BarcelonaDeporte, territorio y respeto por el medio ambiente. Hay pocas actividades hoy en día que congenien tan bien estos tres conceptos como el cicloturismo, la modalidad del ciclismo que casa viaje y turismo respetuoso con la única condición de que la bicicleta sea el medio de transporte utilizado. Porque hay muchas formas de entender el cicloturismo, casi tantas como practicantes, pero todas ellas coinciden en una cosa: el amor absoluto por la bicicleta, la total falta de competitividad y las ganas de descubrir el mundo, cercano o lejano, a golpe de pedal.
En una época en la que las carreras y las marcas compartidas en aplicaciones como Strava son tan relevantes en el ámbito de aficionado, el cicloturismo apuesta por otra filosofía de vida, poniendo delante la interacción con el territorio y la actividad de pedalear frente a los mejores tiempos y llegar primero o segundo. "Priorizo conocer el entorno natural al número de kilómetros que haré o la media de velocidad que sumaré. El esfuerzo lo hago para evitar polígonos industriales y llegar a lugares que para mí son desconocidos pero que me llaman la atención, no por ir más lejos", explica el ciclista aficionado Eduard Polls.
Polls, que ha viajado por países como Noruega, Italia, Suiza o Austria en su bicicleta, asegura que para él, la "máxima expresión" del cicloturismo es el viaje con alforjas (el conjunto de dos sacos formados por una sola pieza que permite llevar equipaje) y la tienda de campaña: "Cuando haces turismo en bicicleta pasas a ser un elemento más del territorio donde estás. Representa la simbiosis entre la persona y la máquina, todos dos autónomos, llevando la casa encima y viajando por espacios naturales", explica.
Muchas formas de ir en bicicleta
El cicloturismo tiene mucha mitología y formas de practicarlo: hay quien sale a pedalear, hace 50 kilómetros hasta un lugar que no conoce, corona la mañana con un desayuno de tenedor bien regado y regresa a casa, y a la vez también hay aquellos que viajan en bicicleta por todas partes, desde un par de días hasta quien da la vuelta al mundo con sus alforjas. "El cicloturismo es una marca que acoge muchas formas de ir en bicicleta, tiene un concepto muy diverso que cada uno entiende como quiere", explica Rafael Vilalta, escritor, periodista y cicloturista que ha publicado libros como 50 itinerarios de cicloturismo tranquilo por Cataluña: "Esto va de participar en eventos reglados, como la mítica marcha ciclista Quebrantahuesos, ya la vez de descubrir el territorio cargando cuatro trastos y tirando con la bicicleta hasta donde puedas".
Para realizar una ruta de cicloturismo se necesita, básicamente, una bicicleta y ganas de conocer el entorno. Nada más, "es tener las ganas de perderte", dicen. A partir de aquí te puedes decidir a atravesar los Alpes o ir de Argentona a Premià de Dalt, dependiendo de la experiencia, la forma y las ganas de cada uno. Para preparar la ruta contamos con diversas herramientas que podemos encontrar fácil y gratuitamente en la red. La principal es Wikiloc, recomendada por todos los expertos, pero también los muchos blogs de ciclistas anónimos que conviven en internet, donde obviamente es necesario estudiar todos los mapas de carreteras y caminos. Además, es muy aconsejable ir a buscar trípticos y mapas específicos a las oficinas de turismo del territorio.
Pero como ocurre con cualquier viaje, los que se hacen en bicicleta también deben planificarse con cuidado y contando con varias variables a tener en cuenta: el número de días que disponemos, el estado de forma en el que estaremos cuando lo empecemos, el número de kilómetros y desnivel acumulado que queremos y podemos soportar todos los días, cuáles son los espacios que queremos visitar, buscar los lugares donde dormir o comprar comida y los horarios de todos estos sitios. En este sentido, es importante para el ciclista conocer el entorno que va a visitar durante el viaje, porque quizás podemos descubrir que desviándonos un poco de la ruta hay algo que no podemos perdernos.
12 recomendaciones para hacer turismo en bicicleta
La Agencia Catalana de Turismo ofrece una serie de consejos prácticos para la práctica del cicloturismo:
Valorar si tenemos la preparación física apropiada a la ruta escogida, ser consciente de las propias limitaciones y actuar con sensatez.
Antes de salir, es necesario revisar el estado de la bicicleta. Comprobar las luces y reflectantes, frenos, cubiertas, cambios y cadena, engrasar las partes móviles, completar las herramientas y repuestos necesarios (mancha, aceite, palancas para quitar la cubierta, equipo de reparación de pinchazos, equipo de herramientas, neumáticos de repuesto y cables para los frenos y cambios...).
Es muy conveniente disponer de portapaquetes trasero con alforjas laterales.
Llevar equipamiento complementario adecuado (guantes de bici, casco, cuentakilómetros y GPS, en su caso...).
Las características de las rutas que proponemos hacen imprescindible el uso de mapas topográficos (los de escala 1:50.000 son los más adecuados).
Tener la información correspondiente y suficiente de la zona, posibilidad de alojamiento durante la ruta, teléfono de emergencia, etc.
Consultar previsión meteorológica.
Dejar a algún familiar o amigo el recorrido previsto.
En verano es conveniente disponer de una segunda botella de agua y reponerla continuamente.
Respetar la prioridad de los peatones y las normas de circulación.
Respetar el medio ambiente y el entorno natural.
Estudios del territorio en movimiento
La sencillez en el viaje en sí hace que aquí todo se equipare: "En el fondo da igual si llevas una bicicleta de 500 euros o una de 10.000 –explica Vilalta–. Esta es la actividad para quienes no buscan ganar nada, sino que quieren pasar un buen rato con la bici en el centro". En este sentido, el ciclista Eduard Polls apunta a todas las vertientes antropológicas que te aporta realizar un viaje de estas características: "Llevamos un vehículo ideal para estudiar la sociedad y la huella del humano en el entorno natural, además de la organización social, cultural y urbanística. Haciendo cicloturismo ves cómo son los pueblos, las casas arquitectónicamente, qué y cómo se come, cómo se organizan con los horarios de apertura... Te permite realizar pequeños estudios del territorio donde estás".
Lo que parece indiscutible es que el ciclismo está de moda. De hecho, en Catalunya tenemos la ciudad de Girona como una de las capitales de la bicicleta a escala europea y un ejemplo de la fiebre por el cicloturismo. No solo por la gran cantidad de establecimientos especializados (sean tiendas y talleres de bicis o cafés ciclistas), sino también por la gran variedad de rutas que permite. Desde allí puedes acercarte a los Pirineos, al Pla de l'Estany, a la Garrotxa o al Empordà, entre otros. ¿Esta fiebre por el deporte incluye también el cicloturismo? Polls es escéptico con cómo se piensa y se vive todo: "Parece que hay una corriente cada vez mayor de publicitar y comprar nuestros registros y mejores marcas personales en las redes sociales. Esto va a la contra del espíritu viajero y hasta cierto punto contracultural del cicloturismo".
Coger fuerzas con un buen desayuno
A menudo maltratado de la dieta catalana, el desayuno potente y de tenedor está cogiendo adeptos. En este contexto, el gremio ciclista ha hecho bandera por varios motivos: unos puramente nutritivos, ya que van bien para coger fuerzas después de un esfuerzo grande, y otros –y quizás los más importantes– también de comunidad, puesto que es el momento de encontrarse en círculo en la mesa y hablar de la ruta y el anecdotario del día.
En este sentido, Catalunya está llena de locales que ofrecen desayunos de tenedor que los ciclistas están colonizando cada fin de semana. De Cal Pep, en el barrio de Gràcia, a Cal Ramonet, en Santa Maria de Miralles. De los Tremols o en Fogàs de Tordera. Las opciones se cuentan por cientos y están repartidas por todo el territorio.
De hecho, hay una web que ha recogido donde hacer los mejores desayunos en Catalunya, esmorzarsdeforquilla.net, impulsada por el periodista Albert Molins y que hoy en día supera los 600 establecimientos en todo el país que permiten desayunar entablado y coger energía de sobres para pasar el resto de jornada.