Cómo se cría un niño en... (1)

Grecia: el país donde la escuela termina a las 13 h

Los niños terminan el horario lectivo a la una, lo que conlleva muchos problemas de conciliación en la mayoría de familias griegas

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Una escuela de primaria en Atenas, Grecia.

AtenasSi hay una palabra que siempre aparece en la conversación cuando se habla de criaturas en Grecia es conciliación. Conciliar la crianza de los hijos e hijas y las actividades profesionales de los progenitores resulta complicado en un país donde los niños salen a la una del mediodía de la escuela, tanto en la pública como en la privada. Si bien se ofrece a las familias la posibilidad de que se puedan quedar hasta las cuatro o cinco (dependiendo del centro escolar), muchos de los progenitores optan por llevárselos a casa e intentar gestionar cómo pueden el tiempo.

Anthina Moriadou vive en Holargos, un barrio periférico de Atenas, y tiene 47 años. Tiene un hijo de 9, Aris. Lo lleva a la escuela pública y desde que empezó la primaria decidió ir a recogerlo a la una por una razón muy sencilla: "Existe la posibilidad de dejarlo hasta las cinco y no se ha de pagar nada extra, pero lo recojo a la una porque tiene que estudiar y hacer los deberes.Si lo dejo hasta las cinco, cuando vuelve a casa está demasiado cansado. están destinadas a preparar las clases del día siguiente y hacer deberes, pero lo cierto es que las criaturas no hacen trabajo y solo juegan, por eso prefiero que vuelva a casa", explica. Pese a la posibilidad de dejarlo hasta la tarde, la conciliación es complicada.

El mismo problema se ha encontrado Mirto Likopoulou, que tiene dos hijos en primaria. Los lleva a la privada, pero el horario es el mismo. A diferencia de Anthina, Mirto los deja a comer y los recoge a las cinco. "Ni loca me los llevo a comer a casa. ¿Qué hago con ellos? ¡No podría hacer nada!", dice entre risas. Aunque no se los lleva, sí les hace la comida: "En la escuela existe la posibilidad de que coman de catering o que se lleven la comida de casa. Como mi marido y yo preparamos comida para a nosotros, no cuesta nada hacer un poco más", dice. No tienen esta opción las familias que llevan a sus hijos a la pública: como la escuela teóricamente se acaba a la una, no hay opción de comedor y los niños que se quedan hasta las cinco deben comer de fiambrera: “Hay que comérselo frío porque no hay cómo calentarlo”, se queja Marta Cañete. Es de Madrid, pero lleva quince años viviendo en Grecia, donde ha tenido a sus dos hijos.

Clases llenas

Salvo los horarios, entre el sistema educativo catalán y el sistema educativo griego no hay demasiadas diferencias. Las criaturas trabajan por asignaturas, aunque en Cataluña cada vez se trabaja más por proyectos. Uno de los problemas en las escuelas públicas griegas, como también ocurre en nuestra casa, son las clases superpobladas: "Aquí hay 25 criaturas por clase y es demasiado. Los niños que necesitan más atención, no la reciben; pero estoy contenta porque, poco a poco, las cosas cambian: hay más contenido adaptado y más atención a la diversidad. Ya no se habla del mal estudiante o del perezoso, como cuando era pequeña", explica Anthina, que asegura que lleva a su hijo a la pública porque quiere que haga comunidad con los niños del barrio. También hay aspectos de la escuela pública que no la convencen: "A la mayoría de los niños no les gusta ir a la escuela porque se aburren. La forma en que se desarrollan las clases no suele ser interesante y los libros tampoco están muy bien. Esto no ha cambiado mucho en los últimos años". Tampoco le gusta que se dé más importancia a unas materias que a otras y se queja de que en la escuela de Aris, aunque estamos a mediados de octubre, todavía no hay maestros ni de música ni de artes . "No me gusta que se subestimen asignaturas como la educación física, el teatro o la música", concluye.

Quizás la diferencia más destacable con la educación en Cataluña y en España es el componente religioso: Grecia es un estado confesional y el poder de la Iglesia ortodoxa es considerable, así como sus privilegios. Por este motivo, cuando comienza el curso, las escuelas públicas griegas son bendecidas y se hace una misa (Agiasmos). A muchos de los niños que asisten a estas escuelas, se les obliga a hacer una oración cada mañana. Depende un poco del profesor. Si hay niños que practican otras religiones o que son ateos, pueden abstenerse. En tercero de primaria, la asignatura de religión es obligatoria y son las familias las que deben decidir si quieren que sus niños asistan: “Nosotros somos ateos y no queremos que vayan, pero durante el rato que dura el asignatura de religión no se les da otra opción. Las criaturas se van al patio oa la biblioteca”, explica Cañete. Si bien ella está contenta en general, piensa que hay cosas que deben mejorar, como la atención a niños con necesidades especiales, las instalaciones o los contenidos del período de educación infantil, que va de 4 a 6 años.

Por lo que respecta a la vida familiar, los días transcurren como transcurren en una familia radicada en Barcelona o cualquier ciudad catalana. En el tiempo libre los niños realizan actividades extraescolares y durante los fines de semana o bien se quedan en Atenas o hacen alguna excursión fuera. Durante las vacaciones, Mirto suele optar por ir de camping junto a la playa porque dice que no le gusta mucho ir al pueblo. "¿Las próximas vacaciones? Me voy a Londres a pasar el Fin de Año!, dice contenta.

Los apuntes
  • Inicio escolar

    Como en Cataluña y en España, el curso suele empezar durante la primera quincena de septiembre. Uno de los primeros días festivos que tienen las criaturas que asisten a las escuelas griegas, tanto públicas como privadas, es el Día del No (29 de octubre), en el que se conmemora que en 1940, el entonces primer ministro del país, Ioannis Metaxas, se negó a dejar pasar a las tropas fascistas italianas.

  • Vacaciones de Navidad

    Suelen ser de dos semanas y van desde finales de diciembre hasta después de Reyes.

  • Día de la Independencia griega

    El 25 de marzo es festivo porque se celebra el Día de la Independencia Griega. Aquel día, todas las familias comen el plato típico: bacalao frito con puré de alioli y patata ( bakaliaros skordalia ). Las vacaciones de Semana Santa, que para las criaturas también suelen ser de una semana, funcionan algo diferente a las nuestras porque en Grecia se celebra la Pascua ortodoxa. Si bien es prácticamente lo mismo, las fechas pueden variar.

  • Las elecciones

    Cuando hay elecciones, las escuelas cierran tanto el viernes como el lunes, lo que complica, una vez más, la conciliación familiar, porque para los adultos no es festivo.

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