662 viviendas nuevas en un bosque con barracas junto al macizo de Cadiretes
SOS Costa Brava y SOS Lloret critican que el Ayuntamiento de Lloret de Mar pretende edificar una urbanización de 50 hectáreas en un suelo forestal de gran valor natural y paisajístico


LloretMont Lloret es uno de los últimos ramales del complejo de urbanizaciones residenciales de Lloret de Mar, kilómetros adentro de la playa, a medio camino en el interior entre el mar y Vidreres. En este punto, entre la colina de Calafat y el Montgròs, se extiende la montaña de Can Sota, una zona boscosa muy frondosa, muy escondida, junto al macizo de Cadiretes, donde se encuentran diseminadas un centenar de casas, barracas y cabañas, muchas en desuso o mal estado, construidas sin permiso ni licencia entre caminos y pistas. Recientemente, el Ayuntamiento de Lloret ha aprobado una modificación del plan urbanístico municipal (POUM) de esta zona, de unas 50 hectáreas, a fin de que se puedan construir hasta 662 viviendas. Frente a este escenario, que cambiaría por completo el paisaje urbano de esta montaña, SOS Costa Brava y SOS Lloret han levantado la voz y han presentado alegaciones a la medida del consistorio.
Los ecologistas critican que una construcción urbanística de esta envergadura destruiría por completo el valor medioambiental de este paraje, reconocido por los catálogos de la Diputación de Girona como un espacio de interés natural y paisajístico: "Es un gran conector biológico con el mismo macizo de Cadiretes, que está reconocido dentro del plan de biodiversidad, unidad paisajística, alcornoque y una zona de pinos", defiende Jordi Palaudelmàs, portavoz de SOS Lloret y presidente de SOS Costa Brava. Y sigue: "Tendría un impacto muy bestia, porque es una zona de pendientes muy fuertes, superiores al 20%, visibles desde otros muchos puntos del término municipal". La plataforma lloretense comparte que es necesario resolver la situación de las barracas en mal estado, sin célula de habitabilidad, que actualmente pueblan la montaña y estropean el entorno, pero en ningún caso aceptan que la solución pase por convertir todo el espacio en una nueva urbanización.
Una urbanización que dobla la extensión del casco urbano de Lloret
En esta misma línea, Eduard de Ribot, abogado de SOS Costa Brava, lamenta que el proyecto del Ayuntamiento para levantar más de 600 pisos en un bosque que prácticamente dobla la extensión del casco antiguo de Lloret de Mar, no tiene en cuenta los requisitos del plan director. Tampoco prevé alternativas de ordenación ni ha encargado ningún estudio de evaluación ambiental: "Será una urbanización para unas 2.500 personas, que ocupará una montaña a partir de un planeamiento antiguo con todos los déficits de aberturas, calles y pistas forestales y tampoco se ha realizado ningún estudio de inundabilidad ni las manifestaciones hidráulicas". Por todo ello, ambas entidades consideran que la propuesta del consistorio vulnera el plan director urbanístico de revisión de suelos no sostenibles del litoral gerundense, el plan territorial de las comarcas gerundenses e incluso la propia ley de urbanismo.
El Ayuntamiento lloretense, por su parte, responde que, según el POUM vigente desde 2007, en el mismo ámbito se podían llegar a edificar 770 viviendas y que la modificación de POUM aprobada en el pleno del ayuntamiento lo que propone es reducir el ámbito del suelo urbanizable ya previsto y reduce la denidad. De esta forma, fuentes municipales valoran positivamente la medida porque servirá para reducir la superficie edificada y corroboran que en ningún caso se trata de una nueva urbanización ni de ninguna nueva implantación, sino que responde al cumplimiento de las directrices de las normativas urbanísticas.