Hablemos de dinero

David Calle, uno de los mejores profesores del mundo: "Una pizarra fue la mejor inversión de mi vida"

El profesor, finalista en los premios Global Teacher Prize en 2017, explica al Emprendemos su relación con el dinero

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El profesor David Calle

BarcelonaEl profesor David Calle regresa a sus orígenes para explicar cómo fue su infancia: “Vengo de una familia muy humilde de Madrid, mi madre era profesora y mi padre era empleado de mantenimiento en una escuela. Siempre digo a mis alumnos que yo no pude ir de viaje de fin de curso de pequeño”. Calle, conocido actualmente por su canal de YouTube Unicoos, cuenta con más de millón y medio de seguidores en internet y fue finalista en los premios Global Teacher Prize en 2017, los Premios Nobel de la docencia.

Tras el instituto, Calle optó por estudiar ingeniería de telecomunicaciones porque creía que sería “la profesión del futuro”, pero lo combinaba con hasta tres trabajos diferentes. “A los trece años ya ayudaba a mi padre en su trabajo de mantenimiento o repartiendo publicidad, pero durante la carrera trabajé como profesor de repaso y en una lavandería para hospitales. Sólo tenía libras dos días al año y tenía que pagar mi Ford Fiesta”, recuerda.

Cuando acabó sus estudios, Calle encontró trabajo como ingeniero en Siemens, empresa en la que trabajó durante cinco años. Sin embargo, explica que después de este período, tomó la mejor decisión de su vida: “abandoné un trabajo estable para marchar a una consultoría pequeña con sólo tres trabajadores. Todo el mundo me decía que estaba loco, pero gracias a salir del mundo corporativo cambié de rumbo”. Calle estuvo en esa consultora unos años, viviendo por toda España con varios proyectos, pero a los treinta se quedó en paro. “Estaba a punto de tener una hija y necesitaba trabajo. Volví a trabajar como profesor de academia particular por 600 euros al mes, en la misma escuela en la que había trabajado mientras era estudiante, y encontré mi vocación”, narra Calle.

Calle empezó a dedicarse de lleno a la docencia, montando su propia academia de clases particulares en su pueblo: “Hipotecé la casa para conseguir sacar el negocio adelante, en un mes tenía 200 alumnos y mucho trabajo ”. Con la crisis del 2012, sin embargo, la academia perdió a estudiantes y, a pesar de seguir funcionando, Calle creyó que con YouTube podría dar lecciones a los alumnos que no pudieran asistir a sus clases. “No todos los estudiantes aprenden al mismo ritmo y con las clases grabadas podían recuperarlo siempre que lo necesitaran, en abierto y de forma gratuita. Al principio me daba vergüenza aparecer en internet, pero me compré una pizarra por casa –la mejor inversión de mi vida– y empecé a dar tutoriales en YouTube como clases de repaso”, explica.

Este proyecto que él empezó de forma altruista, sin embargo, acabó convirtiéndose en un fenómeno en internet. “Muchos adultos no lo entendían y quizás en los primeros cuatro años, con más de 500 vídeos, no gané más de cuarenta euros en internet. Pero gracias a esto llegaron nuevos proyectos y reconocimientos”. En 2017, dos alumnos lo nominaron al Global Teacher Prize de manera anónima y Calle se convirtió en una figura pública con eco mediático a nivel nacional: “No sé quiénes fueron estas dos personas, pero de repente me enteré que estaba entre los diez mejores profesores del planeta y salí a todos los medios. Les estoy eternamente agradecido porque fue la puerta a otros muchos proyectos profesionales”, confiesa Calle.

Tras este boom, Calle siguió con su academia de repaso en Madrid, porque no quería perder el contacto con los alumnos, pero tuvo que cerrar por la pandemia: “No éramos un servicio esencial y después ya no reabrí el negocio porque tenía otros proyectos entre libros, conferencias y más”. Calle es actualmente propietario de dos sociedades limitadas y cuenta con la ayuda de un gestor y un socio para coordinar su proyecto de enseñanza a distancia –la academia virtual Unicoos– y su trabajo en YouTube. “Soy muy mala cabeza. No me cuesta nada delegar y, en cambio, no sé ponerme estricto”, reconoce el profesor.

De cara al futuro, Calle señala que las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial cambiarán el paradigma de la educación, pero al mismo tiempo se muestra “tranquilo”. “Me quedan diez años por jubilarme y sé que siempre podré volver a mis orígenes, haciendo de profesor”, concluye.

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