Salud

El Clínic del futuro para la Gran Barcelona

29 ENERO 2024;HOSPITAL CLÍNICO;GENERALIDAD;BARCELONA;CONVENIO;CAMPUS DE SALUD
29/01/2024
3 min

La Barcelona metropolitana está cogiendo nuevo empuje y lo hace como es tradición histórica en la ciudad: con un gran proyecto urbanístico que permite trasladar a su frontera estricta un equipamiento que implicará mucho movimiento e importantes cambios de movilidad. Estamos hablando de la firma histórica para construir el nuevo Campus de Salud del Hospital Clínic, que rubricaron ayer la Generalitat, el Consorcio Hospital Clínic de Barcelona, ​​la Universidad de Barcelona (UB), los ayuntamientos de Barcelona, ​​Hospitalet de Llobregat y Esplugues de Llobregat y la Diputación de Barcelona. El convenio permitirá al Hospital Clínic, ahora mismo ahogado y diseminado en diversas instalaciones del Eixample, reunir en un solo lugar –las actuales pistas deportivas de la UB en lo alto de la Diagonal– el espacio hospitalario, docente y de investigación. El edificio histórico de la calle Villarroel mantendrá su función de hospital de distrito, pero buena parte de sus secciones y áreas se aglutinarán en un futuro en el nuevo campus, que quiere convertirse en un nuevo polo de investigación biomédica, una de las áreas científicas en las que Cataluña es líder en el sur de Europa.

Aunque de momento no hay calendario ni presupuesto, esta firma merece el calificativo de histórica porque era el paso imprescindible para poner en marcha un proceso que tiene relevancia no sólo desde la perspectiva médica o científica, sino también urbanística y de país. En los más de 100.000 metros cuadrados del nuevo campus habrá espacio para pensar de cero cómo debe ser en el mundo de hoy un centro hospitalario y de investigación que incorpore no sólo las actuales posibilidades técnicas sino también las que puedan venir en el futuro . Será muy interesante ver cómo se piensa este nuevo Clínic, tanto desde el punto de vista organizativo y técnico como, también, arquitectónico.

De momento, sin embargo, la operación supone también una apuesta clara por la Barcelona metropolitana y permitirá coser de manera más humana –es decir, sin las barreras de las vías rápidas actuales– la capital con Esplugues y Hospitalet. El nuevo campus obligará también a alargar la línea 3 del metro más allá de Zona Universitaria, lo que dará servicio también al Hospital de San Juan de Dios ya los vecinos colindantes de las tres poblaciones. Es una operación de crecimiento en la zona del Llobregat, que ya se ha expandido en la parte baja con la Fira y podría hacerlo más con los nuevos proyectos urbanísticos de Hospitalet sobre la Gran Via, y que se corresponde con el crecimiento previsto en la zona Besòs, que, más allá del Fòrum, se ampliará con el nuevo polo audiovisual que en teoría debe instalarse en las Tres Chimeneas del Besòs.

La apuesta, sin embargo, también beneficiará al centro de Barcelona, ​​ya que el traslado del grueso de las instalaciones del Clínic permitirá liberar otros espacios y edificios que podrán tener otros usos ciudadanos, públicos o privados, y aliviar así un poco la presión que ahora sufre esa zona, muy densificada, del Eixample, que está faltada, como todo el distrito, básicamente de zonas verdes. Tardaremos años en verlo, es cierto, porque la envergadura del proyecto hace que los tiempos se alarguen, y la prueba es que nadie se atreve todavía a ponerle fecha. Pero tomada y firmada la decisión del traslado, ahora será más fácil empezar a mover las piezas que permitirán que el nuevo Clínic sea una realidad. La enhorabuena a los impulsores, especialmente por el tesón.

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