Las claves de una transición energética pragmática

BarcelonaEl nuevo curso energético comienza con fuerza, lleno de nuevas oportunidades y desafíos para el futuro de la transición energética. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), una ambiciosa hoja de ruta que define los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, de penetración de energías renovables y de eficiencia energética, así como las líneas de actuación y el camino para conseguirlos, es uno de los grandes pilares para construir un modelo económico más descarbonizado.

Los retos que presenta son apasionantes. José Bogas Gálvez, consejero delegado de Endesa, recuerda que la visión de la compañía es realizar una transición energética pragmática para alcanzar los ambiciosos objetivos del PNIEC. Entre otros, la electrificación de la demanda, una regulación que incentive la inversión –especialmente en la red eléctrica– y el desarrollo del almacenamiento energético.

A su juicio, la regulación debe incentivar la inversión, especialmente en la red de distribución. “El PNIEC tiene unos objetivos muy ambiciosos. Ante esto, es necesario realizar una transición energética pragmática. Para ello, la regulación debe incentivar, no poner trabas. Debe ajustarse a las condiciones de mercado y permitir el desarrollo de la red de distribución que facilita la electrificación”, analiza Bogas.

"El desarrollo de la red es clave para apoyar la reindustrialización, una gran oportunidad para Catalunya, gracias a unos precios atractivos respecto al resto de Europa al disponer de grandes recursos renovables", aseguran fuentes de Endesa.

Es necesario electrificar más

Además de las renovables, el consejero delegado de Endesa pide electrificar su demanda. “Quizás se ha puesto demasiado foco en la generación renovable y no en electrificar la demanda para dejar de utilizar energía de origen fósil. En parte por eso, el primer semestre ha habido muchas horas con precios 0. El consumidor puede pensar que esto es bueno, pero no está tan claro: genera incertidumbre, ineficiencias y puede detener el desarrollo de las renovables”, argumentó Bogas hace unos días en el IX Foro Energía deelEconomista.

“Es necesario centrarse en la electrificación de sectores como el transporte, la industria o la climatización. La electrificación alcanza hoy el 24% de los usos energéticos, una participación estancada estos años y lejos del objetivo del 31% en 2030”, explica.

Endesa cuenta con más de 1.000 puntos de recarga pública en servicio en Cataluña y más de 5.000 instalados en todo el Estado. Además, acompaña a la electrificación del transporte público de Barcelona con la instalación de pantógrafos o cargadores en cocheras, entre otras ciudades, y cuenta con acuerdos con parkings como SABA y empresas como MEC eléctricocar sharing. Aparte de estos recursos, la compañía aporta múltiples soluciones comerciales para electrificar flotas privadas y de transporte.

El 88% de la energía que Endesa genera en Cataluña es libre de emisiones de CO₂. Según los datos de 2023, la capacidad total instalada es de 6.006 MW, con 380 nuevos proyectos de renovables en curso.

La digitalización de la red

Bogas pide una regulación que promueva la inversión. “La red es el eje vertebrador de la transición energética y, en particular, la distribución eléctrica, donde se conectará la mayoría de la nueva generación renovable y consumo eléctrico. Necesitamos una regulación que promueva la inversión, no que la limite; adaptada a los requerimientos del mercado europeo, que sea ágil en la autorización, así como en la aprobación de la retribución de la inversión ya realizada”, opina.

“Si la regulación promueve la inversión podrán evitarse situaciones como las que hemos vivido en los últimos cuatro años en el Estado. No hemos podido conectar a la red un total de 10,7 GW de demanda por la falta de capacidad de la red de transporte o los elevados costes de conexión. Todo esto es un freno a la reindustrialización y al crecimiento de la industria ya existente. Y, por tanto, a la creación de empleo”, alerta.

Endesa, a través de su filial e-distribución, prevé destinar 884 millones de euros a la red de distribución de Cataluña para el período 2025-27, lo que supone un aumento del 7% respecto al trienio anterior (2024-26) . En total, la compañía prevé realizar 1.148 proyectos, que se orientarán a incrementar la capacidad de acceso a la red de distribución para poder conectar parques eólicos, solares y autoconsumo; al refuerzo de la fiabilidad y la calidad de sus infraestructuras, ya la digitalización.

La energética tiene previsto concentrar más recursos que en el trienio anterior a incrementar la capacidad de acceso a la red, reforzando con 58 millones de euros más esta partida, lo que implica un aumento del 68%, hasta consolidar la cifra de 144,3 millones de euros. A cierre de agosto, por ejemplo, Endesa tiene conectados 112.727 suministros destinados al autoconsumo, un 20% más que al cierre de 2023 y el doble de los que había en 2022.

Los especialistas del sector alertan de que el almacenamiento energético va muy retrasado. “Esto afecta a la seguridad de suministro y resta eficiencia a la generación. Tenemos retos pendientes en el desarrollo tecnológico de las baterías y los nuevos proyectos hidráulicos de bombeo”, dice Bogas.

El resumen del consejero delegado sirve para despejar dudas. "El camino hacia una generación renovable, una demanda electrificada y unas redes digitalizadas debe ser un recorrido realizado con pragmatismo", concluye Bogas.