'EPIC FAILS'

Lidl se ahoga en su propio mar de datos

Marc Amat
2 min
Lidl se ahoga en su propio mar de datos “La adopción de un nuevo sistema tecnológico de información es un reto para las empresas -advierte Walter Garcia-Fontes, decano de economía de la UPF-. Más allá de tener listo el sistema, es necesario que adapten la cultura empresarial y que haya un despliegue temporal factible y una predicción de los costes y beneficios”

Era el 23 de julio de 2015 cuando SAP, la empresa líder en desarrollo de software informático para empresas, hacía público un nuevo comunicado: “La cadena de supermercados Lidl desplegará las soluciones de SAP para simplificar y centralizar su estructura informática”. El titular se había hecho esperar, pero finalmente, después de años gestándose, el acuerdo se había formalizado. La multinacional estaba orgullosa y sacaba pecho. “Durante más de 40 años, la exitosa cadena de supermercados Lidl ha ido creciendo a escala mundial gracias a la venta de productos de alta calidad a precios reducidos, pero si quiere seguir escalando posiciones necesita un nuevo sistema informático”, explicaba.

La compañía asumía la responsabilidad de implantar un software que permitiera mejorar, simplificar y monitorizar de forma más ágil los datos referentes a compras ya temas logísticos que Lidl generaba. Pero la cosa no venía de nuevo. SAP y Lidl ya habían empezado a trabajar en 2011, probando el nuevo sistema de control de datos en Australia. Había ido bien y las pruebas se extendieron a Irlanda del Norte ya Estados Unidos, donde la compañía alemana estaba intentando hacerse un hueco. Era una apuesta ambiciosa: quería centralizar los datos de 10.000 puntos de venta distribuidos en 29 países en una única central de almacenamiento, en Alemania. Y eso, claro, también tenía un coste que la prensa especializada cifró en 500 millones de euros.

A principios de 2016 todo iba rodado. "Hemos conseguido que los informes de inventario se puedan consultar prácticamente en tiempo real", explicaba la empresa. "Hemos completado la integración de más de 30 sistemas de la infraestructura existente en el nuevo sistema", exponía, orgulloso, René Sandführ, vicepresidente ejecutivo de sistemas informáticos en Lidl. Alexander Sonnenmoser, miembro de la junta directiva de Lidl, también decía la suya: “Tener unos sistemas globales modernos y flexibles es el principal factor de éxito para los negocios actuales”.

El año pasado, sin embargo, saltaba una noticia que lo trastocaba todo: después de siete años, Lidl había decidido romper el contrato y detener el proyecto. ¿La razón? El elevado coste de exportar el sistema a todos sus miles de puntos de ventas y cerca de 150 centros de logística. Sin embargo, pocas pocas más allá del precio, la prensa especializada atribuyó el fracaso a un tiempo de implantación demasiado prolongado ya un coste que se incrementaba por momentos.

Para conseguir tener una cadena de producción integrada, “una gestión eficiente de la información es crucial -explica Walter Garcia-Fontes, decano de economía de la UPF-. Pero la adopción de un nuevo sistema tecnológico de información implica considerables retos”. Para el experto, la incorporación de tecnología tan sólo es posible si se innova también en la organización de la propia empresa. “En el caso de Lidl, requierax un cambio de cultura empresarial importante”, opina. Pero para Walter es también clave planificar bien el presupuesto y el plazo de ejecución. “Cuando alguno de estos requisitos falla, todo se va al garete”, concluye.

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La lección

“La adopción de un nuevo sistema tecnológico de información es un reto para las empresas –advierte Walter Garcia-Fontes, decano de economía de la UPF-. Más allá de tener listo el sistema, es necesario que adapten la cultura empresarial y que haya un despliegue temporal factible y una predicción de los costes y beneficios”

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