Otras formas de vivir: de la vivienda cooperativa y feminista a la masovería urbana
En los últimos años en Cataluña están arraigando fórmulas alternativas de vivir, como la vivienda cooperativa en cesión de uso. Descubrimos cómo funcionan estos modelos, qué implica ir a vivir y qué particularidades arquitectónicas conviene que tengan los edificios
Hace cerca de un año, en un solar de Santa María de Palautordera, empezaron a verse excavadoras y tractores con remolque. Al cabo de un par de meses, ya lucían decenas de columnas de hormigón: parte del esqueleto de un nuevo edificio. Alrededor, un grupo de personas lo miraba con mucha excitación. Eran las futuras habitantes de La Renegà, el proyecto feminista de vivienda cooperativa que se está materializando en este pueblo de la falda del Montseny. Es una iniciativa singular. Está impulsada por un colectivo de mujeres que ha decidido construir y convivir en un hogar pensado con mirada feminista, que tendrá sus cuidados en el centro y que funcionará con relaciones horizontales, recíprocas y solidarias.
Para ello, han elegido el modelo de cooperativa de vivienda, al alza en Cataluña: ya hay cerca de 1.200 viviendas con esta fórmula, según el Observatorio de la Vivienda Cooperativa. en países como Alemania, Dinamarca y Suiza el modelo ya representa un 10% del parque de vivienda. En esta fórmula, la propiedad de las viviendas recae en todas las personas socias de la cooperativa. No pueden venderlos ni alquilarlos. En muchos casos, pueden disfrutar de la vivienda de forma indefinida o para plazos muy largos. de construcción y que se les devuelve si algún día se retiran del proyecto. Cuando ya se han instalado deben pagar una cuota mensual, fijada teniendo en cuenta el precio de coste. –pactado por la cooperativa– y no el precio de mercado.
Ahora mismo, la construcción de La Renegà ya está enfilando la recta final. "Se prevé que las obras acaben a finales de año", adelanta al ARA Miquel Mayor Canela, uno de los responsables del proyecto y socio de Celobert, la cooperativa de urbanismo, arquitectura e ingeniería que ha diseñado el edificio. En total saldrán 13 viviendas cooperativas en cesión de uso, dos de las cuales se destinarán a pisos de uso social para mujeres que han sufrido violencia machista. "Queremos que sea un espacio que nos facilite la vida cotidiana desde la proximidad, que nos acompañe en los cambios vitales, que visibilice y cuide las diferentes esferas de nuestras vidas (propia, reproductiva, productiva y comunitaria), que cuide también del entorno y que tenga el mínimo impacto negativo en la naturaleza", exponen las impulsoras de la iniciativa en la página web del proyecto.
¿Cómo son los edificios?
En el caso de La Renegà, el edificio combinará espacios de uso privativo y comunitario para fomentar la interacción entre habitantes, también con el vecindario. Habrá un espacio exterior con zona de descanso y huerto comunitario. Asimismo, se han diseñado varios espacios comunitarios con cocina, lavadoras y zonas de estar. Los suministros serán comunitarios y está previsto crear una comunidad energética. Por lo que respecta a las viviendas, todas tendrán la misma estructura, pero serán flexibles: el objetivo es que se puedan adaptar a las necesidades de las diferentes unidades de convivencia y etapas vitales de cada persona.
"Dado que las viviendas cooperativas surgen desde una lógica comunitaria, además de los espacios privados y de circulación, los edificios tienen también espacios comunitarios", explica Júlia Valldolitx Tarrés, también socia de Celobert y son de uso colectivo y son una pieza clave del edificio. "Pueden incluir salas polivalentes, zonas de lavandería, cocinas o huertos comunitarios y, además, tienen un fuerte vínculo con el barrio, ya que el edificio se integra en el tejido social", apuntan desde la cooperativa. Pero, más allá de eso, existe otro elemento concreto de este tipo de modelo de vivienda. "Las futuras habitantes participan activamente en el proceso de diseño, desde la fase inicial hasta la finalización de la obra", remarca el socio de la cooperativa. Como equipo técnico de arquitectura, ingeniería y urbanismo, Celobert acompaña a este proceso con un asesoramiento integral que aborda desde los aspectos urbanísticos hasta los energéticos, para crear edificios sostenibles, eficientes y con una perspectiva inclusiva y feminista.
Aparte de La Renegà, Celobert tiene en marcha otros proyectos, como Ruderal, en Vallcarca. Este edificio, que está realizando conjuntamente con la cooperativa de arquitectura Voltes, tendrá un gran patio comunitario que se integrará dentro del tejido del barrio. También tiene en marcha las obras de Torrent Viu, en Sarrià, que se convertirá en un edificio conectado con el Parque de Joan Raventós, con espacios de uso comunitario en todas las plantas y que acogerá a jóvenes extutelados.
El acompañamiento, clave
Para hacer realidad este tipo de proyectos, es muy importante contar con un acompañamiento técnico y humano integral. , se apoya a los grupos y colectivos que quieren hacer realidad una iniciativa de covivienda. empoderar al grupo para que cada vez sea más autónomo y esté preparado para la etapa de convivencia", detalla Maria Josep Lázaro, directora de equipos y coordinadora de grupos de Perviure.
El acompañamiento es multidisciplinar. Existe el acompañamiento económico, que incluye ayuda para realizar el estudio de viabilidad, la realización de presupuestos, obtener la financiación, realizar los planes de desembolso... También existe el acompañamiento legal, con la constitución de la cooperativa o los contratos de cesión de uso como platos fuertes. Asimismo, se realiza la coordinación del equipo técnico de arquitectura y el seguimiento de la obra; se apoya en la toma de decisiones y la organización de la cooperativa; se ponen en marcha mecanismos para fomentar la cohesión del grupo y resolver conflictos; se lleva a cabo la coordinación de todo el proyecto...
En cada proyecto intervienen al menos 3 personas referentes con perfiles técnicos distintos para cubrir las necesidades del acompañamiento. Cada grupo tiene entre 3 y 5 comisiones por ámbitos y un espacio de coordinación acompañados por los referentes de Perviure, con una pauta mensual de reuniones de las comisiones y una o dos asambleas mensuales. "Las personas referentes de Perviure y los referentes de las comisiones de la cooperativa deben ir muy coordinadas para que la promoción vaya bien", insiste Lázaro. También hay evaluaciones cada 6 meses para evaluar todo lo realizado y extraer aprendizajes y mejoras. Por ahora, están acompañando a grupos como el de La Renegà, pero también los de Ruderal y Torrent Viu. Asimismo, están acompañando ayuntamientos para impulsar proyectos en Sant Esteve d'en Bas, en Vic y en Berga, entre otros.
La masovería urbana
Aparte de la covivienda, otra fórmula que ya existe en Cataluña es la de la masovería urbana. Con este modelo, la persona propietaria de una vivienda en mal estado y desocupada cede su uso por un tiempo determinado a una persona masovera cambio que asuma las obras de rehabilitación y mantenimiento. La figura del contrato de masovería urbana se incorporó por primera vez al cuerpo legal catalán en 2007, a la ley del derecho a la vivienda. "La masovería debe ser, por un lado, un instrumento para evitar el desempleo permanente de las viviendas y, por otro, una política de fomento de la rehabilitación", explica la Diputación de Barcelona, que promueve esta fórmula.
Las viviendas cedidas en régimen de masovería urbana son consideradas viviendas destinadas a políticas sociales. "La masovería urbana es, por tanto, un instrumento alternativo de acceso a la vivienda asequible que hay que impulsar desde el ámbito local y divulgar entre la ciudadanía", termina el ente supramunicipal.
Si para que una planta nazca y crezca necesitan unas condiciones ambientales adecuadas, lo mismo ocurre en el caso de los proyectos de covivienda: para que se desarrollen bien necesitan contar con un equipo interdisciplinario que pueda acompañarlos. En un momento en que la covivienda cooperativa no deja de crecer y generar nuevos adeptos, varias cooperativas de la ESS han sumado esfuerzos por crear La Germinadora. Se trata de una incubadora de proyectos de covivienda en diferentes territorios de España que quiere generar espacios de intercambio y formación para promover y activar nuevas comunidades de vivienda a través del empoderamiento y la autogestión.
Entre las organizaciones que impulsan el proyecto hay catalanas, andaluzas y gallegas. En La Germinadora las personas pueden encontrar diferentes recursos digitales accesibles desde la página web, charlas, formaciones y espacios de intercambio y asesoramiento colectivo. La iniciativa quiere convertirse en referente y compartir conocimiento con otros proyectos de covivienda por todo el territorio para extender la vivienda cooperativa y potenciar la creación de nuevos lugares donde vivir en comunidad.