco y el gallego, son las únicas lenguas consideradas "regionales o minoritarias" que tienen un estatus plenamente oficial en su estado. Hace décadas que las instituciones catalanas reclaman que una lengua que hablan 10 millones de ciudadanos europeos y que, por tanto, ya es oficial en Europa, sea también oficial en las instituciones europeas. Se trata de un caso único en la Unión: es la única lengua mediana que no es oficial en todo su estado y que tampoco es oficial en la UE. De hecho, existen hasta doce lenguas con menos hablantes que sí son oficiales en Europa. Veamos su excepcionalidad y cómo pueden afectar a las demás particularidades lingüísticas de la UE a su posible oficialidad.
Más ciudadanos catalanohablantes que nativos anglófonos en la UE
La salida del Reino Unido de la UE ha hecho que sólo haya dos estados europeos que tienen el inglés como lengua oficial: Irlanda (con 5 millones de nativos ingleses) y Malta (con 500.000 ciudadanos, un 10% de ellos nativos en inglés). En total, 5,5 millones de europeos tienen el inglés como lengua oficial en su país. La cifra contrasta con los 14 millones de europeos que tienen el catalán reconocido como oficial en su territorio, según el censo. Y, además, es equiparable a ciudadanos nativos: el catalán tiene tantos ciudadanos nativos como el inglés, unos 5 millones. La cifra de hablantes reales es distinta, claro, porque el inglés es la lengua franca de la Unión y la saben usar el 38% de europeos. Sin embargo, según el Instituto Nacional de Estadística, en España unos 13 millones de personas entienden el catalán, un 25,2% de los habitantes del Estado lo pueden hablar y unos 7 millones lo pueden escribir.
La salida del Reino Unido de la UE, además, plantea otra cuestión: el número de lenguas que puede aportar en la Unión cada país. ¿Puede ser más de una? Tanto Irlanda como Malta aportan ya el gaélico irlandés y el maltés, y el inglés sería la segunda. El reglamento europeo no especifica ninguna restricción en número de idiomas por país, así que precedentes favorecen la entrada de las lenguas oficiales de España.
Bélgica: tres idiomas oficiales
Una condición para ser lengua oficial en Europa es que la lengua sea oficial en su país. En Bélgica tienen lenguas que son oficiales en todas las instituciones del estado, aunque no sean habladas en todo el territorio, sino en regiones mayoritariamente monolingües. No ocurre lo mismo con el catalán, que es solo oficial en una parte del Estado. Sin embargo, esto no debería ser impedimento alguno: "Las normativas tampoco especifican si debe ser oficial en todo el país o en una región", afirma Pol Cruz, coordinador de la campaña de la Plataforma por la Lengua. El hecho de que el catalán, el gallego y el vasco pasen a ser oficiales en el Congreso y en el Senado "podría tener beneficios, porque aunque no sean oficiales desde el punto de vista constitucional sí lo son de facto", apunta el profesor de la UAB Albert Branchadell, miembro del comité de expertos de la Carta Europea de Lenguas Regionales o Minoritarias del Consejo de Europa.
El feroés y el frisón, oficiales en su país y no en la UE
Aparte del catalán, hay más lenguas que tienen un cierto grado de oficialidad en regiones de su país que no son oficiales en la Unión Europea: el feroés en Dinamarca (80.000 hablantes) y el frisón en Países Bajos (400.000 hablantes). "No compro el argumento de que el caso catalán pueda levantar otras reivindicaciones lingüísticas –dice Gerard Vives, director general de Asuntos de la Unión Europea del Gobierno–. En primer lugar, no son equiparables en número de hablantes y, en segundo, no hay ningún movimiento pidiendo su oficialidad". El argumento de la Torre de Babel es una de las críticas habituales por frenar el multilingüismo, ya sea en las instituciones españolas o en las europeas.
Francia, Grecia y Bulgaria no declaran minorías
"Francia tiene la mala fama de estado jacobino, de negar la diversidad, entre otras cosas por prohibir el uso del catalán en los ayuntamientos norcatalanes, pero Grecia y Bulgaria no son muy diferentes", afirma Albert Branchadell. Dos ejemplos: "Francia, cuando ratificó el Pacto internacional de derechos civiles y políticos, especificó que carecía de minorías étnicas, religiosas o lingüísticas", explica el profesor, cuando es evidente que sí lo tiene. Entre otros hay hablantes de bretón, vasco, catalán, occitano y alsaciano. En Grecia pueden ser incómodos el turco, el macedonio, el valaco y el búlgaro, por lo que el país ni siquiera ha ratificado la Carta Europea –que, por otra parte, se incumple sin consecuencia alguna–. El caso más flagrante podría ser el romaní, "una lengua relativamente oculta que hablan muchos miles de europeos (más que el irlandés, por ejemplo)" y protegen a 16 de los 25 firmantes de la Carta.
Italia: tres lenguas oficiales
El alemán y el francés son oficiales en algunas regiones del norte del país. Este caso podría asimilarse al catalán, pero al tratarse de lenguas que ya son oficiales en Europa no requieren una nueva adhesión. En cualquier caso, es la demostración de que el hecho de que un país tenga más de una lengua oficial en Europa es factible y no un elemento desestabilizador.
Serbia, la región más plurilingüe de Europa
Serbia es uno de los países candidatos a entrar en la UE. Es un país monolingüe que, si entra, aportaría a la Unión el serbio. Pero tiene una singularidad: una región es hexalingua. "La provincia autónoma de la Voivodina tiene seis lenguas oficiales: serbio, croata, húngaro, eslovaco, rumano (que serían todas oficiales en un país europeo) y rusino, que es una lengua eslava oriental, variedad del ucraniano pero con entidad propia y que no es oficial de ningún estado", explica Branchadell. ¿Qué pasaría con esa lengua?
¿El ruso podría entrar en la UE?
El ruso es una de las diez lenguas más habladas de la Unión Europea, más que algunas oficiales, sobre todo a causa de la diáspora soviética. No es lengua propia de ningún país, pero hay rusófonos en Estonia y en Letonia, e incluso hay hablantes nativos en Rumania desde el siglo XVII. En Letonia, por ejemplo, partidos rusófonos impulsaron un referendo de oficialidad para que el ruso fuera segunda lengua oficial (que perdieron). Varios países europeos fronterizos, desde Finlandia a Rumanía, han firmado la Carta Europea para proteger esta lengua en su territorio, recuerda Branchadell. La hipótesis de que el ruso acabara entrando en la Unión como lengua oficial pasaría, probablemente, por la incorporación de Ucrania. Sin saber cómo terminará la guerra, se puede especular que Ucrania incorporara al ruso como lengua oficial en los territorios recuperados de Donetsk y Lugansk.