Conoce la exitosa historia de la empresa catalana de colchones Jack Beds

Jack Beds es una empresa catalana de colchones que con sólo siete años de trayectoria se ha convertido en un gran éxito empresarial. La empresa, fundada en 2017 en el barrio de Gràcia por el joven emprendedor Alejandro Arrufat, empezó a vender los primeros colchones en un garaje. A lo largo de esta década, la marca ha logrado expandirse por toda la provincia de Barcelona, ​​y cuenta actualmente con diez tiendas. Siete están situadas en lugares emblemáticos de la capital catalana, mientras que las otras se encuentran en Sant Cugat del Vallès, en Mataró y la más reciente, que también es la mayor, en Montigalà.

Las bases del negocio de Jack Beds se centran no sólo en una firme apuesta por la calidad de los productos de descanso, sino también en la experiencia y satisfacción del cliente. Desde la empresa trabajan para ofrecer los mejores materiales, centrándose principalmente en los colchones, pero también en las bases, los canapés, los cabezales, las almohadas y la ropa de cama. Además, tienen un buen asesoramiento personalizado en todas sus tiendas, donde los clientes pueden recibir consejos adaptados a sus necesidades específicas de descanso, así como un servicio de entrega propio con montaje incluido a domicilio, que asegura que cada compra llegue a las mejores condiciones. Y esto es lo que ha permitido a la compañía convertirse en un referente en el sector del descanso en Catalunya.

La historia de Jack Beds se inicia en el 2017 cuando el fundador y CEO de la empresa, Alejandro Arrufat, identificó una oportunidad de negocio mientras estaba trabajando en el sector de los colchones para pagar sus estudios universitarios. El joven emprendedor decidió crear una empresa que ofreciera una experiencia única y personalizada en la elección de productos para el descanso, después de ver que nunca se había ido más allá de la colchonería tradicional.

Aunque el nombre de Jack Beds pueda sugerir una marca de origen inglés, se trata de una empresa 100% catalana con producción nacional. La denominación "Jack" no es aleatoria, sino que el nombre es un tributo al abuelo del CEO de la empresa. Las iniciales del nombre del abuelo de Alejandro Arrufat, Josep Maria Arrufat Capdevila, forman la palabra Jack. Y la "K" se añadió por razones de marketing. Así pues, el nombre de la compañía de colchones es un homenaje a la persona que señaló las bases y los valores fundamentales de la empresa: la atención al cliente, el detalle y la calidad de los productos y tejidos que utilizan actualmente y que distingue la marca del resto.

Josep Maria Arrufat Capdevila fundó en los años 30 Cal Sastre, en Sant Martí de Maldà (Lleida), en un edificio modernista que construyó su abuelo, Pere Arrufat, también sastre. La fama por el trabajo bien hecho le llevó a trabajar en los almacenes barceloneses Cortefiel, donde se convirtió en un profesional en la gran ciudad.

Así pues, la influencia del abuelo y la tradición familiar, de la mano de la experiencia profesional, fue determinante para Alejandro Arrufat para crear una empresa de colchones revolucionaria, que no sólo se dedicara a la venta de colchones, sino que también ofreciera una experiencia única y personalizada a cada cliente.

De vender colchones en un garaje de Gràcia, a expandirse con diez tiendas

Desde el primero showroom en un garaje situado en el barrio de Gracia de Barcelona, ​​la empresa catalana de colchones Jack Beds ha ido creciendo y expandiéndose por toda la provincia de Barcelona, ​​hasta contar con diez tiendas. Desde la empresa aseguran que la clave del éxito empresarial recae en el enfoque innovador y su compromiso con la calidad, no sólo de los productos, sino también de la atención al cliente.