Cuatro chicos niegan haber violado a un compañero de escuela con Asperger

Barcelona"Nosotros lo que pedimos es que estas atrocidades no pasen dentro de las escuelas y que se aprueben los catálogos y las leyes que tocan", decía Pilar Juan este martes por la mañana antes de entrar en el juicio. Después de cuatro años de lucha en los tribunales, se ha empezado a juzgar a los cuatro chicos, ahora ya adultos, acusados de haber violado a su hijo en el patio del centro donde estudiaba en Vallirana en septiembre de 2018. Según la familia, ya hacía tiempo que lo insultaban y lo vejaban, pero en esa ocasión lo acorralaron en grupo en un espacio del patio y lo agredieron sexualmente. Los acusados han negado los hechos durante el juicio, que se alargará hasta el jueves.

Según ha explicado el abogado de la familia, Juan Manuel Ruiz, a la salida de la primera sesión del juicio, los chicos han precisado en la sala que "ni tan solo tienen suficiente amistad entre ellos para concebir nada". Una de las dificultades del caso es que se trata de la palabra de la víctima contra la de los acusados, porque no hay testigos directos de la agresión ni pruebas físicas. A pesar de todo, las acusaciones confían en los informes psicológicos del chico agredido como una de las pruebas clave del caso. Estos documentos, según Ruiz, concluyen que el Asperger que tiene el menor agredido anula su capacidad de fabular y mentir.

Para evitar el trance que suponía para la víctima tener que revivir los hechos y enfrentarse con sus presuntos agresores, el juzgado ha acordado que el chico no declarara en el juicio. Durante la sesión de este martes se ha reproducido, como prueba preconstituida, la declaración que prestó mientras el caso se estaba investigando. Sí han declarado como testigos los padres del niño, que han explicado las secuelas que sufre y cómo ha empeorado su nivel de dependencia desde los hechos.

Piden una indemnización a la escuela

La familia del niño pide cuatro años de internamiento para los acusados y dos de libertad vigilada, además de una indemnización de 85.000 euros a la escuela, como responsable civil subsidiaria de los hechos. Los padres de la víctima siempre han considerado que el centro se tendría que sentar en el banquillo de los acusados porque creen que tanto la dirección como algunos de los profesores estaban al corriente de la situación de su hijo. Pero finalmente la Fiscalía de Menores –que es quien lleva el peso de la investigación de los delitos cometidos por menores de edad– decidió que solo tuvieran la condición de responsables civiles.

La Fiscalía pide una medida ligeramente inferior, de tres años de internamiento y dos de libertad vigilada para los acusados. A pesar de que los procesados ya tienen 18 años, es un juzgado de menores el que lleva el caso porque, cuando tuvieron lugar los hechos, eran adolescentes. En caso de que llegaran a ser condenados, el juez podría acordar que cumplieran la medida en un centro de menores o en un módulo de jóvenes de un centro penitenciario.