Europa y la acogida de refugiados ucranianos
BarcelonaLa Unión Europa tomó el jueves una decisión inédita: aplicar la directiva de protección automática temporal para todos los refugiados ucranianos que huyen de la invasión rusa, que ya son más de un millón y que se espera que sean muchos más. La decisión la tomaron por unanimidad los 27 ministros del Interior reunidos en Bruselas. La comisaria del Interior, Ylva Johansson, lo calificó de "decisión histórica". La aplicación de la directiva significa que los refugiados ucranianos tendrán de forma automática un permiso de residencia y de trabajo y acceso a la educación y a la sanidad públicas por un período mínimo de un año. El acuerdo no incluye a los nacionales de terceros países que se encuentran ahora en Ucrania y que también están huyendo de la guerra. En estos casos la UE les ofrece ponerlos en contacto con su país de origen para facilitar su repatriación.
Se trata de una decisión necesaria y a la altura del reto que significa para el proyecto de la UE la invasión rusa de Ucrania, puesto que lanza un mensaje claro a Vladímir Putin en el sentido de que Europa acogerá a todos los ucranianos que sea necesario. Es posible que Putin pensara que la UE no reaccionaría de forma unitaria ni militarmente ni a esta crisis de refugiados, como ocurrió en el caso de los refugiados sirios durante la crisis del 2015, cuando muchos países se negaron a ofrecerles asilo e incluso en Alemania, que lideró la acogida, hubo mucha oposición.
Este hecho realmente debe hacernos reflexionar sobre la doble vara de medir de los europeos en esta materia, porque parece que estamos más dispuestos a acoger a personas de piel clara que de piel oscura, porque los sirios o los mismos afganos que ahora hay en campos en lugares como la isla de Lesbos están en la misma situación que los ucranianos. Tampoco son aceptables las imágenes de policías polacos no dejando entrar en suelo europeo a personas de origen africano o asiático, por ejemplo a estudiantes nigerianos, que estaban en Ucrania en el momento de la invasión. La Unión Europea deberá realizar un gran examen de conciencia sobre la que ha sido su política de asilo en los últimos años, y actuar en consecuencia.
Ahora bien, lo que toca ahora es acoger a los ucranianos de la mejor manera posible, y aquí la Generalitat de Catalunya deberá ser rápida y eficaz para coordinarse con el gobierno español y organizar el dispositivo de acogida en el menor tiempo posible. Cabe subrayar que Barcelona ya protagonizó una gran manifestación a favor de acoger a refugiados el 17 de febrero de 2017, inédita en Europa, y en la que se calcula que participaron cerca de 200.000 personas. Por tanto, ya sabemos que la sociedad civil y las entidades sociales estarán a la altura para hacer realidad el lema de aquella manifestación, "Volem acollir" (Queremos acoger). Ahora hace falta, pues, que la administración también esté, porque todo apunta a que, desgraciadamente, esta crisis se alargará en el tiempo. Y en cualquier caso, la acogida de refugiados, además de un deber ético y moral, es también una palanca clave para derrotar a Putin.
