Primeros positivos del Estado

Madrid detecta al menos 4 casos de la cepa británica del covid-19 pero no endurece restricciones

Hay tres casos más en estudio pero el gobierno de Ayuso hace un llamamiento a la tranquilidad

Mariona Ferrer I Fornells
4 min
El conseller de Salut madrileny i el seu equip han defensat en roda de premsa que no cal prendre mesures addicionals.

MadridEra cuestión de tiempo. La nueva cepa de covid-19 -un 70% más contagiosa- que ha llevado al blindaje del Reino Unido y a la suspensión y limitación de vuelos por parte de diferentes estados europeos ya ha llegado a España. La Comunidad de Madrid ha detectado al menos cuatro casos y tiene tres más en estudio, según ha explicado hoy el viceconsejero de Salud Pública, Antonio Zapatero, durante una rueda de prensa telemática. Ahora bien, la capital española no se plantea aplicar medidas adicionales más allá de restringir a partir del 28 de diciembre la movilidad en cuatro áreas básicas de salud más, llevando el total a diez. Se trata de una pequeña proporción respeto a lo peor de la segunda oleada, cuando había restricciones que se cumplían en poca medida en más de 40 áreas. Zapatero ha hecho un "llamamiento a la tranquilidad" y ha recordado que es una cepa más contagiosa pero no con efectos más graves.

Los cuatro casos confirmados están relacionados con viajeros procedentes del Reino Unido que "han entrado por el aeropuerto de Madrid-Barajas" -a pesar de que a efectos prácticos no todos provienen de este país sino que ya ha habido contagio-, ha detallado el gobierno madrileño. Hay que tener en cuenta que la presidenta Isabel Díaz Ayuso ha sido muy dura con el gobierno de Pedro Sánchez en cuanto a las medidas de restricción en aeropuertos. Mientras que casi no anunciaba protocolos para confinar Madrid, exigía a la Moncloa una PCR obligatoria que actualmente ya es imprescindible para entrar en el avión. Ahora va más allá y reclama que se haga un test de antígenos a todos los pasajeros que llegan en avión a España.

El primer caso se detectó en Nochebuena, el pasado jueves. Un joven procedente del Reino Unido dio positivo por coronavirus en un test de antígenos que le hicieron en un centro de salud -Madrid ha optado por esta variante más rápida- pero no se detectó que fuera la cepa británica. El día después -Navidad-, tanto su madre, padre y hermana acudieron al hospital para hacerse una PCR después de tener algunos síntomas y se detectó que era la nueva cepa británica después de hacerse una prueba genómica específica.

A su vez, otro joven se hizo una PCR el martes y dio positivo de esta variante. Habría dos casos sospechosos más que Zapatero no ha especificado, puesto que no se conocerán los detalles hasta el martes o miércoles; la explicación ha resultado poco clarificadora. En el caso de la familia, al ser un test de antígenos, todavía no está confirmado al 100% que sea de la nueva cepa británica a pesar de que la información del posible contagio lo indica. En todos los casos los síntomas son leves y no se ha requerido hospitalización.

De la menor a una de las mayores incidencias

Madrid se convierte así en la primera comunidad del Estado en detectar la nueva cepa de coronavirus. Hace un mes, parecía que la Comunidad de Madrid había conseguido superar la segunda oleada, con la incidencia de contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días más baja de todas las autonomías. Pero ahora no hace más que escalar posiciones y, si bien llegó a situarse por debajo de los 200 casos, ahora ya está en los 333. Las zonas básicas de salud que se restringen a partir de lunes hasta el 11 de enero superan los 400 casos -hace dos meses el umbral eran los 1.000-. Se trata en algunos de los casos de barrios con alto poder adquisitivo como Aravaca, pero también más humildes General Moscardó en Tetuán y Reyes Católicos y Quinto Centenario a San Sebastián de los Reyes. El barrio acaudalado de La Moraleja también continuará con restricciones una semana más.

Ahora bien, en ningún caso hay restricciones en la hostelería como pasa en Catalunya ni tampoco en la movilidad entre grandes municipios -la Comunidad no tiene una división por comarcas como en el Principado-. También el toque de queda nocturno se mantiene desde la medianoche hasta las seis de la mañana a excepción de Fin de año. En cambio, Madrid ha invertido en un hospital sin quirófanos de más de 100 millones de euros para hacer frente a una posible segunda oleada mientras no se extienda la vacuna. Ayuso también ha puesto en entredicho que haya bastantes dosis de la de Pfizer que se empezará a administrar mañana domingo y ha llegado este sábado a Guadalajara.

¿Una tercera oleada?

El Hospital Enfermera Isabel Zendal tiene a estas alturas ingresados a 69 pacientes con coronavirus, cinco de ellos en unidad de cuidados intensivos, y ha dado 43 altas, según ha explicado el consejero de Sanidad madrileño, Enrique Ruiz Escudero. Criticado por sanitarios para extraer otros centros con más necesidades, tiene a estas alturas 320 profesionales y tendría que llegar a tener el próximo miércoles 30 de diciembre 550. Entonces tendrá operativos 258 camas operativas, 28 para curas intermedias y 12 UCI, siempre según los detalles del gobierno de Ayuso.

Madrid niega que esté a las puertas de una tercera oleada sino que asegura que se vive una "fase de meseta" lejos del "pico máximo de 813 casos de incidencia" de hace dos meses. La capital española es, de hecho, la que más ha sufrido el virus: casi 2 de cada 10 madrileños tienen anticuerpos, el doble de la media estatal.

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