Finanzas

Ni el euro, ni el yuan: el incuestionable reinado del dólar

La divisa estadounidense es desde hace décadas la principal moneda en los mercados internacionales

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Billetes de dólar

BarcelonaEl presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, tiene una inquietud que no le deja dormir: "Cada noche me pregunto por qué todos los países debemos basar nuestro comercio en el dólar", declaró hace dos semanas en una conferencia durante su primera visita oficial a China. "¿Por qué no podemos comerciar con nuestras divisas? ¿Quién ha decidido que el dólar sea la moneda?", añadió el político sudamericano entre los aplausos del público asistente al acto, organizado por el Nuevo Banco de Desarrollo de Shanghái.

Las palabras de Lula gustaron al gobierno chino, que desde hace años promociona su divisa, el yuan, en el ámbito comercial. Pero también se ven con buenos ojos en el resto de potencias emergentes, los países llamados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que consideran que la gobernanza global liderada por Estados Unidos y Europa pone bastones en las ruedas a su crecimiento.

Lula no es ni mucho menos el primero que pone en cuestión el papel del dólar. La idea de que el dólar pierde la hegemonía es recurrente desde la década de los 60, cuando el futuro presidente de Francia, Valéry Giscard de Estaing, ya lo predijo. Volvió a aparecer en los años 70 con la explosión exportadora de Japón, a finales de los 90 e inicios de 2000 con la entrada en vigor del euro, durante la crisis de 2008 por las dificultades del sistema financiero estadounidense y también en los últimos años por los fuertes crecimientos de la economía china.

El dòlar manté el seu pes relatiu
Facturació d'instruments de canvi de divisa en el mercat no organitzat. Mitjana diària en percentatge sobre el volum total d’operacions (el total suma 200% perquè cada operació implica dues monedes). El 1999 l’euro substitueix el marc alemany i deu divises més

Cambios muy leves

La invasión rusa de Ucrania y las sanciones impuestas por EEUU y Europa en Moscú han hecho ganar peso en ámbitos concretos a otras monedas, pero en ningún caso por amenazar el liderazgo del billete verde. "Parte de los bancos centrales están diversificando las reservas de divisas", dice el profesor de la Escuela Superior de Comercio Internacional (ESCI) de la UPF Joan Ribas, experto economista en globalización. Pero esto tiene, por el momento, un impacto limitado. Si el dólar pasara de representar un 60% de las reservas a un 45%, por ejemplo, "sería un ajuste", pero no supondría un cambio radical, asegura.

Otro aspecto es que entre un 16% y un 20% de las compras de petróleo actualmente "se están cobrando en yuanes", ya que China está adquiriendo mucho crudo en Rusia, que cada vez exporta menos en la Unión Europea. Y el hecho de que, como parte de las sanciones en Moscú, el gobierno de EE.UU. haya bloqueado aproximadamente la mitad de los 640.000 millones de dólares de reservas del estado ruso seguramente hará que algunos oligarcas y líderes de regímenes autoritarios lo piensen dos veces antes de tener todas sus fortunas en dólares en un futuro.

La realidad, sin embargo, es otra: "Entre un tercio y la mitad del comercio mundial, casi un 90% de las transacciones financieras y un 60% de las reservas de los bancos centrales están en dólares", explica Joan Ribas.

Son unas cifras que varían poco. Según datos del Banco de Pagos Internacional, el organismo que agrupa a la mayoría de bancos centrales del mundo, desde hace más de treinta años el dólar representa entre el 80% y el 90% de las transacciones internacionales de cambio de moneda, una cifra que incluye cambios del dólar a otra moneda y viceversa. En este campo, el yen no fue rival durante los años 80 y el peso del euro a partir de 1999 ha acabado siendo, más o menos, equivalente al que tenían de forma agregada las monedas de los veinte estados que han adoptado la moneda comunitaria. La entrada del yuan ha sido limitada: en 2021 representó un 7% de la facturación de instrumentos de tipos de cambio, a un nivel similar al de los dólares canadiense y australiano y por debajo todavía de la libra británica.

El creixement del sector financer també dispara les operacions amb dòlars
Facturació d'instruments de canvi de divisa en el mercat no organitzat. Mitjana diària en milers de milions de dòlars nord-americans. El 1999 l’euro substitueix el marc alemany i deu divises més

Un valor seguro

¿Por qué el dólar permanece tanto tiempo como moneda de reserva? Según Ribas, existen varios factores. El primero es que EEUU sigue siendo la primera economía del mundo, el centro de las finanzas internacionales y la gran potencia geopolítica del planeta, aunque Pekín haya acortado distancias. En 2021 el producto interior bruto (PIB, el indicador que mide la actividad económica de un país) de EE.UU. era de 70.248 dólares por habitante. El de China, de 12.500.

Además, existe un elemento de estabilidad. Los "miedos de los dictadores" a recibir sanciones como las de Rusia también se extienden. EEUU es una democracia con imperio de la ley y tribunales mucho más independientes que los de los países emergentes, donde "no hay garantía de derechos de propiedad" frente al estado o, en su defecto, es menos clara. De ahí que el dólar o los activos denominados en dólares se consideren más "seguros", dice.

En cuanto a posibles alternativas con divisas de países industrializados y democráticos, o bien son economías mucho más pequeñas (como Japón o Canadá) o bien, en el caso del euro, no existe la estructura institucional y la unidad financiera y laboral necesaria entre los países que lo comparten.

"Un proceso muy largo"

Por mucho que a los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de China, Xi Jinping, les gustara, o por mucho que moleste a Lula, "no está claro que el resto del mundo saliera ganando" con una sustitución del dólar por una otra divisa de reserva o por un aumento de la diversidad. "Es como criticar la hegemonía del inglés –explica Ribas–. Podemos decidir que prescindimos del inglés, e ir a la India y que nos hablen en hindi y nosotros en catalán, pero no llegaremos muy lejos".

No parece fácil, pues, que el dólar pueda moverse de la posición actual de moneda reserva. En 1870 la moneda de referencia mundial era la libra esterlina, gracias al auge del Imperio Británico ya la preponderancia de Londres como capital financiera, mientras que Estados Unidos apenas se recuperaba de cuatro años de guerra civil. No sería hasta 75 años después, en 1945, que el dólar sería definitivamente la moneda de referencia en todo el mundo. La sustitución de la libra por la divisa estadounidense, pues, "fue un proceso muy largo" con dos guerras mundiales y varias crisis financieras de por medio, entre ellas la Gran Depresión, recuerda Ribas. "Suponemos que haya un cambio: tardaría casi un siglo –dice–. Si tiene que pasar, nosotros no lo veremos".

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